(Canek)
Al estar en el pasillo para entrar a la habitación, veo como Hasana se mueve en zigzag, con pasos torpes y con probabilidad de grandes tropiezos, pero al parecer eso no es de gran importancia para ella, ya que anda tan risueña al punto de estar chiflada, bueno ... no la culpo, eso son los efectos del alcohol, el desvelo y el cansancio en cualquier persona
—¿Sabes Canek? —pregunta acercándose y sosteniéndose de mi para obtener equilibrio—. Es raro, pero te voy a extrañar. Nunca en mi vida he estado de esta manera con alguien.
—Yo también Hasana, nunca me había faltado nada, pero ahora siento una profunda carencia de tiempo para conocerte mas—digo con lastima y abriendo la puerta de mi habitación la cual ya habíamos llegado.
—Vaya, vaya veo que la han remodelado un poco —dice luego de que se prendieran las luces y pudiera ver todo con claridad.
—¿Cómo lo sabes? —pregunto confuso.
—Pues mi padre se ha hospedado acá o cuando viene alguien importante a el país y se hospeda acá, él lo viene a visitar, y bueno a veces vengo yo también. —dice nostálgica.
—Ya veo —digo admirando su cuerpo de espalda—. Oye si quieres, puedes usar un camisón mío para dormir con más comodidad.
—Gracias. —responde mientras le paso uno.
Ella se va a cambiar a el baño y yo me quede por un minuto moviéndome de un lado al otro, nervioso y ansioso, con las palmas de las manos sudadas y agitando mis brazos, teniendo y dejando de tener mi mirada puesta en aquella puerta. Hasta que caí en cuenta que debería aprovechar el tiempo para ponerme mi pijama.
(Hasana)
Estoy nerviosa en el baño con agonizantes pensamientos, preguntándome si pensaba en hacerlo como yo y en qué momento iba a tomar la iniciativa para prender el furor de nuestros cuerpos deseándose uno al otro. Ya fatigada de mis pensamientos decido salir del baño con el camisón que me presto, Un camisón que tiene impregnado su aroma, un invasivo pero placentero olor que me gusta no porque sea una loción cara como las que usa mi hermano, me da placer olerlo porque activa en mi mente los momentos de atracción que viví con él, lo cual hace que se me pare los pelos de gallina.
Salgo del baño dirigiendo mi mirada al piso para después dirigirla hacia él, en donde veo un Canek con un pecho descubierto, sorprendido e inmóvil. Aunque por el ambiente de incomodidad dejo de observarlo , debo admitir que tengo una fuerte tentación de seguirlo mirando y también cuento con hormonas que cada vez están más incontrolables.
—Lo siento—digo volteando y tapando mi cara apenada—. No pensé que te estuvieras cambiando.
—No, no, no yo fui el imprudente —dice poniéndose rápidamente la camisa.
Después me dejé de tapar la cara y me comencé a reír a lo cual el también.
—Oye por cierto, mira ahí te dejo varias almohadas y el aire acondicionado prendido para que duermas cómoda y fresca, si necesitas algo, por favor dímelo .dijo para luego irse pero lo detengo.
—¡Canek! —le grito parada al lado de una mesa de noche jugando con mis manos producto de la ansiedad.
—Dime—dice volteándose.
—Yo—dije sin terminar de hablar ya que me interrumpe
—No, no tienes que desperdiciar palabras en algo que tú y yo sabemos bien—dice acercándose a mí—. Solo que no sabía si —dice acorralándome en la pared, dejando nuestra distancia desplomada y dejándome sentir su pesada respiración.
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H Y C
RomanceUna historia romántica con un toque futurista, en donde nos cuenta como los países de África y Suramérica que están sumidos en la miseria , crecen al punto de estar más estables que las anteriores potencias mundiales , como todo este cambio que es...