4; "Estás fuera"

10 1 0
                                    

Le permití a mi cuerpo hundirse rendido, el piso era frío. La cabeza de Denki me estorbaba mi observación a la luna; —¿Estás bien?— su voz tenía miedo y desesperación. Sonreí, olía a casa. Me senté esquivandolo, por varios segundo todo fue negro en mi vision, sentia un punsante vacio en mi cabeza y como el corazón latia intentando dar oxigeno pero luego todo volvio a la normalidad. Hawks estaba ahí. Estupido pollo, parecía serio, preocupado, All Might le hablaba desenfrenadamente, Deku los miraba con duda.

Me levanté más rápido de lo que podía, caí sobre una rodilla y pude escuchar como a todos se les escapaba el aire contenido. Los mire, sentía poder y adrenalina, un sabor salado en la boca, mantuve la cabeza en alto, los pisaba con la mirada. Me tambaleé un poco, perdí el equilibrio, Sero pasó su brazo por mis hombros para pegarme a él y a Denki.

—Estas loca, y me encanta— fue lo único que pronuncio y todos reímos. Sero estaba completamente fascinado y alegre, Denki desprendía mucha energía y fuerza.

Nos dirigimos a la salida del bosque, le dedique una mirada más a Hawks, está en alerta, puedo sentir el filo de sus alas; <<No habrá examen de admisión>> dijo. Si lo hubo, a sus espaldas y yo no me opuse. Aizawa desapareció.

Estaba complacida al notar que esta vez estamos los tres en las jodidas escaleras, Denki arrastra sus pies y Sero se la pasa trepando. Yo me tropecé con los escalones varias veces, prefería caerme que sentir la humillación de Hawks. Nuevamente las puertas se abrieron sin que yo quisiera. El grupo de amigos se acercó a celebrar tanto a Sero como a Denki, lograba sentir un orgullo hacía mi misma por haberlos traído sanos y salvos. Este último me arrastró con ellos, quise negarme pero estoy demasiado cansada.

—Hey.— Kirishima se acercó con una dulce sonrisa y mano arriba tratando de conseguir mi mirada, todavia no me borraba la imagen de él haciéndose piedra, mis garras quisieron salir para defenderme de él pero están demasiado destruidas, necesitaría una buena cantidad de mis pastillas de hierro, quizás una inyección. Era el mismo chico que hoy en la mañana aunque ahora tenía otra perspectiva de quien era y qué papel juega. Su traje son solo mangas en la parte superior de color negro, con una especie de hombreras que le rodeaba todo el hombro, eran de color rojo. Por su pecho atravesaba una fina línea negra de tela. Sus pantalones eran anchos y negros, con botas gruesas. Llevaba un cinturón bastante grueso que sostenía una tela mal cortada de color rojo, en el medio tenia una R del mismo color que la tela.

—Hey.— Logre repetir, aun estoy algo adormecida. Mis orejas se movían de un lado a otro buscando a Hawks, todavía lo olía o por lo menos el rastro de él.—¿Son pesas?— acerque mi mano a sus hombreras y efectivamente eran duras.

—Me ayudan a ganar fuerza— explicó orgulloso de su traje y de eso hablo por un buen rato. — En mi cinturón también hay, aunque a veces las quito para lograr ligereza al correr. Por ciento, ¿tomas vitaminas? —Lo miré perdida y sorprendida, debo admitir que me extrañaba su pregunta tan repentina, lucía un tanto maniático.

—Bro, dale un respiro— Denki se pegó a mi lado riendo por mi expresión.— Le gusta sus musculitos— se burló de su amigo tocando su pecho "desnudo", lo que causo una risa de cosquillas en el contrario.— Bueno, ya conoces a Kirishima y a Bakugo, nos deberemos enfrentar a ellos mañana.— Todos sabíamos que lo decía con las mejores intenciones pero ocasionó un silencio bastante tenso. Los olores se mezclan con emociones, Sero bajo la cabeza molesto por el comentario de su amigo, juega con sus manos. Kirishima miró hacia otro lado, olía a pena y vergüenza, busco ayuda y algo de confianza en Bakugo. Este último solo se veía indiferente, podía sentir la rabia que le provocaba mi presencia pero olía a entusiasmo ante las palabras de Denki.

–Tu pelo...–La muchacha demostró su presencia cuando todos quedaron callados, su respiración parecía calmar la adrenalina buena o mala de los chicos. Mina se acerco a mi y puso su mano cerca de mis orejas, acariciando mi pelo pegajoso– quedó rojo por la sangre que perdiste, es muy blanco. Me recuerdas a Blancanieves... algo por el estilo– vacilaba sobre sus palabras– ¡Oh por dios! Aun sangras. ¿Te sientes bien?

A Little Loss of InnocenceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora