ADICTO [Nicklaus Mikaelson +18]

Capítulo 2

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–Eres una jodida perra ¡¿Dónde está mi maldito desayuno?!.–gritó parándose de su silla dando un fuerte golpe en la mesa de madera.

–N-no me dejaste dinero para ir a comprarla lo siento.

-Te doy suficiente dinero para la comida del mes, ¡¿En qué carajos te lo gastas?.-me preguntó entre gritos tomándome de mi brazo izquierdo haciendo presión en el.

-Me-me estás lastimado.-mencione tratado de no soltar mis lágrimas.

-¡¿En qué carajos te gastaste mi dinero maldita perra?! ¡¿Lo robaste no es así?!

-¡No, encerio no juro por dios que no!

-Mientes maldita niña mentirosa.

-¡Te juro que no, te lo juro!

Sin aguantar más el dolor y la presión que ejercía su mano en mi brazo, me solté a llorar a más no poder rogándole que me soltará, que por favor me soltará.

Fue inútil.

Tomo mi cabello y me tiró en el suelto arrastrandome desde la cocina hasta mi habitación, y al entrar en ella fue el mismísimo infierno.

Se desabrochó su cinturón gastado y lo golpeó en mi espalda hasta que se canso dejándome moretones y haciendo que la sangre saliera de mi espalda haciéndome tener costras de sangre en ella y la mayoría de mi cuerpo.

La luz que llega a mi rostro desde mi ventana me hace despertar de mi larga siesta, me destapó y me siento en la cama suspirando y frotando mis manos en mis ojos.

Al fin lejos de el.

Primera noche en Mystic Falls y todo de maravilla.

Me levanto de mi cama dirigiéndome a el baño para tomar una ducha matutina, colocarme mi crema para quitar moretones y verme con asco y enojo en el espejo.

Mi cuerpo con millones de moretones me causaba asco, mis piernas, rodillas, brazos, mi abdomen y mis muslos todo mi jodido cuerpo me causaba repulsión.

Siento las lágrimas resbalar por mis mejillas, pero rápidamente las limpio con mis manos y salgo envuelta en una toalla con frio del baño para cambiarme con unos pantalones de mezclilla sueltos y un top blanco con un suéter algo flojo color gris opaco, subo la cremallera de mi abrigo y pongo rápidamente mis calcetines y mis Converse negros.

Me desenredo mi cabello con un poco de crema para definir mis rizos y para finalizar colocándome desodorante y un poco de perfume de frutas que me acaba de regalar mi abuelita.

Salgo de la habitación y al bajar la escaleras me llega un exquisito olor a Hot cakes.

Me paro serca de la entrada de la cocina escuchado la plática entre mi abuela y el chico de anoche.

carajo

-Ella es una buena niña solo es tímida, tengo miedo a que no se adapte. Quiero que esté cómoda conmigo Jeremy, encerio lo quiero. Se que no aparente lo mucho que ha sufrido, pero yo conozco como nadie a mi nieta, se que Ernesto no la trataba bien y sospecho que la golpeaba, solo espero que me equivoqué.

-No te preocupes Nana, la haré sentir como en casa, le presentare a mis amigos y a mi hermana. Te ayudaré a que esté cómoda.

-Buenos días abuela...-saludo entrando en la cocina abrazando a mi abuela que se encuentra sentada en una silla mientras el chico cocinaba.