- Papi, ¿Cuándo me voy a casa?
- Pronto mi amor. El médico dijo que ya estás mejor.
- Papá... - Momo se asomó detrás de todos... Y no vio a la persona que esperaba. - Papi, ¿donde está papi Yi?
Zhan sonrió levemente. Después de tres días sin saber de su novio el también tenía esa incertidumbre.
Cuando llegaron a casa, Zhan estaba un poco cansado. Momo ya estaba bien...Pero le dejaría dormir en su cuarto. En medio de Yibo y de él.
- Papi... ¿Dónde está Yi? ¿No vamos a dormir los tres?
Zhan sintió que se le hacía un nudo en la garganta... Acostó a Momo y miró en el armario para ver si estaba la ropa del otro doncel.
- Ya vengo mi amor. Dame un momento.
- Bien.
Zhan salió de su habitación y buscó a Yibo en la casa... Abrió el cuarto de la bebé y ahí estaba con sus ojos cerrados en el sillón. Su corazón se calmó levemente con solo saber que estaba aún ahí.
- Mi amor... - Yibo se removió levemente con la caricia. - Baobei! Ya llegamos...
- Mmmn...Zhan terminó dándole un beso en la mejilla y auno todas sus fuerzas para levantar a su novio del sillón. No sin antes meter el monitor de Lixue en su bata.
- Mnnn... - Adormilado. Yibo le rodeó el cuello.
- Papi!!!
- Shhh... Abrele puesto a Yibo.
Momo se puso de pie tomando su mantita y Yibo al caer en la cama parpadeó.
- ¿Qué pasa Momo? ...Es hora de dormir.
El niño se metió parte de la sábana en la boca un poco sonrojado. - Mejor duerman los dos...
- ¿Ah?
- Mi tía me dijo que son novios...
- ¿Meiling?
- Si... Ahora me acordé.
- En todo caso, ¿Qué tiene que ver?
El niño soltó una sonrisa enseñando el hueco por el diente que le faltaba. - Me duermo en mi cama y ustedes se pueden dar besos. - Momo se cubrió la cara avergonzado.
- ¿Y tu como sabes que eso es lo que hacen los novios?
- Ah Papi, yo vi la televisión...
Momo se fue antes de recibir el regaño de Zhan.- ¿Y tu por qué estabas durmiendo en otra habitación?
Yibo curvo sus labios. - Lo siento... Yo fui descuidado... Es mi culpa que...
- Shh... Tonto. Los accidentes pasan. Yo se que quieres a Momo. - Zhan le intentó rodear con un abrazo pero Yibo se alejó.
- No quiero...
- ¿No quieres? ¿No quieres que?...
- No quiero. - Repitió un poco más inseguro con las manos de Zhan apretando su trasero.
- Y yo que pensaba darte tu merecido. - Las manos de Zhan se sumergieron entre las dos nalgas presionando ese punto rosado haciéndole ver las estrellas a Yibo.