9-Estamos A Mano

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Narra Alexa

Esperaba llegar a dormir pero me encontré con la sorpresa de que esta noche debo hacer lo mismo que hice con ella la primera vez, ahora seré yo quien dará besos con veneno, lamentablemente no tendré tiempo para pensar en mi próximo intento de suicidio.

Salgo de la ducha encontrando sobre la cama un vestido color gris acompañado de un par de tacones negros y un set de maquillaje.

Me dedico a arreglarme frente al espejo hasta que quedo bastante guapa, coloco en mi cuello el collar que me dio Beatriz, siento una pequeña nostalgia al pensarla.

-Vamos que el camino es lejos.- aparece Samuel vestido con un esmoquin negro.

Me acomodo en el auto encendiendo la radio, subo el volumen al escuchar la gran recompensa que se ofrece por dar algún dato útil sobre mí.
Deben estar desesperados para hacer algo así, tomo mi cabeza haciendo masajes en esta, siento la inyección en mi brazo, es hora de dormir.

**

Me encuentro en una habitación muy bella con vista al mar, me afirmo en el balcón sintiendo el viento contra mi rostro y si me lanzo por aquí, estoy en el piso 20 así que demás que muero, si mi psicólogo pusiera todo esto me interna, ni cuando mi hermano falleció tenía pensamientos tan suicidas, sinceramente estoy muy loca.

Camino hasta quedar en medio del escenario, empieza la puja llegando hasta los 1.2 millones de euros. Samuel ayudó mucho a que subiera el valor, finalmente el que pagó la alta cantidad fue un señor de unos cuarenta años aproximadamente, esta vez todos tenemos máscaras entonces no logro reconocer bien su aspecto.

Respiro profundo y froto el lápiz labial con sedante en mis labios, es hora de empezar.

-Eres demasiado hermosa.- se quita la máscara.- Te acuerdas de mí.

Oh mierda, se supone que nunca repiten o eso me dijo Beatriz.

-Señor Milán.- sonrío nerviosa.

Toma mis manos y las ata, pero que está haciendo.

-Se lo que hacen tú y la chica de ojos azules, se metieron con el chico equivocado.- pone un pañuelo en mi boca impidiendo que hable.- Ahora vas a pagarme la noche que me debes.

Me mete dentro de una furgoneta siento como si fuera la primera vez que me secuestraron, el mismo miedo invade cada célula de mi cuerpo.
Acelera a fondo yendo demasiado rápido por las calles, conduce por media hora hasta meterse en una especie de túnel y se detiene.
Hace que camine por una escalera que lleva hasta la entrada de una casa deteriorada, con la oscuridad se ve muy tenebroso todo.

Caigo al piso tomando un trozo de vidrio entre mis manos sin que lo note, me levanta fuerte del brazo, caminamos por un extenso pasillo hasta que me entra en una habitación totalmente oscura, a penas logro ver mi cuerpo.

-Tu problema no es conmigo yo estoy secuestrada por ellos, déjame en libertad y vas a ser muy bien recompensado.- suplico cayendo de rodillas.

-No intentes engañarme.- cierra la puerta dejándome ahí botada.

Muevo un pie contra el otro logrando sacarme estos horribles tacones, al menos el piso es de cerámica.

Acomodo el pedazo de vidrio haciendo que corte el amarre de mis manos.

-Ayuda.- escucho desde un rincón.

Trago saliva asombrada creo que la estoy imaginando, avanzo dando pasos cortos hasta ver una silueta sentada en el piso.

-Beatriz?.

Se pone de pie hasta llegar frente a mi.

-Ni te imaginas lo reconfortante que es ver tu carita de ángel, incluso con la oscuridad brillas.- sonríe.

Tomo el vidrio dejando en libertad sus manos, se lanza a mi como un bebé a los brazos de su madre.

-Como es que estás acá.- acaricio su espalda, siento mis manos húmedas, las llevo hasta mi nariz sintiendo el olor a sangre.- Que te han echo?.

-Estoy muy herida no soy capaz de hacer nada, el karma es muy maldito nunca había recibido una paliza así.

-Tenemos que salir de aquí como sea, no voy a dejar que ese imbécil te siga poniendo la mano encima y mucho menos voy a permitir que me viole.

Pasa la yema de sus dedos por el collar que me dio.

-Gracias a dios andas con el puesto.- casi salta de alegría.

-No creo que este collar nos salve.

-Tiene un rastreador, es por si intentabas escapar Samuel te iba a localizar de inmediato y yo iría a por ti.

Me cruzo de brazos negando.

-No se te escapa nada.

Escuchamos que se asoman a la puerta, se gana en posición de ataque, esta chica no deja de luchar a pesar de las condiciones en las que se encuentra.

Abren de golpe enseguida se lanza sobre el sujeto, la toma del cuello poniendola contra la pared, le entierro un tacón en el hombro logrando que la suelte, toma el vidrio y se lo pasa por cuello. Sale un chorro de sangre, uh que asco por dios lo acaba de matar.

-Ahora si que soy yo.- sonríe quitandole el arma.

Pongo la mano en mi pecho sacando la respiración.

Joder ahora que estamos a la luz puedo ver realmente su rostro, está toda golpeada y para que hablar sus brazos llenos de cortes.

La sigo por una especie de pasadizo secreto hacia la carretera, supongo que a ella la trajeron por aquí.
Aparece la furgoneta interponiendose en nuestro camino, me pasa el arma.

-Hasta aquí llegan, las subo por las buenas o por las malas.- comenta Milán Jr apuntandonos.

-Me parece que por las nuestra.

Le lanza una patada voladora en todo el abdomen, se retuerce un poco y entonces la agarra fuerte poniendo la pistola en su cuello.

-Sube o la mato.- amenaza furioso.

-Te acuerdas de lo que te enseñe.- asiento temblando.- Ahora.

Saco el arma de mi espalda, lo apunto y jalo del gatillo cerrando mis ojos. No quiero ver a quien le di, soy un asco siendo mala.
Sus brazos me rodean, entonces esta viva no la maté.
Siento un escalofríos.

-Lo maté.- tapo mi rostro.

-Shhh tranquila.- besa mi frente.- Era él o nosotras.

-Soy una asesina.- lloro desconsolada.

-Me salvaste carita de ángel.- toma mi rostro.- Estamos a mano.

Escuchamos el sonido de un auto, nos escondemos hasta ver que se trata de Samuel con los demás chicos.

-Estás viva.- sonríe de oreja a oreja.

-Gracias a Alexa, ahora necesito descansar.- se afirma en mi hombro.

-Chicos creo que eso es malo.- observo dos autos que se acercan.

Se preparan con armas.

-Toma.- me da las llaves del auto y otra de una ¿casa?.- Beatriz esta débil para conducir, como se te ocurra huir te mato me oyes, van a estar hasta que se mejoren las cosas en la casa de campo, van a buscar venganza y lo mejor es que estén lejos.

-Tranquilo Samu.- comenta besando su mejilla.

Nos subimos al auto y conduzco lo más rápido posible para salir de ese maldito infierno, no puedo creer que haya matado un chico que tenía toda una vida por delante, estoy condenada.

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Uh aprendió a matar!!

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