She's My Religion (Lumity)

🌓 09 🌓

Habitación de Luz 4:45pm

Con la música retumbando en las paredes de su cuarto, Luz se encontraba estresada e indecisa por como se veía en el espejo, llegando a cambiarse por décima vez consecutiva. Así que sintiéndose frustrada, tomó un cigarrillo de la caja que reposaba en la mesita de noche, se acostó en su cama al mismo tiempo que jugaba con él entre sus dedos y pensaba en la situación.

Era incomprensible porque parecía que hoy fuese difícil decidir que ponerse. Usualmente no tenia problemas con eso y conforme más lo meditaba, quedaba claro que estaba nerviosa y con mucha razón, pues se vería con Amity, hecho que por nada del mundo planeaba cancelar.

Estaba emocionada por verse con ella, ya que indicaba un avance que hiciera tiempo para reunirse, además, esta salida significaba mucho gracias a que la de ojos ambarinos le pidió prestado el primer libro de la buena bruja Azura y anhelaba que todo saliera bien.

De ninguna manera quería ilusionarse con la idea de que Amity leería su historia favorita para comprenderla, más era inevitable. Con cada conversación nocturna se daba cuenta del esfuerzo que hacía para acercarse, ya sea preguntándole por su día, o compartiendo con ella sus estrategias de estudio al tratarse de temas tan densos como la termodinámica, y lo apreciaba profundamente. Por lo que no sonaba descabellado tener esa esperanza ¿Verdad?

Deteniendo la música de su celular, buscó en los cajones su encendedor con el objetivo de fumar para calmarse un poco y tal vez aclarar las ideas en su cabeza, cuando no lo sintió en ninguna parte, por ende se afincó con su brazo izquierdo en la cama para rebuscar en sus cajones sin poder ubicarlo, logrando que se acostara en su cama nuevamente mientras se imaginaba donde estaría y quien lo tendría, sabiendo la respuesta de sobra.

Luz se levantó decidida a recuperar su encendedor, y saliendo de su habitación, tocó a la puerta del cuarto de su prima.

— Vinini, necesito que me devuelvas mi encendedor, por favor —pidió, recostándose en la puerta para escuchar.

—Es muy temprano para eso, ¿no crees, Luz? —respondió con ironía— Además... ¿Dónde quedó eso de "solo lo hago cuando los clientes me estresan demasiado"?

—Viney, sólo... regrésame mi encendedor.

Al sonar hastiada, Viney paró de bromear, por tanto sintiéndose preocupada y tomando una actitud más madura, se dirigió a la puerta con el encendedor en mano, dudando sobre su decisión.

Una vez que giró la perilla y detalló el rostro angustiado de su prima junto con su cuerpo esbelto a medio vestir, se consternó tanto que, gracias a ese instinto protector que tiene con ella, quiso averiguar el motivo aparente de su malhumor.

—¿Qué sucede Lu? Se supone que deberías estar lista para salir... ¿Tu salida con la chihua- digo, Amity se canceló?

—No es eso —expresó con frustración, desviando la mirada y rascándose la nuca— Es que no se que me pasa. Quiero ver a Amity, pero no se porque siento que todo lo que me pongo me hace ver horrible...Y... ¡Rayos! ¿¿Porque tengo que ser así??

Debido a la inmensa estupidez que sentía, el arrepentimiento la atacó, ocasionando que el nudo en la garganta al igual que la sensación de tener el estómago revuelto le abrumara. Sin embargo Viney le dió unas palmaditas en el hombro con el fin de reconfortarla.

—¿Por que no me pediste ayuda Luz? —preguntó.

—Porque...No quería ser una molestia para ti —Luz admitió algo avergonzada.

Viney suspiró, pareciéndole un poco decepcionante que su prima creyera que ella podría percibirla como tal aún si jamás le había dado razones, por eso, tratando de animarla e incluso devolverle la seguridad que solía tener, se puso de puntillas y con una sonrisa sincera, tomó sus mejillas sin soltar el encendedor y comenzó a amasarlas.