19-Mariposas

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Le di ordenes a los policías que me custodian que si llega una chica la dejen pasar.

Me pongo a ver una película romántica acompañada de muchas palomitas de maíz. Escucho que tocan la puerta de seguro es ella que viene por el móvil, hablo alto para que me escuche.
Busco el aparato electronico por entremedio de la cama, juro que lo había dejado aquí encima. Siento que está parada, me giro y casi me da un infarto ahí mismo, queda igual de sorprendida de yo esto es una locura.

Cierro la puerta de la habitación, trago saliva asustada afirmando mi cabeza en la pared.

-No se si matarte o abrazarte.- me mira de pies a cabeza.

-Prefiero la segunda opción.- lloro de la emoción.

Me abraza con todas sus fuerzas, besa mi frente sonriendo.

-Creí que habías muerto, ni te imaginas cuanto me alegro de que estés viva, cada vez más guapa y radiante.

Me aparto rápidamente sin entender lo que dice.

-Escuché claramente cuando te dieron la orden para matarme, estás loca.

Muerde su labio tomando mi mano.

-De verdad creíste que Sabina te iba a dejar escapar como si nada.- me mira a los ojos.- Yo te salvé carita de ángel, les mentí a todos en su cara, fingi buscarte por todos lados para que no se dieran cuenta, jamás hubiese matado a la chica que me dio paz interior.

Me lanzo como un koala, salvó mi vida, ríe tomándome de la cintura poniendo un mechón detrás de mi oreja.

-Y sabías que estaba acá?.

-No carita de ángel, esto si que lo hizo el destino, ayer le mandé un mensaje a mi hermana porque la necesitaba pero ahora que te veo a ti se me alegró la vida, te extrañé joder no tienes ni idea lo feliz que estoy.- acaricia mi espalda.

-Sabes que no puedo odiarte, todos los días he pensado en ti.- me siento en la cama sin dejar de mirarla.

-Han pasado muchas cosas desde que te fuiste, ya no estoy con Samuel, él se va casar con otra, tengo el corazón echo un desastre.- se le ponen los ojos llorosos.

-Pero si él estaba súper enamorado de ti, de seguro es obra de tu jefe, no debes estar así de mal, Samuel se acaba de perder la mujer más fuerte y luchadora que hay.- hago que se gane a mi lado.

-Lo mejor es olvidarlo pero cuéntame de ti, como sigues con lo del imbécil de Antonio.- pone su cabeza en mi hombro.

-Es demasiado difícil, estoy en psicóloga y ahí vi a tu hermana ayer, Emma trabaja para mí.

-Después de todo el mundo es pequeño carita de ángel.

-Así es ojitos de cielo.- nos miramos frente a frente.

Nos acercamos la una a la otra lentamente, su nariz rosa con la mía haciendo que mariposas vuelven por todo mi cuerpo, pongo una mano en su cuello acariciando de este cierro mis ojos totalmente nerviosa, sus labios rozan los míos.
Me sobresalto al sentir que tocan la puerta.

-Amor soy yo ábreme.- habla Fabricio.

Abre sus ojos como platos, toma su casco dispuesta a salir.
La agarro fuerte del brazo.

-No puedo creer que sigas con ese hijo de puta, lo voy a matar.- está furiosa.

-En otra ocasión te lo explico pero ahora te debes ir, no quiero que los policías te encuentren ni menos que te sigas ensuciando las manos.

-Gracias por preocuparte por mi, cuidate carita de ángel.- besa mi mejilla.

No la suelto y la tiro hacia mí, es ahora o nunca debo aclarar lo que siento para acabar con la incertidumbre, besos sus labios con tanto deseo que me derrito por completo, su textura es tan suave con un leve sabor a fresa, es como si las mariposas volaran de mi interior hacia afuera, siento su sorpresa pero no me aparta me lo sigue de forma intensa haciendo que su lengua se pasee por toda mi boca con total libertad, quedamos mirándonos a los ojos la tomo de los hombros y vuelvo a juntar nuestras bocas, muerdo su labio, entonces se aleja poniéndose su casco y se va pasando por el lado de él.

Oh joder que hice, mis hormonas me jugaron una mala pasada.

Mi respiración está totalmente desatada tengo todos los pelos de punta el corazón va escapar de mi pecho, soy capaz de enloquecer con la persona que más daño me hizo y a penas logro besar al hombre que supuestamente amo, estoy mal.

-Estás bien?.- se acerca.- Quién era ella?.

-Una chica que va a la psicóloga.- miento lo más tranquila posible.- A que has venido?.

-Te traje esto.- me da una cajita.

Dentro tiene unos chocolates, una carta y una foto de nosotros.

-Gracias amor.- beso su mejilla.- No quiero ser descortés pero me gustaría que te fueras, hoy ha sido un día muy largo y necesito dormir.

-Si necesitas algo solo me llamas.- sonríe y se va.

Camino de un lado a otro pensando en ella, es inexplicable lo que me hizo sentir con solo besarla, en estos momentos es todo confuso.

Caigo sobre la cama muy frustrada, el síndrome de Estocolmo me agarró feo ahora puedo confirmar que ambas sentimos cosas.

Veo la carta que me dio Fabricio.

"Mi amada Alexa hoy cumplimos seis años de relación, se que no lo recuerdas por todos los problemas que tuviste que pasar por mi culpa, no soy un hombre perfecto pero si soy alguien que está dispuesto a esperarte hasta el final de sus días, yo te amo con todo mi corazón y alma no sé que haría sin ti. Gracias por todos estos años a mi lado sin dejar de apoyarme, te amo Alexa"

Oh mierda lo olvidé por completo eso me pasa por andar pensando en la ojitos de cielo, que se supone que tengo que hacer admitir que Beatriz me tiene loca o seguir fingiendo que soy feliz al lado del hombre que me arruinó la vida por ambición.

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Por fin un beso!!!!

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