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-¿Qué hay?- Una voz conocida de escucha a los lejos.
-¿Sonic? ¡Ayuda! Me han encerrado aquí- Exclamé desesperada, a lo que el cobalto se cruza de brazos, con una brillante sonrisa.
-No recuerdas nada de lo que pasó, ¿verdad?- Suspira, para después soltar una risa.
-C-Claro que lo recuerdo... Pero prometo que no he sido yo. Fue como si algo me controlara y no pudiera tomar el control de mi cuerpo- Le expliqué a Sonic.
El erizo azul vuelve a reír, parece que la situación le resulta graciosa.
-Bien, bien (T/N). Ya escuché todo lo que tenía que escuchar, ahora... ¿Qué te parece si vamos a contarle al respecto a Tails?- Sus brillantes ojos verdes me miraban confiado y a la vez, tranquilo.
-S-Sí, por favor sácame de aquí- Supliqué.
-¿Prometes no golpearme como lo hiciste ayer?- Murmura Sonic con una sonrisa de oreja a oreja.
-¡Sonic!- Le exclamé molesta.
-Vale, vale... Ya te saco...-
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-Hola, ¿estás bien?- Murmura una voz grave, al otro lado de la habitación.
-¿Shadow...? Sí, sí... Estoy bien... Sácame de aquí por favor.-
-Tails me dijo que te había traído aquí. ¿Puedes explicarme qué demonios pasaba por tu cabeza?- Cuestiona el erizo, con los brazos cruzados, parecía molesto.
-No fue mi culpa, Shadow. No recuerdo muy bien lo que pasó, pero sé que no era yo. Esas alteraciones que me ocurren me están asustando, y no puedo controlarlas.- Dije, intentando tragarme las lágrimas.
-Lo entiendo, pero necesitas encontrar una manera de controlar eso. No podemos permitir que nadie salga herido por accidente.- Shadow parecía tan comprensivo que me asustaba un poco.
-Lo sé, lo sé. He estado intentar saber porqué me pasa, pero no sé qué hacer. Me da miedo lastimar a alguien o hacer algo de lo que me arrepienta.- Dije cabizbaja, antes de ser liberada por Shadow, más rápido de lo que imaginé, realmente.
-No te preocupes, estoy aquí. Juntos encontraremos una solución. Pero primero, necesitamos hablar con Tails y explicarle lo que pasó.-
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Se escuchan unas suaves pisadas. -Hola... ¿Estás bien...?- El erizo albino se dirigía a mí, parecía levemente asustado al verme.
-Sí... Sí, estoy bien, gracias...-
-Me alegra escuchar eso. Tails me dijo que por la alteración que tuviste hace días y te encerró aquí. ¿Puedes decirme qué pasó?- Silver se acerca a mí, viéndome a través del cristal que nos separaba.
-No sé bien qué pasó pero, no me gusta que pase... No quiero que alguien salga herido por ello...- Sollozé.
-Lo entiendo, no es tu culpa. Pero necesitamos hablar con Tails...-
-Intenté detenerme, pero... No pude- Me sentía realmente mal.
En eso, el erizo me saca del sitio donde estaba encerrada, desbloqueándo la puerta.
-No te culpes, no puedes luchar contra eso sola. Pero juntos encontraremos una forma de manejarlo.- Finalizó, antes de tomarme de la mano y llevarme con Tails.
