Before You Leave [FANFIC STEDDIE]

Hawkins 1984 XI

Eddie Munson

Había muchas cosas que no le gustaban de la escuela, tanto que podía hacer una lista:

1. Las clases.
2. Los maestros.
3. Los alumnos.

En su mente, podía enumerar perfectamente todas la razones por las que faltar aquel día eran una opción. Tenía que pensar ahora ¿qué razones tenía para ir a la escuela?

1. Steve Harrington
2. Ver a Steve Harrington.
3. Quizás besar a Steve Harrington.

Listo. Era todo lo que necesitaba. Definitivamente iría.

Miró su reflejo en el trozo de espejo que tenía antes de salir. Su cabello ya casi rozaba sus hombros por el largo y su rostro delgado se veía aún más pálido por ésto. Sin embargo había algo en él muy diferente. Sólo saber que vería a Steve le hacía brillar de otra manera.

Caminó por los pasillos de la escuela sosteniendo su mochila en la mano y buscando con la mirada al castaño cuándo algo llamó su atención. Eran un montón de chicos riendo y rodeando algo... O alguien.
Eddie conocía muy bien esa escena, usualmente era él quién estaba en medio de eso. Caminó con lentitud tratando de ver qué sucedía.

— Eres un marica, acéptalo — decía un chico con un uniforme de baloncesto, se veía cómo el mayor de todos. Al escuchar la palabra un escalofrío recorrió la espalda de Eddie.

— Por favor, basta — murmuró una voz entre ellos, apenas audible

— ¿O qué? ¿Irás llorando con mamá?

— ¿O con el imbécil de tu hermano?

Los chicos reían cómo idiotas a su alrededor antes de comenzar a vaciar la mochila del indefenso muchacho y patear algunas cosas. Eddie quería defenderlo, en verdad que si. Pero su instinto le insistía que debía irse.
Estaba indeciso cuándo el sonido de la campana que marcaba otra clase hizo que los pasillos se llenaran de alumnos y los acosadores se alejaran.
Entonces Eddie caminó al lugar y en el piso recogiendo sus cosas pudo identificar a Will Byers.

Eddie no sabía mucho de el, solo que hacía unos años había desaparecido (incluso el había formado parte del equipo de búsqueda) pero nada más.
Se agachó, haciendo que el menor se sobresaltara.

— Hey, tranquilo. Solo te quiero ayudar.

Will, que aún tenía lágrimas en sus ojos, dudó unos segundos pero al ver que Eddie solo estaba recogiendo sus cosas asintió y comenzó a hacer lo mismo.

— Eh... ¿Estás bien?

— Si — dijo en voz apenas audible — siempre lo estoy.

Eddie pudo ver unos cuántos dibujos que se habían desprendido de la libreta.

— ¿Tu hiciste esto? — dijo entusiasmado

— Si..

— ¡Son increíbles!

— ¿En serio... En serio lo piensas?

— Por supuesto y esto... ¡No me digas que son de D&D?

El entusiasmo en la voz de Eddie hizo que Will se relajara e incluso sonriera más emocionado.