Capítulo 12

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La mañana fue tranquila, que es lo que más quería. Fue un desayuno entre mi abuela y yo, Jeremy le llamó a mi abuela que no lo esperara ya que tenía que ayudar a Elena a mover algunos muebles.

No le creí, ni un poco. No me interesaba lo que el haría sinceramente.

Agradezco que mi abuela no haya tocado mucho el tema, que simplemente me diera un fuerte abrazo, y me dijera que siempre estaría para mi... agradeci eso, realmente lo necesitaba.

Me encuentro cepillando mi cabello húmedo mirandome al espejo, y siento lágrimas escurriendo por mis mejillas levemente rojas. Es lo que he hecho desde que me encerré en la habitación.
Sentir las lagrimas escurrir, y limpiarlas.

Termino de sepillarme y termino enjuagado mi boca y escupiendo el agua con pasta dental.

Para finalizar, me pongo mi sudadera café oscura, veo el reloj en la pared y son apenas las 2:21 p. m, me recuesto en la cama sin nada que hacer, trato de no pensar en mi madre y no llorar mucho más de lo que ya lo he hecho.

Mis mejillas se encuentran de color rojo y mis ojos algo hinchados, pero me mojo la cara con agua fría en repentinas ocasiones para quitarme lo inflamado y que mi abuela no me mire de esta manera.

Quiero que piense que todo esta bien.

...

Bajo las escaleras y me encuentro con mi abuela tomando té viendo una película.

-Hola abuela.-saludo sentandome alado de ella.

-Hola mi niña, ¿quieres té?

-No, gracias. Oye, te quería decir que...

¿Le mentiría a mi abuela? Si...¿si?

-Saldré por un rato.

-¿A donde iras?.-me pregunta dando un sorbo mirándome con atención.

No puedo mentirle.

-Abuela...pense que tendría el valor para mentirte, y decirte que iría con Jeremy, pero no puedo mentirte. A ti no.

Deja su té y me mira seriamente.

-¿Mentirme? ¿A dónde irás?

-(...) Al cementerio, a visitar a mi mamá.

-Oh amor mío, claro que puedes ir, yo te acompañaré, siempre que tu quieras puedes ir a visitarla.

-Gracias abuela pero, yo quiero ir sola...quiero poder hablar a solas con ella, contarle muchas cosas, decirle que la extraño y lo mucho que me hace falta.

-(...) Bien, es lo que quieres, respetaré tu decisión. Y por favor, nunca me mientas Elizabeth, estamos solo tu y yo. Tenemos que tenernos la confianza de decirnos las cosas, ¿quedo claro?

-Si, abuela.-respondo y la abrazo con fuerza, ella hace lo mismo y hace que mi día sea un poco menos triste.

-Te amo Elizabeth, y estaré para ti.

-Gracias abuela, yo también te amo.

...

Se encaminó ella a la tumba de su madre, con miedo a perderse, ya que recordaba el camino, pero todo había cambiado.

Escuchó un ruido extraño, y al estar todo el lugar solo, sintió pánico y abrazo con su brazos las flores que le traía a su madre.

Escucho un crujido, y se paralizó antes eso, pero las ganas de ver a su madre, eran mucho más fuertes que ese pánico que sintió.

ADICTO [Nicklaus Mikaelson +18] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora