18. voglio adorarti.

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capítulo dieciocho
QUIERO ADORARTE

capítulo dieciochoQUIERO ADORARTE

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▃▃▃▃

TW. Contenido sexual explícito.

Sam correspondió el beso, era rápido y apasionado, casi hambriento. Ambos estaban más que extasiados, y Chiara sintió el calor invadirla cuando Sam la levantó en sus brazos, sosteniéndola de los muslos con sus manos.

La híbrida envolvió sus piernas en su cadera, sintiendo un gran bulto chocar con su entrepierna. Chiara llevó sus manos hasta el cabello de Sam, guiando el muy acalorado beso.

Y Sam no supo diferenciar si estaba en el cielo o en el infierno, pero sabía que Chiara lo llevaba a alguno de ellos sino es que ambos lugares.

Ninguno planeaba separar sus labios, el lobo la sentó en la encimera de la mesa, paseando sus grandes manos por su cintura. Pero Chiara se separó del beso, mas no del cuerpo del Uley.

Tú eres la razón por la que sigo aquí, Sam. —le confiesa, murmurando sobre sus labios— Eres el sueño del que no planeo despertar. Y el incontenible deseo que anhelo poseer, mi amor.

Sam se sorprendió ante lo dicho por Chiara, quien aprovecha para llevarlo hacia el sofá a una velocidad sobrehumana. El Uley queda sentado con Chiara a horcajadas en su regazo.

—Entonces, déjame demostrarte todo lo que siento por ti, Chiara. —dice Sam en un pequeño arranque de valentía, repartiendo algunos besos por la mandíbula y cuello de la híbrida.

Chiara suelta un suave gemido cuando Sam besa su punto dulce en el cuello antes de volver a sus labios.

Sam lleva sus manos hasta los botones de la blusa de Chiara, la mira a los ojos pidiendo permiso de tocarla. Ella solo asiente con la cabeza extasiada, aunque no pudo evitar que aquel gesto le pareciera algo tierno.

El Uley desabrocha la blusa de Chiara con una paciencia torturadora, que hace que la Lombardi se la quite por su cuenta de un jalón, quedando en sostén solamente.

—Tardabas mucho, amor. —le dice Chiara antes de besar su mandíbula y moverse suavemente sobre él.

Ella toma las manos del alfa llevándolas hasta su cintura y su espalda, Sam la aprieta hacia él, pegando aún más sus cuerpos si es que eso era posible.

Sam comenzó a bajar sus manos, paseando por cada centímetro del cuerpo de Chiara.

Acarició con delicadeza su espalda y cintura, mientras gruñía levemente ante los movimientos que la híbrida hacía sobre él, aunque eso no le evitaba que mirara las facciones de Chiara con adoración, había notado que tenía un pequeño lunar en su cuello, justo debajo de su mandíbula, muy cerca de su oreja y que casualmente le causaba bastante placer a la italiana cuando el metamorfo dejaba besos y suaves mordiscos ahí.

◖ oi, 𝔡𝔞𝔫𝔤𝔢𝔯𝔬𝔲𝔰 𝔞𝔣𝔣𝔢𝔠𝔱𝔦𝔬𝔫 ; s. uley ◗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora