Hawkins 1984, VI

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Steve Harrington

La semana transcurrió de la manera más lenta posible. Steve quería decir que sólo era cuestión de los trabajos y tareas que tenía que entregar pero en el fondo sabía que se debía a Eddie. Desde ese día el chico lo había estado evitando, se daba la vuelta cada que se veían en la escuela y había cancelado el verse ese fin de semana para seguir con la tarea.

No lo entendía y no le gustaba admitirlo pero sentía un hueco extraño en su pecho. Había pasado de no llevarse bien con Eddie a extrañar su presencia, sus sarcásticos comentarios. A él en general.

Sus padres, ausentes, no lo notaban. Pero el vivía con el temor constante a fallar. A no ser lo que los demás esperaban.
Era un complaciente. Haría lo que fuera por encajar (por eso era un imbécil en sus primeros años en la escuela).

Pero con Eddie era diferente. Sabía que nunca encajaría y eso, por primera vez, no era algo malo. Ambos se complementaban. Se retaban. Se impulsaban uno al otro.
Con Eddie no tenía que fingir. Podía ser él, con todo lo bueno y lo malo. Y Eddie lo haría sentir que estaba bien.
Con Eddie todo era bueno.
Y por temor al que dirán lo había arruinado.

Eddie Munson.

¿Qué esperaba? ¿Que Steve y el llegaran un día de la mano? ¿Que Steve verdaderamente se paseara por la escuela con la camiseta de Hellfire?
Ellos estaban juntos por un trabajo. Fin. Se llevaban bien pero seguramente al finalizar Steve volvería a su mundo donde Eddie Munson era un cero a la izquierda. Un freak del montón.
No era diferente... Pero el deseaba tanto serlo.

No era enamoramiento. No. Era un crush. Era Eddie siendo estúpidamente hormonal, cómo porrista adolescente cayendo por los encantos del chico popular.

Eddie había pasado una semana tormentosa, extrañaba todo lo relacionado con Steve y el recuerdo de dormir a su lado quemaba en su mente. El recuerdo estaba ahí, listo y traicionero para aparecer en cualquier momento, en cualquier circunstancia. Pero la distancia iba a funcionar. El iba a dejar de pensar estupideces, iba a enfocarse en terminar el maldito trabajo y volver a su mundo.
Ambos lo harían. El se enfocaría en la escuela y Steve estaría con alguna chica estúpidamente perfecta siendo coronado cómo estúpido rey en el estúpido baile.

Iba a superar todo.... Excepto que, por el contrario, no lo hacía. El sentimiento iba en aumento. Lo veía y solo quería volver a estar con él.

"Tu problema no es ser gay, Munson. Es que eres un imbécil." se repetía a si mismo una y otra vez.

Los días seguían pasando y sólo tenían una semana para terminar el trabajo, después de eso podría desaparecer el siguiente mes de la escuela. Todo volvería a dónde debía estar.

Estaba en el estacionamiento, mordiendo su uña y moviendo su pie de manera rítmica. No había ni rastro de Steve, decidió recargarse en un auto tratando de calmar sus nervios. Nada podía ser peor ya.

— ¿Por qué rayos estás en mi auto?— dijo una voz a sus espaldas

Billy. Billy Hargrove. Claramente tenía que aparecer él para recordarle que todo podía empeorar siempre.
Eddie se levantó, sonriéndole ocultando su temor. Saludó con la mano a Max, pobre chica. Su rostro mostraba el desprecio que le tenía al hombre a su lado.

— Estoy cuidandolo, por supuesto — dijo logrando un tono relajado — aquí suelen perderse muchas cosas

Cállate.

Before You Leave  [FANFIC STEDDIE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora