Miro hacia arriba, la cara de Aizawa es inexpresiva, quizás porque rompí mis zapatillas, se me erizo la piel al ver a Endeavor y All Might; <<desconfían de mi>>. Apreté mi mandíbula, los labios de Shoto dibujan una sonrisa, no era a quien debía impresionar pero es la única opinión que me importa.
—Ganamos— la primera vez se lo confirmó a sí mismo, Denki apenas entendía que sucedía o cómo lo habíamos logrado, miró la pantalla que le confirmaba sus palabras, se levantó de un salto—GANAMOS— dijo con más energía, sus piernas temblaron bajo su peso, le extendí un brazo para que se sostuviera. — Perdón, debí de ser una carga— no dije nada. Se veía tan... frágil.
— ¿Bromeas? Nos salvaste de Dark Shadow— le dijo Sero en consuelo.
Mis orejas se levantaron en todas las direcciones, ruedas, algo se acerca. Puse atrás de mí a Denki para defenderlo frente cualquier amenaza, está cerca, aparecieron entre los arbustos los enfermeros arrastrando más de una camilla. El muchacho dejó de apoyar su peso en mi hombro para dejarse al servicio de los profesionales.
—Ganamos, ya no hay peligro. — Me afirmó mientras los enfermeros se encargaban de él. Sero y yo caminamos por otra dirección, ninguno dijo nada, a veces cruzábamos miradas, él sonreía tan radiante como antes de la batalla, yo solo lo mire cansada. Había un largo camino de escaleras hasta llegar al mirador, no estoy muy segura de querer entrar.
Las puertas se abrieron sin que fuera decisión mía, hay dos personas esperando con una sonrisa a Sero, comenzaron a gritarle cosas de victoria y apoyo. Me aleje de él por mi lado, tratando de huir de las miradas de los héroes, termine al lado de Shoto, parecía que mis pies caminaron hacia él como por inercia.
—Estuviste muy bien. — Su olor me reconforta, era hogar, aunque su consuelo no tanto.
—No lo sé, no fue suficiente. Por lo menos no para ya sabes quién— ambos miramos al unísono al ex héroe número uno para después mirarnos entre nosotros. Tiene un rasguño en su cachete derecho.
—Me lo hice durante la batalla. —Creció el sentimiento de culpa en mi interior, no vi su batalla, ni siquiera lo apoye. Observó mis zapatillas, bueno, mis pies descalzos y se empezó a reír, eso rompía un poco la tensión. Le gruñí— Linda manicura. —Su risa es baja, casi como un secreto que me confiaba. Pasos se acercan a nuestra izquierda, mis orejas se giraron antes que yo lo hiciera.
—Oh, hola— es el chico brócoli— soy Deku— me extendió una mano, tarde algunos segundos en captar que me saludaba a mí, no soy tan invisible como creo. — Lo hiciste increíble, para ser nueva, yo la primera vez que entre al campo termine en enfermería— lo analizaba, buscaba símbolos de amenaza, su dedos y brazos tenían marcas, ya las había visto pero ahora me percato que son más grave de lo que creía— ¿Cómo funciona tu don? Vi que eres rápida y tienes garras, además se mueven tus orejas, lo cual es súper tierno, no me malinterpretes, es simple curiosidad —está nervioso, intentaba justificarse como si se hubiera equivocado, movía las manos tratando de ocupar lugar y lograr explicarse.
—Está bien —fue todo lo que dije, busque desesperadamente que se calmará— supongo que funciona como un don normal y corriente— tengo la mente en blanco, mis pensamientos corren desesperadamente con ganas de hablar como alguien normal pero sin poder soltar una palabra.
—Deberías buscar nuevas zapatillas, esto todavía no acaba. —Intervino Aizawa, quizás quería salvarme o pensaba que metería la pata. Me di vuelta y desaparecí, sus ojos me miran de manera estricta no debí hablar, sí soy un peligro.
Camino por pasillos que no conozco, descalza, despeinada, cansada, algo me decía que no fue la mejor opción venir a la Academia, me arriesgue; <<me quiero ir, me quiero ir a casa, estoy en peligro, no me quieren aquí, debo parecerles un animal. No pertenezco aquí>>. Unos pies aparecieron en mi camino, me hice a un lado, se pusieron de nuevo en frente de mí, me están impidiendo avanzar. Mire a un costado, había una puerta de vidrio, estoy encorvada, me hacía una bolita chiquita, me siento pequeña, mi cabeza esta baja como mi confianza, mi pelo cae en frente de mí. Delante de mis pies esta la ropa de Denki, alce la mirada intentando actuar normal, pero ¿cómo lo hacía después de que me viera en ese estado? A pesar de todo me sonríe, como si no hubiera pasado nada, no me mira raro, no me hace sentir mal.
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A Little Loss of Innocence
Fiksi PenggemarDesde que nació, sabía que no debía haberlo hecho. Denominada asesina. Denominada mounstro. Más de uno intentó matarla. Su historia siempre se vió pertubada por un apellido, el de su padre, el villano más grande y cruel que ha existido en los últim...