12 | Propuesta

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La primera persona en comentar cinco veces el emoji del conejo (🐰) le dedicaré el próximo capítulo...
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POV ARYA
18 años

Al leer más a fondo el periódico de hoy, noté que aquellos títulos únicamente demostraban el poco conocimiento que tenían sus creadores con respecto a nuestra relación.

"Misteriosa joven junto al líder de Black Moond, ¿Serán indicios de una posible relación sentimental?"

"Imágenes exclusivas de la presunta amante del nuevo gobernante de Black Moond"

¿Amante?, ¿Desde cuándo yo estoy con alguien? Qué absurdo. Apenas y había conocido a mis destinados hace unas horas y ya estaba metida en problemas.

No era para nada bueno revelar mi identidad ante el público sin antes coronarme como Luna. Era peligroso, demasiado.

Había visto casos donde un Alpha encuentra su pareja y lo hace público, entonces ahí llegan los problemas, demasiados problemas.

Terminé llamando a mis amigas, en este momento estábamos debatiendo entre ir a la casa de los Black, o no, necesitaba hablar con los mellizos inmediatamente. Necesitaba que por favor no permitan que se difunda más esa información errónea.

—Yo digo que deberías ir. — comentó Montserrat.

—Pienso lo mismo, debes hablar con ellos. — la otra también estuvo de acuerdo.

Yo suspiré, realmente no quería aparecerme por ahí solo para decirles eso. Pero no había otra opción, no tenía algún contacto con alguno de ellos y sabía que lo único que podría hacer era ir a su casa.

Finalmente, decidí tomar la primera opción, ver a los mellizos. Llegué acompañada de mis amigas, y unos guardias nos recibieron en la entrada.

—Buenas tardes, señorita. ¿En qué podemos ayudarle? — uno de ellos se interpuso en nuestro camino.

—Buenas tardes, vengo a hablar con los líderes.

—¿Me permite su nombre? —

—Arya, Arya Peterson.

El hombre le dio una hojeada a una libreta y luego negó con la cabeza. —Su nombre no está en la lista de visitas del día de hoy.

—No vengo con previo aviso. Es un asunto de urgencia, necesito que me dejé pasar.

—Lo lamento, no tengo permitido realizar esa acción. Además, su rostro no me es conocido por aquí. — concluyó, dándome una última visualización.

—Llámelos, por favor. Verá que no soy una intrusa. — pedí, asegurándole por segunda vez que sí les conocía.

—No se encuentran. No puedo hacer nada por usted, pero cuando lleguen puedo avisarles que usted ha estado por aquí.

—Me haría un gran favor. — agradecí, aunque no era exactamente lo que quería. Al menos sabría que me tendría en cuenta y les avisaría a los mellizos sobre mi visita.

Estuve a punto de dar la vuelta y volver por donde vine, cuando una voz fuerte y demandante se escuchó a las espaldas del hombre, interrumpiendo mi paso.
—Kius, déjalas pasar. — me asomé un poco para ver de quién se trataba, y aquel aroma agridulce me envolvió por completo.

Era Eider. Creo. Aún no podía distinguir.

La puerta fue abierta, y yo y mis amigas pasamos inmediatamente.

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