Hacía meses que Kaminari no asistía a una fiesta como aquella. Y no porque en la última a la que asistió terminase declarándose a Sero delante de todo el mundo, sino porque había estado demasiado ocupado lidiando con sus propios problemas como para ponerse a pensar en emborracharse o bailar hasta la madrugada y despertar al día siguiente medio sordo y exhausto.
Además, si no asistía a fiestas tampoco tenía que preocuparse por esa horrible tarea que supone elegir una vestimenta adecuada. Kaminari muerde su labio inferior mirándose en el espejo, pensando en lo mucho que odia elegir qué ponerse. Ha optado por unos vaqueros negros y una camisa ancha de color negra y rayas amarillas, que combina bien con su joker del cuello, que se basa en una cinta negra con un arito colgando justo sobre su nuez.
Se niega a seguir mirándose más en el espejo (llevaba casi una hora así) y se tumba en su cama con el móvil, abriendo primero el chat grupal de sus amigos donde Mina ha mandado una foto del vestido que vestirá, pidiendo una opinión sincera. Sero está bombardeando el grupo con emojis de corazones cuando un mensaje de otro chat llama la atención de Kaminari.
Shinso le ha hablado.
Antes, eso no sería nada del otro mundo, pero los últimos días sus conversaciones se han reducido bastante. Kaminari ha intentado alejarse un poco, pero no ha sido nada fácil. Mucho menos teniendo en cuenta que se pasa cada hora del día esperando un mensaje de Shinso, una llamada, algo.
Y ahí estaba. El primer mensaje que le envía desde hace más de 24 horas.
Shinso
Hola :)
Creo que dijiste que hoy tenías esa fiesta... y sé que no sueles tener muy
buenas experiencias en ellas según me comentaste la otra vez...Así que solo te escribo para decirte que si ocurre cualquier cosa... solo tienes que llamarme
Kaminari le responde rápidamente con un emoji y apaga el móvil, quedándose un rato mirando el techo de su cuarto.
Antes de salir de casa, su madre le da dos besos y su padre le abraza, haciéndole prometer que llegará a casa a la hora acordada y que no tendrán que llamar a la vecina para que se acerque a comprobarlo. Él solo sonríe y les asegura que lo hará, además de aclarar que ya es mayorcito para pasar una noche solo en casa.
Fuera ha empezado a oscurecer. Los últimos rayos del rol empiezan desparecer en el horizonte y las casas son bañadas con el anochecer, dejando paso a la oscuridad y despidiéndose del atardecer un día más.
Kaminari mete sus manos en sus bolsillos. No vuelve a mirar el móvil durante todo el camino.
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ghost of you | shinkami
Fanfiction«Y luego estaba su risa. Su risa era exactamente igual a como la recordaba (ligera, vibrante, mágica) y, sin embargo, también era completamente diferente a lo que fue una vez. Sus manos, su mirada, su pelo. No había rastro de lo que profesaba ser y...