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ᴀʟ ғɪɴ, ʟʟᴇɢᴏ́ ᴍɪ ʀᴜᴛᴀ. ;)
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—Este vestuario es precioso... El detalle de las nubes y los toques de blanco me hacen sentir tranquila e inspirada... Así que lo elijo.— Dije con confianza mientras miraba el vestido, imaginando cómo me vería con él.
—Sí, tienes razón... Ese vestido tiene algo. Aunque bueno, tengo que aclarar que todos son bellísimos porque los escogí yo— Mencionaba Tails orgulloso, mientras se rascaba la nuca.
—Bueno... ¿Le dirás a Silver sobre mi decisión?— pregunté mientras me levantaba la blusa para cambiarme, sin quitármela, claro.
—Sí, sí... De hecho, lo haré ahora. Sabes que el hecho de que yo no quiera salir contigo no te da derecho a desvestirte frente a mí, ¿verdad?— Interrumpió entre risas, tapándose la cara con sus manos y dirigiéndose a la puerta.
Después de unos minutos, casi lista, se escucha un grito lo suficientemente fuerte como para sobresaltarme. Sin haberme puesto los tacones aún, bajé torpemente las escaleras de la casa de Tails y Sonic, notando inmediatamente que el erizo azul había sido el autor de ese estruendoso sonido.
—¿Qué pasa aquí?— Cuestioné.
—Nada. Ya le dije sobre tu decisión— Contestó Tails mientras agarraba fuertemente a Sonic del brazo para que se calmara. Siendo algo impresionante, Tails era realmente más bajito que Sonic y el hecho de que el zorro pudiese mantenerlo al margen me parecía más un don que otra cosa.
Volví a subir para ponerme mis tacones y al estar lista, bajé de nuevo, esta vez hasta la sala. Mientras esperaba a Silver, me puse a leer algunas revistas sobre el Team Sonic, que se encontraban en un librero cerca del sofá.
Después de unos pocos minutos, al atardecer, alguien toca la puerta. Al escuchar, me dirigí inmediatamente a abrir... Y sí, era él.
—Hey, ¿qué tal?— Dije.
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