29-Sin Ella

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La noticia de la captura de Beatriz se hizo mundial, de apoco fue ayudando a la policía logrando capturar a gran parte de los Damnatus incluido el imbécil de Antonio, Sabina se supo esconder y de vez en cuando nos juntamos para ponernos al día de todo lo que nos ha ocurrido.
Han pasado dos años desde el día que ella entró a la cárcel, desde entonces que no la he vuelto a ver en persona, intenté salir con un chico que conocí en el trabajo pero ella sigue en mi cabeza dando vueltas, sus malditos ojos de cielo se aparecen en mis sueños todas las noches sin darme tregua, me estoy volviendo loca, las sesiones con la psicóloga y el psiquiatra han aumentado pero nada de eso me ayuda, intento verme mejor para demostrarles que puedo ser la de antes, incluso me miento a mi misma para ser fuerte.

Estoy enfocada en irme del país cuanto antes y dejar todo mi secuestro atrás, es hora de hacer mi vida de nuevo o voy a seguir metida en este hoyo.

-Jefa la necesito un momento.- entra Emma en la oficina.

Emma se ha vuelto de gran ayuda en lo que hago, es súper inteligente y rápida para hacer el trabajo, además que tiene un carisma increíble que a los clientes les encanta, es difícil asimilar que sea hermana de Beatriz, son demasiado diferentes entre sí.

-Dime que pasa.- me concentro en ella.

-Escuché un rumor de que se nos va a ir de la empresa.

-Si, pedí el traslado a latinoamerica y lo más probable es que me vaya a Chile en unos meses más.

-Por favor no lo haga.- se sienta en frente de mi escritorio.- Usted es como mi hermana mayor, todo lo que sé lo aprendí de su gran sabiduría para esto.

Uf que mejor no haga esa comparación.

-Yo te quiero mucho, eres una chica con demasiado potencial por delante, vas a ser capaz se sobrellevar todo esto y por eso que mi puesto te lo dejaré a ti.

Río al ver la expresión de su rostro, casi se me desmaya.

-Yo, no se que decir.- pone la mano en su pecho.- La puedo abrazar?.

-Claro.- me paro de la silla.

Rodea sus brazos a mi cuerpo con todas sus fuerzas casi dejándome sin aliento.

-Muchísimas gracias señorita Alexa, esto es como un sueño hermoso en medio de la cruda realidad.- llora de la emoción.

-Dímelo a mi que estoy sumergida en la depresión, ya no se que hacer.

Ella sabe todo lo que hubo entre su hermana y yo.

-Debe luchar para salir de esta o buscar otra solución en la cual cree que es la menos acertada.

Vuelvo a mi asiento pensando en lo último que acaba de decir, si que tengo una solución pero es casi un suicidio.

-Lejos de aquí voy a superar todo esto, me iré contenta sabiendo que mi puesto queda en buenas manos.

-Y yo estaré feliz el día en que usted pueda reparar su corazón.- me da una cálida sonrisa y se va.

Tal vez deba ir a la cárcel para charlar aunque sea un minuto con ella o esta depresión va acabar con mi vida, soy una zombie desde ese maldito día.

Salgo en busca de aire fresco, camino dando paso rápido hasta llegar serca de la hermosa playa, el atardecer ya está por comenzar.

Me siento en la arena pensando en la daga de mi pecho, nada de esto estaría pasando si hubiese seguido con Fabricio pero su oscuridad es tan fuerte que caí a sus pies rendida, necesito que sus besos ericen mi piel y sentir ese fuego que me quema por dentro.
Lo bueno es que Fabricio también está pagando por lo que hizo, no solo estaba involucrado con las Damnatus si no que también con otra bandas rivales, fui tan ciega que nunca vi el hombre que había detrás de esa bella sonrisa.

****

Pasé toda la noche pensando en aquello que me dijo Emma, buscar la solución menos pensada, eso es justo lo que necesito y se quienes me van ayudar a organizar todo esto.

Salgo de la ducha poniéndome ropa cómoda, manejo hasta el punto de reunión que acordamos.
Me abraza a penas bajo del auto, observo a las demás personas que están a su lado, todos son ex Damnatus, hasta Alicia está en esto, uf pues no se si alegrarme o llorar.

-Supongo que no me van a matar?.- río un poco nerviosa.

-Tranquila que desde que los Damnatus se separaron ellos me siguen a mi.- pone la mano en mi hombro.- Y todos nosotros extraños a Beatriz.

-Lo que dice Sabina es verdad.- comenta Alicia.- Puede que Beatriz fuera una perra, hija de puta, engreída, violenta y egocéntrica pero desde que llegaste tu a su vida eso cambió un poco, todos extraños a esa cabrona y la queremos rescatar, verdad chicos?.

-Siii.- responden todos.

Son cuatro chicas y seis chicos, de seguro podremos formar un plan
Sabina me hace señales para que la siga hasta una camioneta donde quedamos las dos, nos sentamos en la parte trasera de esta.

-Mañana los guardias de la prisión rotan cada seis horas, el turno que más demora en cambiar es el de las doce de la noche, se producen diez minutos sin vigilancia y esa es nuestra oportunidad pero creo que tu debes quedar fuera de esto, si nos descubren tu estarás a salvo. Beatriz jamás me perdonaría si algo malo te pasa.

-Alto ahí, yo voy a ser parte de esto, es mi idea de sacarla de ese infierno.- le tomo las manos haciendo que mire mis ojos llorosos.- No se que hacer sin ella, me estoy poniendo loca de la cabeza, debo estar ahí con ustedes, si esto no funciona yo me voy a ir de este mundo, dime cobarde o lo que quieras pero ya me cansé de esta vida sin mis ojitos de cielo.

-No digas eso.- me abraza.- Tu eres fuerte, por ti vamos a lograr sacarla de esa mierda, tienes lo que te pedí?.

Saco las identificaciones que le robé a mi padre esta madrugada para lograr entrar a la cárcel y obtener las armas necesarias.

-Aquí las tienes.

-Cada uno tiene una tarea asignada, ahora hay que esperar a que todo salga bien mañana en la noche.

-Gracias mi querida Sabina.- me despido.

-Mañana nos vemos.- se despide el resto.

Solo queda esperar que todo se vuelva en nuestro favor porque necesito cuanto antes sus labios en mi boca.

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Será que va a funcionar?

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