SECUESTRO

8-Realidad

Narra Alexa
Un mes después

Despierto con el ruido de las armas, me gano a ver por la pequeña ventana, al parecer llegó un nuevo cargamento de ak-47 ya que se ven montones de esta, yo podría estar aprendiendo a disparar pero desde que intenté escaparme que todos los "privilegios" que tenía se acabaron, me dan un vaso de agua con pan en todo el día, me vigilan día y noche en estas paredes negras, al menos mis heridas se están curando bastante bien solo quedan cicatrices de la golpiza que me dio.

Anoche me tocó bailar el caño a un grupo de sujeto, intenté negarme pero entonces me mostraron fotos de mi madre, tienen vigilada a toda mi familia y si hago algo mal los liquidan enseguida. Ahora si que siento miedo de los Damnatus, son lo peor del mundo.

-No creo que puedas salir por esa ventana, es algo pequeña.- comenta Alicia entrando con su botiquín.

-Desearía estar muerta.- me quito la blusa para que me revise.

Me tumbo sobre la cama, echa una crema en las heridas que están con puntos de sutura.

-Si te duele me avisas.- empieza a sacar los puntos.

Lo hace con delicadeza hasta que los quita, pone unos pequeños parches en cada herida.

-Te puedo hacer una pregunta.- me vuelvo a vestir.

-Si adelante.

-Por qué me protegen tanto?, se supone que a una persona secuestrada la dejan para que sufra, primero me acuchilla Antonio, Beatriz casi me mata y aquí estás tú.

-Ni yo lo entiendo, eres la primera persona secuestrada que todos debemos proteger ya que el jefe nos lo pidió, supongo que te quiere ver bien para chantajear a tu padre, al fin y al cabo él es un estorbo en nuestro trabajo.

-Y yo soy la debilidad de mi padre.- me cruzo de brazos.

-Lo mejor es que seas obediente.- toma sus cosas.

-Beatriz me decía lo mismo.

Se detiene en la puerta antes de salir.

-Es curioso que Beatriz te haya protegido y aconsejado, es la peor persona que conozco, adiós Alexa.

Esto no tiene sentido, psicologicamente estoy demasiado mal sólo pienso en pegarme un tiro, al menos antes estaba Beatriz para salvarme y darme ánimo a su manera pero hace veinte días que no sé nada de ella, la argentina dijo que tuvo unos problemas personales pero eso no me convence, estoy segura que algo pasó.
Pensé que se iba a apoyar en mi para salir adelante luego de la última charla que tuvimos, joder creo que la extraño mucho. En que pienso maldita sea, me tengo que meter bien en la cabeza que todos aquí son mis enemigos.

Estampo mis manos contra el muro, la puerta se abre.

-Hora de tomar el sol.- se acerca y me pone las esposas, niega mirando como sangran nudillos.

-Y Sabina?.

No toma en cuenta mi pregunta y hace que lo siga.

Camino al lugar que vamos siempre con Sabina, es un sendero que llega hasta las orillas del río, al principio era genial pero luego de hacerlo todos los días me empezó a aburrir, lo único bueno es que me deja bañarme junto a ella pero de seguro él no me dejará, es un lindo día para acabar con todo.

Fuma un cigarro mientras sostiene la caña de pescar en sus manos, yo estoy sentada en una roca con mis manos atadas mirando como el agua corre sin detenerse, miro el cielo, dónde estás papá con todo esa policía para que me rescaten de esto.
Cierro mis ojos y me lanzo al río hundiendo mi cuerpo en el agua, de apoco se me empieza a cortar el oxígeno sintiendo que mi vida se va.

Narra Samuel

Me distraigo pescando, observo alrededor asustado, dónde mierda se metió Alexa, papá me mata si no llego con ella.
Me subo sobre una roca alta y entonces la veo ahí en el fondo del río, me lanzo de inmediato a sacarla.
La tomo con uno de mis brazos nadando hasta la orilla del río, quito las esposas de sus manos, le doy respiración boca a boca y presiono su pecho con desesperación, venga por favor respira, lo hago con más rapidez, de pronto reacciona y escupe toda el agua, la gano de lado para que le sea más fácil.

-Vaya susto me has dado.- me siento a su lado.

-Debiste dejar que muriera.- respira agitada poniendo la mano en su pecho.

-No podría cargar con otro muerto.

-Pero tú no me empujaste, yo intenté matarme ya no resisto ni un minuto más aquí.- se abraza a si misma.

-Te queda solo un mes aquí ya viviste lo peor, ahora es solo cosa de costumbre.

-Costumbre?, en un mes más puede que esté violada y con un tiro en la cabeza, antes confiaba en que me encontrarían pero han pasado 30 días y ni siquiera a habido un intento de rescate por parte de mi padre y se supone que es el mejor policía del país.- se echa a llorar.

-Yo lo siento.

-Tu eres un Damnatus, no lo sientas.

-Tu no elegiste ser secuestrada ni yo elegí al padre que me tocó, si estoy aquí aún es por ella, es la única persona que me importa en toda la vida.- tomo mi cabeza frustrado.- Ahora todo se va a ir al carajo.

-Si tanto te importa huyan de acá y sean felices.

-Mi padre nos encontraría enseguida, no hay forma de esconderse.- apreto mis manos con rabia.- Lo peor es que Beatriz no quiere dejar esto.

Se pone a lanzar piedras al río.

-Ves como las piedras pequeñas salpican menos agua?.- toma una grande y la lanza.- Pero esta grande salpica mucha más.

-Que quieres decir con eso?.

-Mientras más días sigan estando aquí mucha más sangre les va a salpicar, aún están a tiempo de ser la piedra pequeña.

Esta chica habla como mi madre, a pesar de todo la extraño, ella tiene otra familia, la vi cuando cumplí 20 años y entonces intentó sacarme de este mundo pero mi padre no se lo permitió, amenazó con matar a sus hijos si ella seguía insistiendo.

-Debemos irnos.- le pongo las esposas y la miro a los ojos.- No intentes hacerte daño, ten esperanza.

-Voy hacer todo lo que está en mis manos para suicidarme, esta es la realidad de mi vida, la batalla se perdió desde que llegué aquí.

La única que puede hacer entrar en razón a esta chica es Beatriz, espero llegue sana y salva de esa casa, mi padre la envió infiltrada, hace diez días que se perdió el contacto con ella, no me quiero imaginar lo peor.

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Esta gente está loca!!