Melifluo [El Sultán]

Bolüm 7

[...]

-¿Qué haces tú aquí?

Cuestionó autoritariamente Nurbanu mirando de arriba a abajo a Valería, quien sonreía satisfecha, la veneciana había caminado tranquilamente por los pasillos cuando la vio por la misma dirección.

-¿No te lo han dicho? -pregunto mirando a los lados orgullosa- estoy bajo el Servicio de mi Sultana, la Sultana Harika.

-Esa mujer no es una Sultana, no hables incoherencias Valería -negó rotundamente juntando sus manos- Sultana es quien da a luz a un hijo, no alguien que solamente viene a usurpar lugares.

-Cecilia, Cecilia ¿tú le dices usurpadora? -se burló nombrando su anterior nombre y suspiro moviendo sus manos haciendo enojar más a Nurbanu- Allah bendito, creo que ya lo sabes ¿no? La misma Sultana Hurrem y el Sultán Suleyman, le dieron el título de Sultana a Harika, es más ella llegó siendo una mujer libre al Harem... Ella no es como tú, que te dedicas a robar puestos por ambición ¿lo recuerdas?

-Ten cuidado cómo me hablas, yo soy una Sultana -trato de ignorar sus palabras, pero realmente le calaban- y puedo mandar a ejecutarte mientras duermes... Tú sabes que soy capaz de hacerlo.

-Nurbanu... ¿Estás amenazando a mi criada?

Valería se inclinó ante Harika quien apareció de la nada a su lado estaba Fakria quien miro con seriedad a Nurbanu, que levantaba su cabeza con soberbia.

Harika no logró escuchar toda la conversación, lo único que había logrado escuchar fue la amenaza y suspiró acercándose a ella.

-Escucha muy bien Nurbanu, no tengo el placer de conocerte y creo no tener ganas de hacerlo -dijo mirándole directamente a los ojos, su mirada era tan penetrante que hacía incomodar un poco a Nurbanu- pero con esta amenaza a mi criada, das mucho de qué hablar y desear... Pero esta vez lo dejaré pasar, pero si a Valeria la encuentro con tan solo un rasguño o en peores casos. Asesinada, como sucedió con mis criadas anteriores cuando yo llegue, no querrás conocerme.

La tensión era muy notable en aquel lugar, tanto que Fakria tuvo que intervenir sosteniendo con suavidad el brazo de la rubia quien entendió lo que trataba de hacer y con una mirada Valeria se colocó a su lado.

-Nos vemos, Nurbanu.

Harika siguió su camino dejando atrás a una enfadada Nurbanu, Fakria miró de reojo a una tranquila Harika.

-Nazenim, conozco todos sus roces gracias a la Sultana Hurrem -hablo deteniéndose momentáneamente para mirar a la nombrada detrás de ella- pero si estarás a mi servicio, te ordeno que no inicies un pleito o en otros casos, no le sigas a las provocaciones que Nurbanu hace para ti. Ella es una Sultana, madre de un príncipe y puede decirle a su Majestad sobre esta situación.