CAPITULO III

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(Hanasa)

Algo que cuando era pequeña no podía entender era por qué yo era tan diferente a los demás, es difícil para mí vivir mi albinismo en Kinshasa, los rayos del sol no hacen nada más que deteriorar mi piel y los productos para que eso no pase son muy costosos, lo cual no es problema para mí en la posición económica en la que estoy sin embargo, una persona que también tiene albinismo y no tiene para pagar los gastos de esto, le debe ser difícil.

El racismo y la diferencia social cada vez se ve menos en el mundo, sin embargo, algunas personas no me ven bien, creen que soy descendiente de esclavistas por el pigmento de piel que heredé o a veces me quieren secuestrar y llevarse una parte de mí, ya que los brujos dicen que llevarse una parte de una persona albina consigo, da buena suerte.

<< ¡Que ignorantes!>>digo en mi mente.

A veces mi ego es lo que más hace falta en mí, pero todos mis seres queridos me han demostrado que soy una flor más con una belleza increíble y sobresaliente.

—¿Oye ya? —pregunta Nadjela desesperada en un holograma que gracias a estar adentro de mis pensamientos no me di cuenta de que estaba ahí.

—Ya casi —lo digo mientras rápidamente corro y cierro el holograma.

Voy a mi armario, en forma de almeja que está flotando, la cual tiene un delineado brillante en los bordes de este, que combina con la estética de mi cuarto color rosado y morado .

Al estar al lado del armario oprimo un botón cuadrado la cual hace que rápidamente se abra como una almeja y adentro haya bolitas pequeñas que parecen perlas.

Estoy pesando que ponerme y al ya estar lista, tomo una de las bolas con forma de perlas, la cual a darle un frotamiento esta se abre y yo saco lo que está adentro que es un vestido que no tiene ni una arruga, estas bolas protegen la ropa, hacen que duren más y no las arruga, es como una mini nevera de ropa.

—¡Perfecto! — digo viendo el vestido.

Me pongo el vestido y después de esto, me pongo unos tacones negros para combinar

—Solo falta el peinado y maquillaje — lo digo un tanto apresurada mientras voy a mi tocador con un estilo bastante moderno y minimalista.

Al estar ahí, tomo 25 peinirobuts, que son robots del tamaño de media pincita, la cual te hacen el peinado que tú quieras en un corto periodo de tiempo.

Ingreso los peinirobuts en mi cabello y siento como rápidamente caminan en mi cabeza para peinarme.

A los 15 minutos pude presenciar un cabello lacio y lindo, lo cual hizo que me saliera una hermosa sonrisa.

Yo quería que mi maquillaje fuera muy sencillo y natural, así que me puse una cantidad apropiada de base, cello está con polvos compactos, me pinto las cejas con sombra para ellas, me puse pestañina y por último pinte mis labios con una fuerte labial rojo Mate. Si bien esta es una manera anticuada de maquillarse, en los momentos de apuro no me falla.

—Listo —dije antes de irme de mi habitación.

Cuando el bombillo se apaga al no notar la presencia de nadie, pude ver unas decoraciones en mi cuarto, eran unas partículas pequeñas que estaban en el aire, eran color salmón, parecían luciérnagas , se podían ver todas reluciente con las luces apagadas, ambientan la habitación, me dan tranquilidad y seguridad.

Caminé por el pasillo que me llevaba a las escaleras, al estar en las escaleras, vi los escalones de esta, que bajaban y subían de manera desordenada hasta sentir mi presencia, se ordenaron todas y pude bajar.

H Y CDonde viven las historias. Descúbrelo ahora