LONELY [kookmin]

seis

Aparentemente, puede llegar muy lejos aguantando.

Lo suficiente como para que termine manteniendo una expresión poco amistosa durante toda su pausa para el almuerzo, mordiendo con impaciencia su pan de nata y bebiendo de la misma manera su leche.

—¿Qué te tiene tan nervioso? —Taehyung lo mira con los ojos bien abiertos, colocando su comida en el lado opuesto de la mesa. Es una lata de metal que está envuelta en una pequeña tela a cuadros.

—Me gusta tu bento. —asiente Jeongguk con la cabeza.

—Yoongi insistió en que consiguiera algo más apropiado que bolsas de papel. —se ríe. —Es la misma comida de siempre. Supongo que en el empaque nuevo se ve bastante bueno, ¿verdad?

—Sí... —murmura, un poco distraído. Ni siquiera se da cuenta de que ha estado tratando de comer el mismo bocado durante minutos y minutos hasta que el mayor se aclara la garganta.

—Jeongguk. —tose ligeramente. —¿Estás bien?

El nombrado casi se atraganta con su pan, tratando de masticarlo y tragarlo con un rubor que está empezando a extenderse más allá del cuello de su camisa blanca. Dios, incluso se está quedando aturdido.

—Lo siento. —asiente. —Estoy bien, solo que no dormí bien anoche.

Mentalmente, se da palmaditas en la espalda. El caso es que no es un buen mentiroso en lo más mínimo, pero la mentira tenía mucho sentido, al menos en su cabeza. Él lo creería.

Por un segundo casi se olvida de que la persona a la que le está mintiendo es Taehyung. Justo hasta que la mirada preocupada del otro se convierta en algo más despreocupada.

Bueno, valió la pena intentarlo.

—En serio, ¿qué pasa? —Taehyung abre su bento, revelando arroz y algún tipo de carne con verduras. Jeongguk tararea en señal aprobación. Sus comidas siempre se veían bien. —No puedes seguir distrayéndote así. Además, te has visto como si alguien te hubiera pisado los pies todo el día.

—Es ridículo. —suspira el menor, con la boca finalmente vacía. —Supongo que solo pensé en lo que dijiste. Sobre lo poco que salgo.

El contrario tararea, ojos curiosos mientras mueve su mano hacia adelante. El silencioso "sigue" hace suspirar nuevamente a Jeongguk.

—No sé, es solo... ¿Qué puedo hacer ahora? Tengo veintiocho años, soy un introvertido, lo único que se me da bien es quedarme en casa y hacer cosas ricas para comer o beber. ¿Qué puedo hacer para salir al mundo real y socializar? ¿Por qué es tan difícil comunicarse con la gente en primer lugar?

—Bueno, en primer lugar, —Taehyung coge sus palillos y toma una pequeña cantidad de arroz entre ellos. —Lo estás pensando demasiado, en hasta donde estarías dispuesto a llegar por el bien de la interacción. En realidad, no es tan aterrador. Empieza poco a poco, como... No sé, asiste a una de las salidas que hacemos los fines de semana. Hoseok te ha estado molestando para que asistas durante meses, ¿sabes?

La cuestión es que Jeongguk lo sabe. Su nuevo y entusiasta empleado se ha pegado a su lado como chicle en cada oportunidad dada para tratar de sacarlo de su caparazón. Es una de las pocas personas que parece disfrutar de la compañía de Jeongguk, por muy tranquila que sea.

Pero el problema es que lleva mucho tiempo diciéndole que no. Decir que sí, definitivamente se vería extraño, incluso para él.

No se da cuenta de que está diciendo todo esto en voz alta hasta que Taehyung asiente con la cabeza en señal de comprensión, tragando el bocado de comida que tiene en la boca y dejando escapar un suave suspiro.

—Es cierto que también tengo mucha curiosidad por saber por qué solo estás pensando en eso ahora. Te he dicho que necesitas salir más durante mucho tiempo. ¿Qué te hizo empezar a considerarlo de repente?

El más joven se atiborra de pan para evitar responder, encogiéndose de hombros mientras el contrario pone los ojos en blanco. Claro, no se siente bien guardar secretos, pero Jeongguk definitivamente no va a caer en la trampa de contarle sobre el chico del anuncio de champú, ni su conocimiento innato de él.

Hay algunas cosas en las que no quiere que el intelecto de Taehyung indague, y esa es definitivamente una de ellas.