Las Estrellas

Capítulo 6 (Miami)

CAP 6 (Miami I)

Natasha y Paola, estaban en el avión llegando a Miami. Hablaban sin parar de todo un poco.
—Nata pero de veras... ¿No te sientes ni un poco atraída por Michel?
—Yo directamente lo amo, lo amo... y lo amaré siempre, igual que él a mí.
—¿Pero?
—Él está casado y yo conocí a alguien muy especial.
—Bueno, únicamente te diré que lo que tienen ustedes, es prácticamente imposible de conseguir en esta vida. Una química que arrasa con todo y que les acelera el corazón de esa manera, aunque únicamente se miren a los ojos se ve fuego entre ustedes.
—Ajá, es wow... Yo lo sé, pero de nuevo... Nos encontramos en un momento nada oportuno.
—Siempre es oportuno, eso lo decides tú. ¿Quién te dice que no te estás perdiendo al amor de tu vida?
—Así es. Te digo que sí, lo estoy perdiendo, pero el destino siempre me dice que no...
—Bueno Nata... ¡Vive tu vida por favor! Haz siempre lo que te diga el corazón.
—Eso hago, el corazón me dice que debo respetar a Shirk.
Paola puso los ojos en blanco.
Natasha a pesar de su negativa, estuvo pensando mucho en todo lo que le dijo Paola hasta el aterrizaje.

En Miami...

Natasha vistió con un vestido ajustado y se veía hermosa. Se sentía espectacular y se emocionaba al verse así, después de pasarlo tan mal por sus inseguridades.
Se sentía una diosa, y no era para menos.

Iniciaron las entrevistas de Natasha, Paola y Danna.
Natasha se preguntaba cuándo iban a unirlas con Gato y Michel, y se le escapó preguntarlo en voz alta.
—Marica ¿Cuando vienen el Gato y Michel?
Danna se río, Paola la miraba pensativa.
—Sobretodo que venga Mich, y les hagan preguntas incómodas a ustedes dos.
—Los Saturno—dijo Paola.
—Danna eres la fan número 1 de Sarita y Franco.
—Es cierto, amo verles juntos, son mi pareja favorita de ficción... Bueno, y de no ficción también—se reía—Recordemos que en la temporada original ustedes...
—Ustedes nada, cállate.—dijo Natasha riéndose incómoda.
—Yo creo que es un secreto a voces.—comentó Paola—Lo intuyen todxs...
—Bueno chicas, vamos a iniciar la entrevista para Panamá.—dijo la manager de telemundo.
—Salvada—sonrió Danna.
Mientras estaban en plena entrevista, Michel entró haciendo un live con su celular.
Natasha no pudo evitar no mirarlo y desconcentrarse de la entrevista.
Michel mientras hablaba susurrando en su live, enfocaba a Natasha que salía sentada junto a Pao, por detrás de la cara de Michel, y sonreía nerviosa.
Michel se fue de la sala.

Las entrevistas finalizaron y quedaron sentadas en el sofá hablando.
Se dieron cuenta que la chica que manejaba la cuenta de pdg, inició un vídeo.
Tocaron la puerta.
—¿Quién?—preguntó Paola.
—Es ese hombre...—contestó cantando Michel y entrando en la sala junto a Gato.
Las tres sonreían pero Natasha sonreía emocionada, llevaba dos días sin verle y le pareció una eternidad.
El Gato abrazó a Paola, Michel a Danna, El Gato a Natasha, Michel a Paola... Y por fin, Michel y Natasha se fundieron en un abrazo. Danna, El Gato y Paola, estaban hablando pero a Danna se le escapaba la vista hacia ellos dos.
—Hola mi amor, ¿todo bien?
—Todo bieeen.—se separaron pero quedaron agarrados de la mano.
—¡Bienvenidas!—les dijo Michel, que ya llevaba un día en Miami junto a Gato
Cuando la de redes dejó de grabar, Michel volvió a abrazar a Natasha.
—Dos días sin verte.—le dijo Michel agarrándola fuerte y oliéndole el pelo.
—Lo sé mi amor—le contestó Natasha cerrando los ojos.
Danna se acercó por detrás de puntillas en un modo divertido. Se separaron y quedaron de nuevo agarrados de la mano, entrecruzando los dedos.
—Amo verles juntos y no lo soporto, ¡quiero que anden!—les dijo Danna entre risas.
Natasha y Michel se miraron sonrientes pero incómodos.
—Oigan, ¿vamos a organizar qué hacemos esta noche o qué?—preguntó Gato.
—A mi me recomendaron un restaurant que no queda lejos.—contestó Danna.
—Nos vemos en tres horas en el hall de nuestro hotel.
Paola, Danna, Michel y Natasha, caminaron hacia el ascensor despidiéndose de la gente de telemundo.
Natasha y Michel, iban aún agarrados de la mano.
Danna, Gato y Paola, iban delante de ellos y Danna susurraba algo que provocaba la risa de Paola.
Los cinco se detuvieron a esperar el ascensor. Al abrirse las puertas, Danna, Gato y Paola dieron al botón de "cerrar puertas" y empujaron a Michel para que no entrara.
—Está lleno, agarren el siguiente.—les dijo Danna riendo.
Las puertas se cerraron y Natasha y Michel se quedaron mudos.
Subieron en el siguiente ascensor que apareció sin decir una palabra.
Al cerrarse las puertas, Natasha empujó a Michel contra el espejo que había en el ascensor y lo besó.
—No podía más, amor —dijo Natasha sonriente.
Michel le subió el vestido para agarrarle el trasero, la agarró en brazos y le devolvió un beso dónde se reconocieron la boca.
Soltó lentamente a Natasha, y le acomodó el vestido. Natasha entonces, mirándose en el espejo, se puso bien el maquillaje, y abrieron las puertas. Abandonaron el ascensor caminando tranquilamente, agarrados de la mano, como si nada hubiera pasado ahí dentro.

En el hall...

Natasha llevaba esta vez, un vestido ajustado verde, con escote, que le marcaba todas sus curvas, estaba increíble.
Salió de su habitación sintiéndose de nuevo, por segunda vez en el mismo día, una diosa. Estaba feliz.
Michel y Gato, las esperaban en el hall.
En cuánto Michel vio a Natasha con ese vestido, se puso tan nervioso que se le cayó el celular dos veces al suelo, lo que provocó la risa de Gato y Natasha.
—Estás impresionante, mi amor.—le dijo Michel sonriente.
—Tú también.

En el restaurante...

Natasha, Michel, Danna, Gato y Paola, bebían cócteles después de cenar, para celebrar el estreno de PDG2.
Natasha y Michel, andaban sentados el uno en frente del otro. Michel sentado al lado de Danna, Natasha al lado de Gato, Paola entre Danna y Gato.
Todo eran risas, como siempre, entre ellos cinco.
Natasha notó que Michel le daba pataditas por debajo de la mesa, y le lanzó una mirada qué ambos supieron leer. Michel la miraba mientras bebía su daikiri.
Natasha sentía fuego, intentaba calmarse y se excusaba así misma mentalmente, diciendo que estaba bebida. Y un poco, lo estaba, por lo que entraba en escena su verdadero yo, su verdadero deseo, sin filtros, por muchas barreras que tuviera.
Michel se levantó, tendiéndole la mano a Paola, para que bailara con él en la improvisada pista de baile, que tenía el restaurante, con bastantes personas bailando.
Natasha acto seguido, también se levantó, fue hacia la pista e inició un baile sola en medio, entre extrañxs que bailaban al son de una salsa.
Michel la vio y comenzó a reírse. Le dijo algo a Paola al oído, y ella se retiró hacia la mesa dónde quedaban Gato y Danna.
Entonces Michel se acercó a Natasha por la espalda y la apretó contra él, agarrándola por el vientre.
—Nata celosa de nuevo, qué raro.—le susurró.
—Sólo vine a bailar, bobo.
Michel la volteó hacia él abruptamente, y la besó.
Ella se separó de inmediato.
—Mi amor, no en público.—le susurró enojada.
—Está bien.
Natasha agarró a Michel de la mano, agarró su bolso, Michel su chaqueta y se despidieron de sus compañeros.
—Me parece que me van a hacer madrina de sus hijxs.—comentó Danna a Gato y Paola entre las risas de los tres.
Natasha paró un taxi en la calle y agarrando a Michel, subieron. Le dieron la dirección al taxista.
Natasha no se pudo controlar e impulsivamente, besó a Michel apretándolo contra la ventana del taxi. En cuánto se dio cuenta de lo que había hecho, se apartó.
Michel inició una ráfaga de carcajadas con su peculiar risa, que hizo que el taxista mirase por el retrovisor.

En el hotel...

En hall, Natasha le pidió a Michel un segundo para ir al baño.
Entró en el baño, se vio en el espejo y suspiró. ¿Debía dejarse llevar de una vez? ¿Debía así, romper su relación con Shirk? Le venían voces de recuerdos, nuevamente: "¡No tires mi amor incondicional por ti porque nadie te va a amar como yo te amo!"
—¿Qué estoy haciendo? ¡Estoy siendo infiel! Yo odio esto... yo no soy así. Shirk no merece esto.
Agobiada, Natasha salió del baño vigilando que Michel no la viese y fue corriendo hacia el ascensor. Entró rápidamente y cuando cerraban las puertas, Michel la vio. Natasha negó con la cabeza y se cerraron las puertas definitivamente.