Eddie Munson
La habitación estaba en completo silencio mientras la luz del día aún no aparecía. Un fuerte ronquido despertó al chico. Diablos. Había sido su propio ronquido.
Eddie apretó los ojos pensando en que no quería ir a la escuela y se abrazó mas fuerte a su almohada. De pronto se percató que ésta se sentía extraña. Más dura y delgada. Se movía
Diablos.El chico se levantó de un movimiento con su alborotado cabello cubriendo su rostro.
— ¿Despiertas siempre así o sólo tuviste una mala noche? — dijo Steve estirándose y después soltando un bostezo
— ¿Por qué habría tenido una mala noche? — espetó el chico a la defensiva, poniéndose de pie
— Bien, parece ser que el que hables y abraces de noche sólo afecta el sueño de los demás y no el tuyo.
— Yo no hablo dormido, estás loco
— Claro, solo despertaste a hablar de D&D y tú banda de la nada, en medio de tus ronquidos de motor y tus abrazos.
El rostro de Eddie se sentía totalmente caliente y estaba rojo, lo cuál era más evidente por su pálido tono de piel.
Odiaba la forma en la que solo el estaba siendo avergonzado. Estúpido Steve Harrington. Estúpido él y sus bromas. Estúpido trabajo que los había unido. Estúpido y perfecto e imbécil chico. Él y su estúpido cabello que aún despeinado se veía bien.Salió molesto de su habitación para meterse al baño, dejo caer sus cosas y se metió a la ducha. El agua estaba fría cómo de costumbre pero Eddie intentó aprovechar eso para olvidar lo que había sucedido.
Pero su mente sólo lo llevaba a la forma en la que se sentía estar abrazado a él. A la manera en la que sus labios se entreabrian mientras se quedaba dormido la noche anterior. Su olor. Su perfecto cabello. Su sonrisa.Estúpido Steve Harrington.
Steve Harrington.
El chico se levantó y rebuscó en los cajones de Eddie hasta que encontró una camiseta no tan grande. Para su suerte el estampado no era tan llamativo, solo el logo de "Queen" en color blanco, contrastando con el negro de la tela.
Logró también encontrar unos jeans oscuros que no estaban rotos y le quedaban bien.Después de vestirse se miró al espejo y comprobó que no se veía mal. Salió de la habitación justo en el momento en el que Eddie iba saliendo de la ducha con solo una toalla atada a la cintura y el torso desnudo.
Steve era heterosexual. Obviamente.
No había nada extraño en haberlo abrazado. Los amigos se abrazaban.
No homo.
Tampoco había nada extraño en llevar medio minuto contemplando el cuerpo de Eddie. Ni estar memorizado cada tatuaje. Ni el ver atento como las gotas resbalaban por su piel. O la forma en la que su cabello se pegaba a su cuerpo.— ¿Se te perdió algo? — dijo Eddie brusco, sacándolo de sus pensamientos
— Ah no, nada — dijo Steve nervioso — solo estaba esperando que me dijeras algo de mi nuevo look
Señaló la playera
— Cierto. Sigues pareciendo un tonto pero jamás te habías visto tan guapo, Steve Harrington — dijo Eddie sonriendo antes de entrar a su cuarto.
“ GUAPO.”
———
Los chicos habían pasado todo el desayuno discutiendo y la comida había terminado por eso pegada en el sartén e imposible de comer por lo cual tuvieron que conformarse con pan tostado y fruta. En el camino también habían discutido por qué música poner en el auto.
Pero mientras se acercaban a la escuela, de alguna manera, todo se sentía bien. Hasta que...
— Para.
— ¿Eh?
— Que pares el auto, Harrington.
Steve confundido le hizo caso y manejo hacia la orilla para detenerse. Eddie se quitó el cinturón y abrió la puerta.
— ¿Qué haces, Munson?
— Vamos, Steve. No puedo permitirme llegar contigo en el mismo auto. Mi reputación está de por medio.
Aunque su sonrisa era burlona al igual que su tono de voz ambos sabían porque lo estaba haciendo. La mitad de la escuela ya detestaba a Eddie, pero Steve era el chico popular. Si lo veían demasiado con el "freak" del lugar todo se vería afectado.
— Eddie, no tienes que...
— Oh, claro que sí, Harrington. Ambos lo sabemos.
— Pero...
— ¿Quieres llegar conmigo a la escuela?
Eddie miro fijamente a Steve. Éste quería contestar que si. Pero un pánico comenzó a entrar en su pecho. ¿Que iban a decir de el? ¿Y si lo comenzaban a atacar por eso? ¿Y sus amigos? ¿Y Nancy?
— Creo que... Quizás tienes razón Eddie.
Eddie asintió y repitió muchas veces que estaba bien. Incluso sonreía al cerrar la puerta y despedirse. Pero Steve sabía lo que había visto en sus ojos. Tristeza. Decepción.
Steve estaba molesto con muchas decisiones que había tomado en su vida. Pero mientras avanzaba en el auto y veía a Eddie por el retrovisor supo que jamás se había odiado tanto a si mismo cómo en ese momento.
————
Eddie MunsonEl chico caminaba a la escuela sintiéndose de una forma en la que no le gustaba. No estaba sorprendido por la decisión de Steve. Era lo que había que hacer. Pero era conciente de que en su interior estaba sucediendo algo más.
Eddie sabía que era gay desde muy pequeño. Sentía por los hombres lo "que se supone que debía sentir solo por las chicas". Al darse cuenta había tenido un ataque de pánico. Pero, con ayuda de su tío, ahora se aceptaba por cómo era.
Nadie más lo sabía.
El pueblo ya lo odiaba por la manera en la que se vestía y la forma en la que lucía. Criticaban su cabello y sus hobbies.
En un pueblo lleno de homofobia y que ya lo despreciaba era imposible ser el mismo. En esos años el ser gay era una aberración. El de por sí ya era un monstruo para ellos.Por eso se había prometido no fijarse en ningún chico de ahí. Podría simplemente enfocarse en algo más y quizás algún día irse, lograr que el mundo viera que el amor era eso, amor. Pero mientras caminaba y sentía las lágrimas juntarse en sus ojos supo que sus planes estaban fallando.
¿De todos los chicos precisamente él? Eran polos opuestos. Era imposible. El ra popular. Una estrella de preparatoria. La gente lo amaba. Tenía a su perfecta ex novia con la que seguro algún día tendría mil hijos y una familia.
El chico más heterosexual del mundo.De toda la gente... ¿Por qué tenía que estarse enamorando precisamente de Steve Harrington?
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Before You Leave [FANFIC STEDDIE]
Fanfiction01/Sep/1986 Querido Eddie: A veces me pregunto cómo hubieran sido las cosas si tú y yo no hubiéramos peleado hace tanto. Me pregunto si hubiera sido diferente, ya sabes, si no hubiéramos actuado cómo completos extraños éstos últimos días después de...