Leí de nuevo la carta, una y otra vez, intentando encontrar alguna pista sobre quién podría ser su autor. Nada, no había ninguna. Decidí guardarla en el cajoncito de mi mesilla, donde poder tenerla a mano. Me tumbé boca arriba sobre mi cama y revisé el whatsapp. 4 mensajes de 2 conversaciones.
Por una parte estaba mi hermana, diciéndome que hoy dormía en casa de Axel, su novio. Es de las pocas alegrías que ha tenido durante estos últimos meses, y le agradezco mucho que no la haya dejado sola con lo mal que lo ha pasado, sobre todo, por mi culpa. Por otra, estaba Noemí, interrogándome por no cogerle el teléfono. Cuanto se podía llegar a preocupar por mí.
Me dormí sin querer y de madrugada me desperté. Por suerte, hoy era viernes, y mañana no tenía que madrugar, así que me puse unos vaqueros y una sudadera, me recogí el pelo el una coleta alta y me fui a dar un paseo. Desde lo de esta tarde, lo único que hago en cuanto mi mente tiene un momento de descanso es pensar en Kalen. No sé por qué, sólo sé que viene llena de preguntas sin respuesta.
Volvía a andar sin rumbo, perdida entre calles, con la imaginación al viento. Por una vez desde hace mucho volvía a imaginar. En el fondo supongo que quiero creer que ha mis padres les gustaría que fuera creativa, aunque siempre me regañaran por serlo. Sé que es engañarme a mí misma.
Me pongo los cascos y escucho "Twin Skeleton's" de Fall out boy. Que bien sienta hacer lo que quieres cuando quieres. Me siento en el columpio de un parque y, ¿por qué no? Me pongo a cantar a pleno pulmón.
"I just need enough of you to dull the pain
To get me through the night Until we're twins again
Until we're stripped down to our skeletons again
Until we're saints just swimming in our sins again
And there's a jet black crow droning on and on and on
Up above our heads droning on and on and on
keep making trouble till you find what you love
I need a new partner in crime and your shotgun"
Escuché risas detrás de mí, y me gire inmediatamente.
-Quieta fiera que te vas a quedar afónica.
-¿Kalen?
-El mismo. ¿Qué haces por aquí? A parte de alborotar todo el barrio con tu preciosa voz.
- Yo podría hacerte la misma pregunta, salvo que tú no tienes una excusa tan buena como la mía.
-¿Y cuál es la tuya?
- Tú mismo lo has dicho, cantar para amenizar a todo el barrio.
Se volvió a reír, no sé si de mí o conmigo, pero me contagió la risa.
-Venga, dime la verdad que haces aquí. Es tarde.
-¿Hoy no me vas a perseguir como un acosador en moto?
-Jajaja eso sólo entre semana, en finde soy muy tranquilo.
-Ni idea, me apetecía salir un poco. ¿Y tú?
-Simplemente no quería estar en mi casa.
-¿Y eso?
- No es asunto tuyo.
Au, eso duele. ¿Encima que me intereso por él?
-Volvió el chico amargado de siempre.
-¿No era un vampiro adolescente antisocial? A ver si te aclaras.
-Como digas....
-Venga, te acompaño a casa.
-No me quiero ir aún. Es más, creo que voy a ir un rato al puente. Me gusta escuchar el río, y el olor a humedad que hay por allí.
Me levanté y me puse en camino, cuando me giro y veo que viene detrás de mí.
-¿Qué haces?
- Te voy a acompañar a casa, aunque te recorras media ciudad antes.
¿Y eso lo iba a hacer porque....? Este chaval cada vez es un poco más raro, y cada vez me intriga un poco más.
-Prefiero ir sola, que mal acompañada.
-Luego soy yo el amargado.
-Disculpa, pero no soy de aguantar a gente que no conozco y que no me dejan conocer. Y puesto que tú no me vas a contar nada de ti, prefiero ir sola que con alguien del que no sé nada.
Dicho esto me giré, subí el volumen de la música y anduve rápidamente hasta mi destino. Estaba muy segura de todo lo que le había dicho, y confío completamente en que he hecho lo correcto.
Me apoyo sobre la barandilla, muy fría por cierto, y miro, sin ver nada, al cauce del río. Se le escucha avanzar con fuerza. ¿Qué me pasa realmente? Nunca me ha importado hablar con completos desconocidos. ¿Él es un desconocido? Sí, no... no para mí. Si bien jamás hemos hablado hasta ahora, sí que le he observado desde que íbamos a primaria. Para entonces tenía amigos, le caía bien a toda la clase, las niñas siempre hablaban sobre lo guapo que era... y yo... bueno, yo me fijaba más en cómo ayudaba a los pequeños, aunque apenas íbamos a segundo. ¿Dónde había quedado ese niño? Desapareció hace seis años, y no lo he vuelto a ver.
-Te dije que volvieras a casa.
Me giré. Hablando del rey de Roma...
-Y yo te dije que no quería estar con extraños.
-No necesitas conocerme más.
-Si quieres que confíe en ti sí, lo necesito.
-No quiero que lo hagas.
-¿A qué le tienes tanto miedo?
-No soy lo que esperas.
-No sabes cuáles son mis expectativas.
-¿Tanto piensas en mí que hasta me tienes expectativas?
Me ruboricé. ¿Lo hacía? Mierda, sí.
-Sabes lo suficiente Noxi. Que sepas más puede ser hasta peligroso.
-Sólo conozco tu nombre, que tienes una hermanita y que vives cerca de mi casa. Llámame loca pero eso no es conocer a alguien.
-¿Y qué más quieres saber?- su voz empezaba a sonar indiferente, dura..... era intimidante. Pero no me quedaría callada.
- Me podrías decir muchas cosas. Como por ejemplo, ¿por qué te preocupas tanto por mí?¿Qué te pasó para cambiar tanto al entrar en la secundaria?¿Por qué ya no quieres hablar con nadie?¿Por qué me llamas Noxi?
-Esas son muchas preguntas.
-Te dije que no sabía mucho de ti. ¿Me vas a responder?
Un silencio incómodo se interpuso entre nosotros. Estaba impaciente por descubrir si al fin mis dudas se disiparían para siempre, o si todas se quedarían ahí, en el aire, estancadas en este momento.
Le miré fijamente, aunque él no a mí. Se rascó la nuca, nervioso, y se giró para mirarme directamente a los ojos.....
ESTÁS LEYENDO
Nox
Teen FictionLe disparó, al fin logró disparar a la persona que más odiaba en el mundo, sin embargo no murió, las balas no atraviesan espejos. Por eso mismo cada de día se preguntaba cómo podía amar, y cómo podía ese amor ser correspondido. Cada día que pasaba...