Cierta noche, en la calmada aldea Chingté de Liyue, una estrella surco por los cielos de aquel pacifico lugar para luego estrellarse a en los montes cercanos, a partir de ese día la aldea seria más escandalosa, todo por cierto muchacho con cola de m...
Mientras una parte del grupo se preparaba y otros dos limpiaban la cocina de una casa. Lumine no perdió el tiempo y fue directamente con Alhacén. El hombre que se ausento durante los anteriores días ahora les ofreció una pista sobre su investigación. Hablaron con una mujer la cual aviso sobre escuchar gritos en un hospital abandonado de la Aldea, por lo que no perdieron el tiempo y decidieron ir ahí, investigando de día para luego esperar escuchar esos gritos durante la misma noche.
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No encontraron nada relevante, por lo que mientras Lumine y sus dos amigos flotantes rebuscaban pistas (o algún buen tesoro) Alhacén estaba tranquilamente leyendo uno de sus extravagantes libros, el cual Paimon intento leerlo, pero resulto que era casi imposible de comprender.
- Te he visto muy pensativa últimamente viajera ¿Hay algo que te preocupe? Estas asi desde que saliste de la casa del jefe de la aldea esta tarde, por lo que debe ser por algo sucedido ahí – dedujo Alhacén.
- No, hablo enserio ¿Este no será el verdadero arconte de la sabiduría? – pregunto Buu por la gran deducción del hombre.
- Es solo que pienso en ese Piccolo, últimamente no se ha comportado de la mejor forma – dijo Lumine.
- ¿De verdad? ¿Ha logrado tener un peor carácter? – pregunto Alhacén.
- ¡Si! ¡Es un faltoso! ¡Un violento y loco! – se quejó Paimon – Ya está a punto de ganarse un feo apodo.
- Aunque, les fue de utilidad ¿No es cierto? – pregunto Alhacén, el grupo solo se quedó en silencio, el hombre lo tomo como un sí – Como dicen a veces, los más raros resultan ser los más inteligentes.
- ¿Qué? ¿Acaso él te cae? – pregunto Buu arqueando una ceja.
- No, cambiarme de ropa con Dehya no es algo que me parece un gesto amistoso, además que como ven, no he interactuado más con él - dijo Alhacén – Aun asi, tengo mis sospechas.
- ¿Qué es lo que sospechas de él? – pregunto Lumine, Pues eso le llamo la atención.
- ¿Mh? ¿Tanto te interesan mis pensamientos?... – pregunto Alhacén arqueando una ceja, llevándose el ceño fruncido de Lumine – ...Es una broma. En lo que he observado de su relación que ha tenido con los dioses no debió ser la mejor, aún más con la diosa dendro.
- ¿Sabes que es lo que ocurrió hace 500 años con ella y los demás dioses? – pregunto Lumine, esperando la respuesta del escriba, pues tenía una certeza.
- ... - Alhacén la miro por un momento, cerro su libro y suspiro – Se a lo que quieres llegar, y yo también lo veo como una posibilidad.
- ¿Eh? ¿Qué es? ¿Acaso se pueden leer las mentes o qué? Digan que Paimon quiere saber – dijo la pequeña con ansias de chisme, puesto a que estuvieron bastantes horas esperando a que sea de noche.
- Fue el anterior caballero de las flores quien acabo con los demás dioses de Sumeru, y el está siguiendo su legado – dijo Lumine, teniendo como respuesta de Alhacén un gesto de afirmación.
