veinte

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—¿Puedo pedir algún consejo?

—Si se trata del nuevo sistema que estamos usando, no lo sé. —como para puntuar su afirmación, Hoseok hace un par de clics en su computadora antes de resoplar, dándose la vuelta y agachando la cabeza, cansado.

—Se trata de mascotas, en realidad.

—¿Mascotas? —Eso llama su atención y lo emociona, provocando que abra mucho los ojos. —Jeongguk, ¿encontraste una mascota?

—Es más como si una mascota me haya encontrado. —resopla Jeongguk. —Pero sí. Encontré un gato callejero hace unas semanas y he decidido acogerlo permanentemente, pero tengo que llevarlo al veterinario para que lo revisen. Aunque parece... que no le entusiasma viajar en una jaula.

—Mm. —Hoseok asiente en señal de comprensión. —Sí, creo que lo entiendo. Algunos animales realmente odian estar encerrados. ¿Tal vez tenga algún tipo de mal recuerdo?

—Eso mismo supuse yo. —frunce el ceño Jeongguk, apoyándose contra la pared del cubículo del mayor. —Pero, ¿qué se supone que debo hacer? No puedo registrarlo si ni siquiera quiere salir a la calle para hacerse un chequeo.

—No sé, Jeongguk, ¿encontrar otra manera de llevarlo? Es pequeño, ¿verdad? Es solo un gato.

Sí, un gato muy inteligente, quiere murmurar. No lo hace, después de todo, Hoseok tiene razón. Por muy inteligente que sea Min, no es como si pudiera escapar de la idea de salir a la calle si Jeongguk tiene una forma de sujetarlo. Incluso podría buscar transportadores alternativos hasta encontrar algo que se adapte más al gusto de Min, pero el hecho de que odie tanto las jaulas le frustra.

—No crees que alguien le haya hecho daño en el pasado, ¿verdad?

—Nunca se sabe cuándo se trata de animales callejeros. —suspira Hoseok, observando el techo. —Tenía un amigo en la secundaria cuyo perro ni siquiera se le podía poner una correa porque estaba muy traumatizado con eso. Hay que tener cuidado con ellos, ¿sabes? Son como bebés.

Min es su bebé. El gato podría ser mayor que un adolescente y a Jeongguk no le importaría. Era suyo para protegerlo y cuidarlo, lo que significaba que si tenía que encontrar una nueva forma de viajar por su bien, lo haría.

—Wow, realmente lo amas. —señala Hoseok. —Y mucho. ¿Has tenido gatos antes?

—Nunca he tenido mascotas. —tararea el menor. —Pero él es... especial, ¿sabes?

Hoseok sonríe, más brillante que el sol. —Un buen compañero puede hacer tu vida mucho mejor. Estoy feliz por ti, Jeongguk. Y por él, estoy seguro de que lo mimas demasiado.

No es nada que no se merezca, piensa Jeongguk.

LONELY [kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora