Anécdotas

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5.- Sácale una sonrisa a Shōto con anécdotas o chistes divertidos.

-no hay nada más sencillo que esto. Hasta Mineta kun podría hacerlo.

-sin la suerte de mi lado no se que podría pasar.

-que pesimista.

-tengo mis razones.

Midoriya suspira y niega, ¿que haría con este rubio? Ha este paso, ¿cuando podría gritar "vivan los novios"?

Pero no se rendiría, ahí había una chispa que solo necesitaba que le estuvieran soplando para avivar la llama y poder hacerla crecer.

Iban un poco lento pero lo lograrían, o se dejaba de llamar Midoriya Izuku.

-no hay que perder más tiempo, Todoroki kun esta solo en la sala, solo no veas su rostro hinchado y has lo que mejor sabes hacer.

Kaminari toma aire, asiente y camina hacia el ascensor.

Contar chistes, hacer reír a la gente, ¡vamos! Él es experto en eso, ahora estaba jugando su propio juego y no podría haber fallas. 

Se sentía con confianza, coqueto, se sentía poderoso, valiente, se sentía...

-hola Kaminari.

Una basura, un idiota, un monstruo, cobarde, como puede Todoroki si quiera tenerlo de frente sin darle una segura cachetada por arruinar su bello rostro.

"No le veas a la cara, no le veas a la cara"

-¿estás bien?-Todoroki pregunta confundido, pues Kaminari lucia algo nervioso y colorado-tienes calor.

Todoroki se acerca más para examinarlo.

-¡no!-brinca hacia atrás antes de recobrar la compostura-e-estoy bien, no te preocupes.

-está bien.

-¿qué hacías?

-oh pues acabo de terminar la tarea entonces iría a mi habitación, no hay mucho que hacer en realidad.

Kaminari asiente y se sienta torpemente pateando accidentalmente la mesilla del centro tirando unos lápices.

-¡lo siento!

Todoroki lo ve, niega y se ríe.

Kaminari solo siente los nervios más a flor de piel, carajo, que había sucedido.

La mente se le había puesto en blanco, pero hasta Midoriya dijo, "no le mires a la cara" era un poco difícil para él, era inevitable no repasar las facciones del bicolor, era adicto a hacerlo cada vez que podía.

Pasar de su ojos a su cabello, a sus finas cejas hasta sus rosados labios y luego a sus regordetas mejillas.

Donde ahora había un gran moretón hinchado, por nada más ni nada menos que su culpa.

Oh santo cielo, alguien castíguelo por cometer tal delito.

"No", niega y aprieta los ojos, estaba bien, todo estaba bien, tenía que empezar, improvisar, algo se le ocurriría.

Mira a todos lados tratando de que algo le diera una idea.

"¡Chiste!" Era todo un genio.

-oye Todoroki, ¿quieres oír un chiste?

El bicolor asiente.

-si, supongo.

-Bueno ah...

Si bien dijo chiste no significaba que ya tuviera uno en mente, mira a todos lados volviendo a improvisar.

Rayando el Sol-kamitodoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora