❝ DANGEROUS AFFECTION ❞
our connection is unnatural.
a book, present:
the love story of chiara and sam.
━ 𝐂hiara llega a Forks donde
encuentra a su pareja, don-
de todos los sucesos que
...
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▃▃▃▃
Mientras los chicos seguían discutiendo, Chiara caminó a pasos rápidos algo molesta hacia la cabaña de Sam siendo seguida por Antonella.
—¡Oye! ¿Podrías parar y responderme, Zia? —demandó la menor— ¿Qué rayos ocurrió hace un momento?
—No ocurrió nada. —dice la híbrida algo brusca.
—¿Segura? —ella asiente en respuesta— Mira, ahí está Sam, creo que iré a saludarlo y a esa chica que le está dando la mano. —dice Antonella.
Chiara se gira sobre sus talones al instante, con una expresión furiosa, buscando con la mirada al alfa, y al no encontrar nada, solo escucha la risa de Antonella.
—Estás celosa. —canturreó la vampiresa.
—Yo no estoy celosa.
—Parece lo contrario. Incluso podría decir que huelo tus celos desde aquí.
—Cierra la boca o voy a regresarte a esa grieta. —amenaza borde, entrando a la cabaña del Uley.
Sube los pocos escalones del pórtico a una velocidad humana, entra a la casa y llega al dormitorio que ella ocupaba.
Tomó ropa interior limpia, una toalla, ropa y algunas cosas para su higiene personal.
—Voy a ducharme, después lo harás tú.
—El agua no rebaja los celos, hermana. —se burla Antonella.
Chiara cierra la puerta del baño furiosa, queriendo negar la razón de su enojo.
Sam era libre de hacer lo que quisiera, ellos no tenían ninguna relación. Y si el Uley decidía tener una novia pues bien por él, él no le importaba a Chiara, pensaba la italiana mayor mientras enjabonaba su cuerpo.
Estaba metida en sus pensamientos, peleando con ella misma, insultando a Antonella, a Sam y a esa tal Leah, que ni siquiera escuchó el sonido de la puerta abrirse, pero escucha cuando la cierran, lo cual la extraña, por lo que abre un poco la cortina de la ducha y asoma la cabeza, el aroma de Antonella llega a su nariz y ve que su ropa junto a su toalla ya no están.
—¡Vaffanculo, Bianca! —grita en italiano Chiara aún más furiosa de lo que ya estaba.
Antonella reía por lo bajo desde la sala de estar de la cabaña del alfa de la manada quileute, mientras su hermana mayor soltaba todo tipo de insultos en italiano desde el baño.