Melifluo [El Sultán]

Bölum 15

—Sultana es una niña. 

Hurrem suspiro aliviada, las horas pasaban y Harika seguía en labor, para ese tiempo hasta Mihrimah había llegado al palacio al escuchar las noticias del caos que se había formado con el supuesto hermano de la rubia y escuchar las noticias de que por fin el bebé ya nació era un alivio. 

—¿Cómo está la Sultana? -pregunto Selim acercándose a la doctora, se sentía bastante ansioso- ¿ella está bien?

—Si Su Alteza, si hubo complicaciones en el parto -mencionó con seriedad al pelirrojo y a su madre- ya que anteriormente la Sultana pasó por situaciones de estrés y problemas de salud algo delicados, pero la bebé nació con bien y nuestra Sultana esta descansando. 

—Preparen dulces y monedas de oro para las criadas, esto se tiene que celebrar.

(...)

—Tu nombre será Aygul… Allah es testigo… 

Harika observaba a Suleiman cargar a su pequeña hija, aún se sentía cansada y preocupada por Charles, había preguntado por él, pero solo le decían que estaba siendo revisado por el médico.

Por otro lado, Nurbanu sonreía al ver que la mujer que le estaba robando el amor de su Príncipe tuvo una Sultana en vez de un Príncipe, ella sabía que el poder se obtenía mediante un hijo y no una hija.

—Allah bendiga su vida -dijo sonriendo entregando a la niña a brazos de su madre quien la recibe- es una buena noticia después de regresar de nuestra campaña. 

—Amen. 

—Hoy recibimos a una nueva Sultana -mencionó Suleiman sonriendo a Selim quien agradeció inclinando su cabeza- felicidades, ella es igual a ti Príncipe. 

—Gracias Majestad, Allah mediante nos ha bendecido nuevamente con una niña. 

—Amen. 

Selim se acercó a la rubia para cargar a la pequeña, era cierto lo que Suleiman decía la infante tenía su cabello rojizo característico de él y piel tan blanca como la de Harika, únicamente lo que no podía apreciar eran sus ojos. 

—Bien, tenemos que salir y dejarlos solos -indicó Suleiman a todos los presentes- Selim quiero que vengas conmigo después. 

—Claro que sí Majestad. 

Todos se retiraron de la habitación a excepción de Nurbanu quien se negaba a irse de ahí. 

—Nurbanu -llamo Harika quien dejó de ver a Selim que le sonreía a su bebé- ¿podría irte? Este es un momento íntimo que quisiera pasarlo con mi hija recién nacida y con nuestro Príncipe, podría dar un paseo por el palacio para matar el tiempo. 

—Príncipe. 

—Vete Nurbanu, luego hablamos. 

Nurbanu miró sorprendida a Selim que ni siquiera la veía, estaba bastante entretenido viendo a la niña en sus brazos, las veneciana salió de la habitación encontrando a Canfeda quien la esperaba.