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Kinn siempre paso la mayor parte de su vida solo, sus padres se mantenían ocupados así que solo tenía la compañía de algunos guardaespaldas, pero nada más.

En medio de un bosque oscuro, con grandes pinos y niebla, estaba su hogar, era un lugar completamente lujoso, grandes ventanales y puertas de vidrio, con dos pisos llenos de cierto encanto misterioso.

En la sala de estar se podía notar como todo combinaba perfectamente con la madera oscura y la vista.

Kinn no había podido dejar de llegar a tirar unas cuantas maldiciones hacia el becado, así que allí estaba, dando sus más grandes insultos al nuevo.

-¡Ese maldito me las va a pagar!- Kinn hablaba con una ira que para nada trataba de contener, no paraba de dar vueltas por la habitación tirando maldiciones al becado.

Time y Tem habían dejado de prestarle atención cuando notaron que su amigo parecía no superar el tema. Ellos estaban tratando de jugar ajedrez en la espaciosa sala de la primera planta de la casa de Kinn, mientras el contrario se ahogaba en sus propios comentarios de odio.

-Esto no se va a quedar así...- Su tono había pasado de ser desesperado a ser un poco más bajo y pensativo, Kinn definitivamente no dejaría que pasaran sobre él y mucho menos que intentaran humillarlo.

-Kinn, por favor, ni si quiera es como que sea el único auto que tienes- Time notó el tono con el que había hablado el contrario y sabía que viniendo de Kinn eso probablemente no significaba nada bueno, así que aún en medio de una partida, sin siquiera voltearlos a ver, se limitó a tratar de que el azabache reaccionara con logica ante los hechos.

-olvídalo, Kinn- Tem también comentó mientras botaba al último alfil de Time.

-A mi se me hizo interesante- después de un siniestro silencio desde que habían llegado, Vegas, que se encontraba viendo de largo el patético juego que se tenían Time y Tem, se acercó al tablero para señalarle un movimiento a Time, el otro, siguiendo lo que Vegas le señalaba, al instante tomó a la reina.

Time, Tem y Kinn solo observaban los cuidadosos movimientos de su amigo.

-Hasta divertido- siguió comentando, ahora acercándose a un gran ventanal que daba hacia el patio.

-¿Divertido? Por favor, es un dolor de cabeza- Tem comentaba desde el otro lado de la habitación, mientras hacía muecas exageradas de frustración por la partida que iba perdiendo.

-Bueno, yo tuve la oportunidad de conocerlo también- Vegas hablaba mientras llevaba ambas manos hacia los bolsillos de su pantalón y se acercaba al sofá para procerder a recostarse en el mismo, éste quedaba justamente frente a la chimenea eléctrica.

-¿Ah sí? Espero que lo hayas tratado como se merece- Habló Kinn mientras tomaba lugar en el mismo sofá.

-Le hice saber cuál es su lugar solamente- el pelinegro hablaba con arrogancia y una sonrisa ladina que dejaba mucho a la imaginación para los demás. Ellos sabían que Vegas no tenía control sobre él la mayoría del tiempo.

-¿Que le hiciste?- preguntó Time al mismo tiempo en que movía otra pieza del juego.

Vegas rueda los ojos ante la pregunta y voltea su vista hacia Time como si la situación fuera obvia.

-¿Es que no confían en mí?- Ese tono cínico lo tenía casi todo el tiempo.

-No fue nada grave... Esta vez- Vegas estaba orgulloso de lo que hacía, disfrutaba haciendo sufrir a otros, le gustaba ver a los ojos de esos pobres diablos. Todavía tenía en la mente como el brillo en los ojos de ese pobre chico desaparecía, era la sensación más placentera que tenía y podía volver a ella cuantas veces quisiera en su memoria.

GREEK GOD - [VEGASPETE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora