Zhan parpadeó. Había trabajado toda la noche y el sonido leve y sigiloso lo despertó.
— ¿Jhonny?
Su marido estaba sacando la ropa del armario.
— Zhan... ¿Te desperté ? Lo siento, es un viaje algo improvisto. Una posición en otra ciudad.
Zhan abrió sus ojos perplejo.
— ¿Cuánto tiempo te vas?— Sólo unas semanas.
— ¿Por qué llevas tanta ropa?
— Zhan... Otra vez con esa preguntadera. Siento que no confías en mi.
— Sólo quería saber. — El doncel se mordió su labio inferior. — ¿Te vas a despedir del niño?
— Está dormido. No hay necesidad de despertarlo. Cuando vuelva le traeré un juguete.
Desde que habia salido con Yibo la primer vez, hace unos meses... Jhonny sintió que esa era la mejor manera de hacer las cosas. Planeaba decirle a Zhan, pero después cuando pudiera establecerse y cuando Zhan ya no pudiera hacer el drama que el pelinegro sabía hacer. Además seguramente despertaría al pequeño...
— ¿Te preparo unos snacks?
Jhonny besó su frente y Zhan sintió una amargura en su garganta. Sus ojos se pusieron vacíos en el acto...
— No te molestes. Desayunare en el camino.
A pesar de la sensación por la cual rogaba que no fuera cierta... Zhan siguió el guión pretendiendo que su instinto no le estaba diciendo que era el final.
— ¿Me llamas cuando llegues?
— Está bien. Te amo.
Zhan no contestó, por lo cual Jhonny se volvió hacia él. — ¿Todo bien?
El pelinegro mostró una linda sonrisa. — Te amo. Que te vaya bien.
Zhan lo vio darle la espalda... El lo presentía. Era el final...
Aunque no se lo esperaba de esa manera...
Los días siguientes fue fácil convencer a Momo, de cuatro años, de que su padre volvería pronto...
— ¿Donde está papá?
— Está de viaje. Te mandó saludos!
Jhonny llamaba todos los días... hasta ese día en que Zhan empezó a hacer la contaduría con su nuevo empleado.
— Falta mucho dinero. — Le comentó Luhan.
— ¿Qué?
— En los libros de los ultimos meses, faltan un par de millones cada vez.
Zhan sostuvo su cabeza con su mano y acarició su cabello tratando de entender. — ¿Usted puede decirme donde está el error?
Luhan trabajó toda la semana. Zhan siguió en su negocio con la precaución de no saber cuan malo era el impacto y de donde provenía el desvió del dinero.
Jhonny llamaba a Momo, al menos una vez al día y Zhan no había mencionado nada del dinero... Hasta que Jhonny lo notó extraño.
— ¿Como fue?
— No lo sé aún. El nuevo contador está trabajando en eso.
— ¿Un nuevo contador? ¿Lo conoces?
— Vi su perfil en línea.
— Por eso es que te pasan esas cosas. Deberías tener empleados en físico.
— Lo consideraré.
A Zhan se le hizo extraño que Jhonny no llamó en los días siguientes, hasta que en el cuarto día, Luhan le dio la noticia.
— El error está desde la contabilidad. Maquillaron el informe y tomaron el dinero.
— No puede ser, estos meses quien ha hecho eso...Soy yo.
— Efectivamente el que firma es usted. Tal vez... ¿Usted necesitaba el dinero o... Alguien más le ayudó?
Finalmente Zhan recibió la noticia como un valdado de agua fría. Llamó a Jhonny intensamente para corroborar, pero este nunca le contestó.
Después de diez años... Era la última persona que se le hubiera ocurrido.