Cambie (1 temporada/parte 3)

Capitulo ocho

—¡¿Serena, estas bien?!

—si, solo es un agotamiento de energía.

—perdóname por tener que pedirte que te muevas, ahora mismo no tenemos mucho tiempo, tenemos que ir a por el cetro de los comienzos

Según lo que me dijo Hideki, él tiempo se nos está acabando, nuestro tiempo está llegando a su límite.

—¿estoy bien pero por que tan repentino?

—por que el momento se acerca —Hideki dio un paso adelante y habló con Serena— me presento princesa Serenity, soy Hideki la reencarnación de Elian.

Espero que pueda entender lo que tratamos de decir. Es muy complicado explicarlo ahora por que están ellos y el tiempo es apretado por que es descongelamiento de Ian acabará pronto.

—... —por unos minutos, ella no hablo y nuestras miradas cruzaron, asentí que era de confianza— ¿por que estás aquí?

—porque solo queda usted princesa, debe recuperar su memoria y poder ahora.

Serena pareció estar pensando en una respuesta. No puede confiar mucho en Hideki pero ya tiene mi confianza y se aprueba que él es la reencarnación de Elian, no debe haber ningún problema para ella no poder creerlo.

—...bien, vayamos ahora

—un momento Serena, ¿que-que está sucediendo? ¿Quienes son ellos?

Olvide por unos momentos de la existencia de esas personas.

—esto es un caso de emergencia, hablaré con ustedes cuando regrese.

—¡Alex!

Chasquee los dedos y un sello mágico salió de nuestros pies.

—¡Serena espera!

—¡Chibiusa no entres al círculo!

.
.
.

—maldición, ¿ahora tenemos que lidiar con una niñita?

—tranquilo, tranquilo, podemos llevarla de regre- ¡esquívenlo!

Una bola sombra cayó de arriba. Serena agarro a la niña y esquivaron el ataque mientras yo y Hideki nos separamos para esquivar.

—¡¿estáis todos bien?!

—¡si!

—¡no os penséis que con venir aquí os salvaréis de mi! ¡Supernova!

Las explosiones comenzaron a aparecer y a crear nuevos cráteres en la Luna.

Su poder había disminuido considerablemente y ahora era el Ian que tenía un poder de categoría alta.

(Con Serena)

Todo ocurrió muy rápido, la reencarnación de Elian, la repentina noticia de ir al la Luna, Chibiusa que terminó entrando al círculo y juntos nos teletransportamos hacia el milenio de plata y más tarde, nos comenzaron a atacar.

—¡supernova! —Hideki devolvió el mismo ataque contrarrestando al de Ian-san— ¡Serena, entra al palacio y busca tu cetro!

—¡pero-!

—¡regresa una vez que recuperes tu poder!

—¡no puedo dejar sola a Chibiusa!

—no te preocupes Serena, estaré bien por mi cuenta, yo también soy una Sailor.

—¡mocosa estupida, no estarás para nada bien, con solo golpearte ya morirías enseguida! ¡Serena, lleva a esa niña al cuarto que solías usar!

—¡no soy una mocosa! Y soy-

—¡vamos Chibiusa! —agarre la muñeca de Chibiusa— ¡no sueltes mi mano!

La mire con una mirada seria, esto no es algo sencillo como un juego de niños.

Fuimos un par de veces atacadas en el camino al palacio pero los chicos nos protegieron y de vez en cuando, nosotras la esquivábamos.

Al fin entramos al lugar seguro, tome el camino derecho, también pase por algunos otros pasillos hasta llegar a una puerta grande, blanca y majestuosa.

—aquí Chibiusa —entramos a esa habitación— Chibiusa, tienes que prometerme que pase lo que pase nunca salgas de aquí hasta que yo llegue, ¿si?

—¡Pero yo también soy una Sailor, puedo luchar-!

—Chibiusa, esto no es un juego. No metas tus narices en donde no debes

—...si, me quedaré en esta habitación.

—bien, por favor, no salgas de aquí.

Abrí la puerta y salí con cuidado, puse una doble barrera donde nadie podría entrar o salir, una barrera protectora.

Me sentí más tranquila y tome el camino a sentido contrario. Fui corriendo a más velocidad que antes, mi corazón palpitaba del miedo y de los nervios.

El camino fue demasiado largo pero al fin llegue al lugar donde no había nada.

—solo el Cristal de plata

Agarre mi broche y saque el Cristal de plata. Lo puse frente a la pared y solo unos segundos después, comenzó a reaccionar.

Un pequeño sello mágico que media lo mismo que el Cristal de plata y que destacaba la luna menguante.

De azul clarito se volvió a amarillo, una línea comenzó a dibujarse desde el suelo hasta el techo y de ahí, como si fuera una puerta, la pared se abrió.

—increíble... —me golpee un par de veces la mejilla— no, ahora no es momento de sorprenderse, mejor entremos antes y agarremos el cetro.

Entre por la puerta, el fondo era oscuro y me daba miedo por donde pisaba.

¿No aparecerá ningún hoyo que me haga caer? ¿Tiene esto una seguridad estricta? ¿No me atacarán con láseres o espadas? ¿Y si usan magia para-?

—que tonta soy, ¿como no se me ocurrió usar magia para iluminar la habitación? —Con el dedo índice, una pequeña luz salió.— no es mucho pero al menos puedo ver.

No había nada especial en la habitación, solo libros y cuadros. ¿No hay ningún interruptor para encender las luces?

Oh, lo encontré

Al pulsar el interruptor, la habitación comenzó a temblar y una bola transparente gigante y fuerte descendió del techo, cuando la bola tocó el suelo, el se encendió de electricidad.

—¡¡ya decía yo por que este lugar no tenía un sistema de seguridad adecuado!!

Salí corriendo de inmediato, la bola comenzó a rodar y rodar con electricidad.

Solo había un pasillo y ningún lugar donde esconderse. ¿Seré arroyada?

—¡¿por que me tiene que pasar esto?!

Mientras corría, sentí que había pisado algún otro interruptor. No sabía que encendía pero seguí corriendo sin poder pensar claramente por que detrás de mi me estaba llamando un espíritu de la muerte.

Más adelante, el pasillo se cortaba pero luego seguía. Esa parte vacía estaba muy larga como para poder saltarla.

Con mi magia, use hielo y cree un puente de hielo que aparecía cada vez que yo daba un paso.

Cuando llegue al otro lado, la bola ya no estaba detrás mía.

—seguro debió haber caído por ese lugar

Mire atrás pero luego seguí corriendo sin pisar hielo. Mire a los otros lados y solo había más y más retratos de la familia real de la Luna.

Más adelante, vi una puerta tres veces más grandes que la habitación en que dejé a Chibiusa.

—al fin... al fin llegue

Estaba muy agitada. Corrí demasiado tiempo hasta llegar a esta puerta que seguro dentro está el cetro.

Entre a ella y...