Melifluo [El Sultán]

Bölum 16

—Charles...

Llamó al chico en la camilla, Harika había logrado salir de su habitación con ayuda de Nazenin que hacía vigilancia en la puerta.

Él al ser llamado se levantó lo suficiente para quedar a la altura de la rubia que sonreía entre lágrimas y sostenía su rostro.

—Antes que nada... -dijo interrumpiendo antes de que pudiera decir una sola palabra- por favor cuando estemos con terceras personas, tú eres mi hermano mayor... No eres mi mejor amigo.

—¿Como que eres parte de este palacio Ángel?

—Fui comprada por Harén... Del Príncipe Selim -respondió sentándose en la orilla de la camilla sosteniendo su estómago, aún se sentía con mucho dolor- fui comprada para ser su esposa y madre de sus hijos.

—¡¿Te trataron como un animal que se puede comprar?!

—Tranquilo y sigue escuchando... Por Allah sigues siendo impulsivo -pidió sosteniendo su mano para tranquilizarlo y siguió hablando mirando la puerta- desde que llegué a este Harén, la Sultana, madre de mi Príncipe me ha tratado como una más de su familia... Me educó y me cuidó como una madre lo haría.

—Ángel...

—Por eso te he dicho que no puedo irme, no puedo pagarle escapando... Mi vida está completamente hecha -respondió sonriendo melancólica y suspiro mirando de reojo al chico- si, extraño mucho el mar, extraño a los demás... Pero estoy formando una familia, una familia que no tuve desde mi infancia.

—Pero Ángel ¿No has escuchado los horrores de este palacio? -pregunto preocupado sosteniendo con fuerza su mano- Esclava que entra, esclava que sufre.

—Lo sé, pero son rumores y yo, hasta eso... Charles -dijo sonriendo levantándose de la camilla al mismo tiempo de soltar su mano- Soy una mujer libre, recibí el título de Sultana cuando entre y hoy me he convertido en madre.

—¿Te sientes más feliz estando aquí?

—En el barco que me acogió, ahí se quedó Ángel y ella es parte de mi, pero en este palacio también está la otra parte que es Harika, la mujer que cumple su palabra y tiene lealtad a la mujer que le ha dado todo.

—Ángel...

—Por eso ya no volveré -repitió tomando nuevamente sus manos- ¿podrías entenderlo? Es egoísta, pero tengo a quien llamar familia por segunda vez, tengo ahora una familia formada por mi misma y quiero que permanezca.

Él la veía tan feliz hablando sobre eso, la nueva vida que tenía, su nuevo nombre y su nueva familia, le dolía bastante ver que ella tenía a alguien dentro de su corazón y no era él.

Él que la conocía desde los once años, antes de entrar como mercenaria, él que ha estado enamorado de ella y la conocía de pies a cabeza, pero no le quedaba de otra más que aceptar que ya no era su Ángel, la mercenaria más joven que hubo en el barco.