001

2.2K 143 8
                                    

Instituto Nacional Autónomo de Tailandia INAT

Es un placer, comunicar a través de la presente carta que su beca ha sido aprobada por la secretaria encargada de el INAT, por lo que se le da la bienvenida a nuestra honorable institución, esperando que nuestro centro cumpla con sus expectativas y necesidades, nos complace mencionar que con la beca también adquiere bonos mensuales y un posible dormitorio si así lo requiere.

Con las contribuciones ya mencionadas y sin nada más que decir, agradecemos que haya optado por nuestro instituto y esperamos que su estadía sea grata.

-

La música sonaba alto en la habitación, Pete se encontraba sentado en su escritorio con un montón de cartas a su alrededor, llevaba dos días encerrado construyendo una torre, la energía de sus días estaba ahí y estaba a punto de terminarla, solo era cuestión de una carta para poder seguir con su vida como si los dos días sin baño no hubieran existido y...

—¡Pete!— un grito particular se colaba entre la canción que sonaba en ese momento, iba a ignorarlo para lograr, por fin, su cometido, pero ahí estaba de nuevo.

—¡Pete!— su nombre volvía a oírse lejano como parte de Compass, la canción de The neighborhood.

—esto es bueno, ¡Pete necesito que bajes!— su abuela gritaba con tanta emoción que decidió poner la última y bajar a ver qué pasaba.

Eso iba a hacer, pero mientras su concentración se hacía cada vez más grande y sus movimientos más lentos y precisos, justo cuando la carta casi estaba en posición, solo sintió una presión en el brazo que lo hizo perder el equilibrio y maneobrar de forma que todas las cartas volaron en direcciones opuestas y de la nada, todo por lo que había trabajado se había ido a la mierda, ni una sola había quedado de pie, sus ojos se agrandaron y su sonrisa se volvió un puchero marcado mientras se volteaba hacia su abuela, quién había estado en silencio después de ver el desastre que su nieto hizo con un par de cartas. Ni siquiera la había escuchado entrar.

Ella sonrió, sonrió o se burló de Pete por un momento, para luego, hablar como si nada hubiese pasado.

—Pete... ¡Te admitieron!— su sonrisa era de oreja a oreja, totalmente real, estaba feliz, lo tomo y lo abrazó con mucha fuerza, su nieto había logrado entrar a un instituto de prestigio.

—¿Cómo que me admitieron?— Pete no sabía de qué hablaba su abuela, solo sabía que parecía tener una carta en la mano y no paraba de leerla y decir que lo habían admitido.

—sí, mi nieto fue admitido en el INAT— ella se mantenía feliz y ni siquiera tenía idea de lo que estaba pasando, ¿El INAT? Para qué iba yo a aplicar para algo imposible, yo no lo había hecho. Pero claro, mi abuela nunca pensaría que algo así fue solo una confusión.

—pero yo— Pete intento aclarar la situación, en serio iba a decirle que algo no estaba bien con esa carta, en serio que sí lo iba a hacer, pero no pudo con su abuela dando brincos de felicidad.

—pero nada, ¿Cuando planteabas decirme que habías aplicado para este Instituto?— esto difinitivamente era un error, y su abuela se desepcionaría de él.

—yo...— Pete estaba con la boca abierta aún después de quince minutos de los gritos de su abuela, su misión fallida con el castillo de cartas y ahora una admisión a un instituto al que no le pidió nada, intento darle una sonrisa a su abuela y actuar normal, pero no sabía que se suponía que iba a hacer. Solo tragó el nudo en su garganta y cruzó los dedos esperando que todo fuera un sueño.

—No, nada. Te voy a hacer una fruta picada y es mejor que te vayas a bañar, vamos a ir de compras— si, definitivamente su abuela no iba a cambiar de idea, ahora probablemente, gracias a un error del cartero iba a finjir su estadía en un instituto de ricos mientras su vida se llena de miseria sabiendo que no terminaría ni siquiera los estudios básicos y nunca iría a la universidad.

Con su futuro en mente, Pete se dirigió al baño, hizo lo que su abuela le había dicho, se dió una ducha fría y regreso a su habitación ya vestido, a pasos lentos mientras se secaba el cabello con una toalla y tomaba los cubitos de fruta que podía en un tenedor, se le hizo demasiado extraño que su abuela no lo estuviese apresurando por lo que fue hasta la cocina, al parecer todo estaba en silencio...

Iba a subir a buscarla en su habitación, pero encontró una nota.

pete, las compras serán mañana, había olvidado la salida con mis amigas, les voy a presumir tu admisión en el instituto.

—abuela...— solo sonrió por lo extrañamente tierna que se le hacia su abuela y antes de seguir con sus planes de reconstruir el castillo de cartas, miró el sobre que se suponía era la admisión al dichoso instituto.

La tomó sin pensarlo demasiado y prosiguió a leerla detenidamente mientras comía manzana en cubitos de su tenedor.

Esa carta tenía que ser falsa. Después de darle vueltas y vueltas a la situación, dando vueltas por toda la casa, tratando de pensar en una posible razón a lo que estaba pasando, era falsa.

Su amigo era el único que podía hacer una broma de tan mal gusto...

GREEK GOD - [VEGASPETE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora