Cierta noche, en la calmada aldea Chingté de Liyue, una estrella surco por los cielos de aquel pacifico lugar para luego estrellarse a en los montes cercanos, a partir de ese día la aldea seria más escandalosa, todo por cierto muchacho con cola de m...
Era una noche tranquila en Liyue, era la hora en la que varios puestos de trabajo cerraban para que los que hayan tenido su jornada laboral se vayan a descansar, aun así tanto los bares y restaurantes seguían abiertos a todo publico hasta más tarde pues ya era fin de semana y tanto políticos, empresarios o actores iban a dar el descanso merecido en estos lugares, sin embargo toda esta tranquilidad no era comparada a la que había en una aldea muy a lo lejos al norte.
Las noches en la aldea Chingtsé eran de lo más calmadas, cuando los niños ya iban a descansar por el llamado de sus padres o en su mayoría abuelos, no había ni un solo ruido además que el de los insectos y del caer del agua de las cascadas, era un ambiente de relajo total, sobre todo el hermoso cielo estrellado, que por algún extraño motivo los astros se vean más hermosos en aquel pequeño pueblo; sin embargo, al igual que casi todos los habitantes de teyvat, no sabían que este cielo era una total farsa puesta por los Dioses mayores, ellos sabían que es lo que pasaba o no por este, siendo desconocido para todos los seres vivos de Teyvat lo que había detrás que aquel falso cielo, pero por algún motivo, ese día los Dioses no se percataron del pequeño objeto que atravesó el oscuro manto, aun así no iba a cambiar a la percepción de los habitantes de ese mundo ya que fácilmente aquel objeto se podía confundir con una estrella fugas, sin embargo, este no era una, ya que estaba siendo atraído por la fuerza de la gravedad y no tenia signos de pulverizarse en la caída. Este ya tenia un punto fijo en aquel mundo, la pequeña y vieja aldea pacifica.
Se escucho un fuerte estruendo por la zona montañosa al otro lado del río, varios habitantes de Chingté se despertaron de golpe por el fuerte sonido, casi pocos adultos salieron de sus casas, las personas mayores estaban algo desconcertados y asustados, pero los que no lo eran tanto estaban discutiendo sobre lo sucedido, además se podía ver una estela de humo por la montaña, sabían que algo había caído ahí, muchos temían que podría ser, otros propusieron que era mejor revisar al siguiente día, pero la jefa de la aldea, Ruoxin, decidió que mejor era ver en aquel momento, tomo esa decisión por curiosidad además de que tomo aquel suceso con mucha calma, pensando de que solo seria una piedra espacial, sin embargo no fue sola ya que justo durante la mañana de ese día llegaron unos carpinteros que ayudaron en construir una nueva casa y se quedaron a acampar durante la noche, así que solo unos 3 de los siete fueron.
La mujer mayor le fue algo difícil subir por esa colina, sin embargo aun no era muy anciana al igual que tenia ayuda de los trabajadores, ya al llegar a la sima de la estepa notaron que el asteroide no choco contra la gran montaña cercana, sino que fue en la misma meseta.
Con precaución fueron al gran cráter y lo que encontraron en el centro de este los dejo boquiabiertos.
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Una especie de esfera blanca era muy apreciable para los que estaban ahí, además tenia un circulo rojizo en el medio, pero se asemejaba demasiado a una ventana.
Dudaron los carpinteros pero la mujer mayor decidió que era mejor que es lo que había ahí, que tal vez podía ser algo valioso o algo que le interese a la geoarmada, así que decidieron bajar.
