Secretos de Alta Sociedad (Camren)

Capítulo 7 2/2

Lauren POV

-Aquí- Vocalicé ofreciendo la llave- Es lo que querías, ¿no? Ahí tienes.

-Así me gusta, hijita- Sonrió- Mientras me hagas caso, todo te saldrá bien ¿entiendes?

Asentí.

-Ya, vete de mi vista.- Dijo aleteando su mano frente a mí- tengo mucho trabajo.

Le di la espalda a mi papá y tomé rumbo a mi habitación. Subí las escaleras con poco cuidado y al entrar en mi habitación vi cómo vibraba mi celular.

-¿Bueno?-

-Lauren, hola. Soy Camila -linda voz- Llamo para preguntarte si quisieras ir a ver departamentos conmigo, ya sabes...

-Yo...

-Oh, no, no. No es lo que crees, es decir, sé que querías buscar un lugar a donde vivir y yo necesito mudarme. Es por eso que me gustaría que me acompañases, pero si no quieres...- Lauren interrumpió.

-Paso por ti.

-Está bien, gracias.

Apenas terminó la llamada, tomé mis llaves y salí disparada de la casa, realmente necesitaba ver a Camila.

Luego de lo que pasó hace un par de semanas en mi oficina, Camila y yo hemos estado frecuentando lugares cotidianos como parques, cafeterías e incluso la biblioteca. Realmente no sé qué somos ahora, pero sé que, me agrada mucho su compañía.

Estaciono mi carro y tomo mi celular para enviarle a Camila cuando siento la puerta abrirse y cerrarse rápidamente, giro la mirada encontrándome con una sonriente Camila que luce adorablemente hermosa el día de hoy.

-Luces hermosa- Le halago.

-Tú no estás nada mal- Me dice acercándose para dejar un beso en mi mejilla- Te extrañé.

-Yo también te extrañé, Camz... Mucho.

-¿Quieres saber a dónde iremos?

-¿A dónde?- Le contesto con una sonrisa creándose en mi rostro.

-54-78 Kingston.

-Adoro ese lado de la ciudad- Grito emocionada.

-Lo sé, lo sé. No agradezcas.

-¿Cómo conseguiste que pudiésemos tener disponibilidad en esa calle?

-Tengo mis contactos, preciosa.- Aclaró su garganta- Mi apellido para algo debía servir.

-Tonta.

-Pero soy tu tonta.- Agregó.

En este momento llega a mi cabeza de nuevo el pensamiento ¿qué somos?

Decido interrogar pero de mis labios no sale ninguna palabra.

Ajusto la palanca de cambios y acelero a fondo en dirección al norte de la ciudad. Una de las partes más cotizadas de ésta.

Tras 20 minutos de un viaje silencioso pero no incómodo, llegamos a la 54-78 Kingston.

-Esos edificios de por allá- Señala Camila.

Levanto mi vista para observar un edificio enorme que carece de paredes porque todo es de cristal. Es realmente lujosa esta parte de la ciudad, y aunque sé que será costoso comprar un departamento aquí, puedo.

Me bajo del carro rodeándolo rápidamente para abrir la puerta de pasajero y tomar la mano de Camila para ayudarla a bajar.

-Madame.