(Canek)
Veo su cuerpo yéndose y consigo va mis nervios, escucho cada vez menos sus zapatos chocando con el suelo, me quedó inmóvil viéndola irse, admirando su magnífica figura, entiendo su razón, tiene que seguir trabajando.
—Cómo es posible que en un tiempo tan corto este yo pensando día y noche en ella, un poco más y hasta en mis sueños va a aparecer. —Camino en el pasillo hacia mi habitación del hotel.
Jarawi, que es uno de mis guardaespaldas, me abre la puerta de mi habitación, veo a Somak y Khuyaq en una gran mesa trabajando mientras que Hakan está parado en la entrada ya que es mi otro guardaespaldas.
Mi habitación era una de las más lujosas del hotel y también la más grande, tiene un estilo futurista y tiene ciertos adornos típicos del Congo aparte de que los cojines, las cortinas, las cobijas y algunos objetos tienen un hermosos y colorido estampado.
—¿Dónde estabas?, te estábamos esperando —dice Somak.
—Buscando el anillo—les muestro a todos.
—Ah que bien, mira esto me mandó a decir tu padre—dice Khuyaq poniéndose un guante la cual hace que pueda proyectar un holograma en el medio de la habitación.
En este puedo ver a mi padre, solo puedo ver medio cuerpo, pues así se grabó.
—Canek, Hijo mío, necesito que vuelvas en 3 días, enviare el jet privado para que tengas una satisfactoria llegada —dice el holograma de mi padre a el cual todos en la sala estamos atentos.
—Tengo asuntos importantes que hablar contigo y más vale que vengas hijo, si no quieres problemas conmigo, cuídate mucho —después se cierra el holograma
—Pero mis vacaciones todavía no acaban —reprocho indignado.
—Ya escuchaste a tu padre —dice Somak.
Fulminante mirada le expreso a Somak antes de salir furioso de ahí, detrás me sigue uno de mis guardaespaldas.
Estoy súper enojado, no se siquiera hacia dónde voy.
—Yo voy —dice Khuyaq parándose de la silla y sentando a Somak para después ir con pasos rápidos detrás de mí hasta alcanzarme —. ¡Canek!, ¡Canek!, Canek! —grita Khuyaq mi nombre en repetidas ocasiones.
—¡Qué rayos quieres Khuyaq! —Me volteo enojado—. Ahora no estoy de humor.
—¿Qué te pasa Canek? Cálmate —suaviza su voz para tranquilizarme.
—¡Mi padre siempre quiere ordenarme y controlarme como si fuera un títere y no solo a mí, a TODOS! —Doy una pausa—. Se supone que tendría que pasar unas relajadas vacaciones acá y ahora tengo que regresarme a el Reino Amazónico ya que no se le da la gana de hablar conmigo si no es en persona —digo desahogándome.
—Lo sé, pero no es la primera vez que pasa esto y no te has enojado tanto —dice frunciendo el ceño —. ¿Qué pasa? —Cruza sus brazos y me quedo quieto 2 minutos pesando en contarle.
—Ay Khuyaq, que las plantas no lloren cuando son arrancadas no quiere decir que no sufran—digo en un tono más calmado.
Se hace notar un ambiente pesado de un silencio incomodo que hace sentir los minutos como siglos, así que decido romper el hielo.
—Bien te contaré porque confío mucho en ti, pero no acá, vamos a la cafetería. —Asiente al escucharme.
Vamos a una cafetería del hotel y después de dar un sorbo a mi café decido contarle.
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H Y C
RomanceUna historia romántica con un toque futurista, en donde nos cuenta como los países de África y Suramérica que están sumidos en la miseria , crecen al punto de estar más estables que las anteriores potencias mundiales , como todo este cambio que es...