LONELY [kookmin]

cinco

El anuncio maldito en cuestión se convierte en algo más que una sola vez.

De hecho, se convierte en algo cotidiano porque, por supuesto, no es como si un cartel en el centro de Seúl vaya a ir a alguna parte poco después de que apenas se haya instalado. Para disgusto de Jeongguk, siempre lo ve al salir de su edificio, aunque desde esa posición solo puede ver una parte.

Sin embargo, en su parada de autobús lo ve justo enfrente.

Tal vez debería invertir en ese auto.

No es tanto que el anuncio le cause algún problema. De hecho, compró el champú en cuestión varias veces y disfruta de su olor. Es asequible, el empaque es de ese tono suave de rosa pastel que le gusta en secreto y, en general, no hay nada de malo en la valla publicitaria. Es solo un chico guapo sosteniendo la botella en cuestión. Su rostro está adornado con una sonrisa felina, un jersey de cuello alto y el cabello suavemente rosado, complementando el color de la botella.

La combinación de colores era impresionante, Jeongguk tiene que admitirlo. Nunca antes había visto a un chico lucir tan fantástico en un anuncio.

Pero no, nada de eso es el problema. Es la forma en que se siente al mirar el tonto cartel, lo que le hace sentir incómodo.

El chico que posa con la botella es realmente la persona más hermosa que jamás haya visto. ¿Era correcto llamarlo persona? Alguien que se viera así podría calificar como un hada, o un ángel.

Llega su autobús y, una vez más, Jeongguk se queda con las mejillas sonrojadas en su asiento mientras mira por la ventana, con una mirada que no es para nadie más que para su reflejo.

En serio, ¿hasta dónde puede llegar una persona que está hambrienta de contacto?