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Jisung se despierta gracias al sonido del timbre, mira a todos lados tratando de ubicarse y espabilarse. Se encuentra en el sofá, aun se ve temprano por las ventanas. Se quedó dormido al no tener nada que hacer y al dejarse llevar por los pensamientos, lo cual agradece así se ahorra el mal rato que pasa solo en casa sin Chenle, no debió de dormir mucho, quizás unos veinte minutos máximo.

El timbre vuelve a sobresaltarlo, se levanta del mueble y va directo a la puerta.

—Eres un maldito imbécil.

—Hola a ti también, Jaemin.— dijo Jisung para después reír y moverse dejando pasar al pelinegro, quien lo hizo con los brazos cruzados.

—¿Por qué no me llamas o me dices para pasar el rato contigo? Tienes casa sola, ¡Eso es sinónimo de desmadre con tu mejor amigo Na Jaemin! ¿Por qué tengo que ser yo el que te venga a buscar?— Jaemin bufa sentándose en el sofá, en su última visita dijo que mientras el idiota y feo novio de Jisung no estaba esa casa también era como la suya.

Jisung se dio una cachetada mental. —Lo siento, a veces olvido que estás de vuelta, creo que aún tengo grabado el horario de cuando debo llamarte para poder verte.— caminó hasta la sala y se sentó a un lado de Jaemin.

—¡Esto es desesperante! No me gusta, no  me gusta, no me gusta.— refunfuñó Jaemin pronunciando los labios.

—¿A qué te refieres?— preguntó divertido.

—¡A esto! Se supone que al volver te secuestraria para mí solo el tiempo que se me diera la gana, pero no, tengo que venir a la casa propia del señorito y de paso tener cuidado con mis muestras de cariño porque el novio es un celoso de mierda.— hizo una mueca. —¿Por qué dañas mis planes así?

Jisung soltó una carcajada. —Aún podemos pasar tiempo juntos, idiota, el que tú quieras, pero ya no tan desastroso como antes.

—¿Quién me obliga? ¿Y si me a mí me da la gana de mudarme para acá para tenerte las veinticuatro horas del día?— Jaemin alzó el mentón en una postura altanera.

—Sabes que sería un placer, pero ahora está Chenle, a él no le agradaría.— se rascó la nuca.

—Ay no, de paso que te consigues un novio controlador te dejas controlar, ¿Qué hiciste con mi Jisung?— Jaemin lo tomó por los costados de su cabeza y de un tirón lo acerco a la cabeza propia. —¿Antiguo Park Jisung con sentido común? ¡¿Sigues ahí?! ¡Mantén la calma, te iré a buscar!— gritó en su oreja aturdiendolo horriblemente.

—¡Ah, Jaemin!— gritó Jisung alejándose de inmediato. —Me dejaste sordo, idiota.— dijo sobándose la oreja.

—Es que no me parece, antes eras así también, un chihuahua que necesitaba que lo tuvieran de la correa, pero el que te controlaba era yo así que si estaba bien.

—No fue muy inteligente de mi parte volverme dependiente de un idiota.— Jisung le sacó la lengua.

—Más respeto, volverte de pendiente de mí fue la mejor decisión que tomaste aparte de nacer. Mírame, musculoso, con un rostro tallado por los mismo ángeles, genial, inteligente, ¿Qué más quieres? Tonto fui yo que me busque de alma gemela un flacucho que se deja someter por alguien que no soy yo, inaceptable.— Jaemin se sobó las sienes y negó con la cabeza, fingiendo decepción.

—Odio cuando presumes de ti mismo, ya es suficiente conmigo idolatrándote para que vengas tú a ponerte en un pedestal también.— Jisung puchereó. Habla enserio, Jaemin es guapísimo y quien siempre presume de eso y de cada punto fuerte del pelinegro siempre es Jisung en vez del mismo Jaemin, Jisung tiene a su mejor amigo como el dios griego que decidió bajar a la tierra a conquistar un par de humanos o como el protagonista guapo de cualquier historia colegial quien era amado por todos.

Maniac {Chensung}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora