Cierta noche, en la calmada aldea Chingté de Liyue, una estrella surco por los cielos de aquel pacifico lugar para luego estrellarse a en los montes cercanos, a partir de ese día la aldea seria más escandalosa, todo por cierto muchacho con cola de m...
Fue una semana bastante largas para el trio de aventureros de Teyvat, luego del Rito del Descenso hubo una petición de Kokomi en la Isla Watatsumi debido a una expedición en Enkanomiya. Muchas cosas raras pasaron como chicas con ojos de serpiente y cierto Mago del Abismo de fuego que practicaba Kung Fu, pero como siempre pasaba, nuestro héroes le hicieron frente a la adversidad, una vez más con la frente bien alto como salvadores para luego meterse a la relajatetera y poder descansar de una maldita vez. Lo típico de una rubia de otro mundo, una niña flotante y una bola de chicle también flotante.
No obstante, luego de dormir como 24 horas bien merecidas, a los tres se les abrió el apetito, por lo que sabían que Mondstadt era una buena forma de saciar su hambre, pero ya que la recompensa de la Sacerdotisa de Watatsumi fue generosa, podían darse un lujo en la Taberna Obsequio de Angel, al igual que disfrutar de unas buenas bebidas.
Fueron caminando de la entrada de la ciudad hasta su destino bien contentos pues el día tenia pintas de ser hermoso.
La Taberna como siempre tenia buena pinta por fuera, dando un aire acogedor incluso desde la entrada, por lo que sin mirar a algún letrero o noticia decidieron entrar por fin.
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Ya adentro todo era como siempre, unas cuantas personas por ahí y por halla, pero en la barra se toparon con una agradable sorpresa. Se trataban del tipico par que siempre para en la taberna, Rosaria y Kaeya, los cuales recién acaban de recibir sus bebidas, sin embargo ninguna de las dos era alcohol.
En el caso de la monja misteriosa tenia una taza de "Risa y Jubilo" un té negro con leche y chocolate que es bien popular entre los niños de Mondstadt, rara elección para alguien tan sombría como ella, mientras que Kaeya tenia una taza de "Callejón Brilloluna" que era parecido al anterior, solo que con café, una bebida bastante común. Todo esto por el conocimiento absoluto que tenia Paimon sobre la comida, ya que es para lo que mejor retiene informacion.
Pero antes de preguntar porque estaban abstinentes de alcohol, se les olvido el pequeño detalle de la persona que estaba atendiendo. No era Charles y mucho menos Diluc, no, era una persona que ni en el sueño más bizarro de Paimon podría ocurrir.
- ¡Hey! ¡Hola chicas! - dijo Goku detrás del mostrador con una ropa de bartender mientras secaba un vaso.
- G-Goku ¿Qué estas haciendo? ¿Dónde esta Charles? Paimon esta muy confundida - dijo la pequeña hada flotante.
