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Brenner se encontraba al frente mío, ambos nos mirábamos como dos bestias a punto de arrancarse los ojos el uno al otro.

-Veo qué después de todo no estabas tan mal.- habló dando dos pasos hacia mí.

-No te acerques-le advertí.

-El chip que te puse en el cuello no te permitirá usar tus poderes, 005, estás completamente indefensa.

-¿Qué chip?- pregunté- ah, ese chip.-fingí recordar - Si, ya no está.

Él se quedó mirándome, como si ordenará las piezas de un rompecabezas en su mente, y al parecer había logrado encajar todas por qué abrió los ojos más de lo normal.

-Veo que te hiciste muy amiga de Peter, ahora entiendo su cambio repentino. Admito que me logro engañar, jamás pensé que se aliaría con alguien como tú.

-Cállate, no te quiero escuchar más. Lo que harás ahora será apartarte, y nos dejaras tranquilos. No te cruzarás en nuestro camino.- le ordené.

-Aunque ya no tengas el chip, la inyección que te administre sigue haciendo efecto en tu cuerpo. No serás una gran amenaza. - dijo tranquilamente.

-Te equivocas, sabes perfectamente que no soy como mis hermanos. Mis poderes no son iguales a los de ellos, e incluso con o sin inyección podría matarte fácilmente.-lo amenacé - No actúes como si estuvieras tranquilo, sabes perfectamente que por dentro te mueres de miedo.

Esta vez su cara reflejo preocupación al escuchar que sabía de mis otros poderes, pero trato de mantenerse tranquilo.

-¿Eso te lo dijo Peter?, veo que se estuvo metiendo en cosas que no le incumben. Dime, ¿Dónde está él?

Lo quedé mirando, quizás Henry estaría demasiado ocupado, tenía que distraer a Brenner lo más que podía.

-No sé, pero eso ahora no importa. ¿Sabes lo que sí me importa saber?

No habló, pero de todas maneras continué.

-Quiero saber quien soy.

-Eres una mocosa que se está metiendo en cosas que no debería. Eso eres.

Levante mi mano a la altura de mi hombro, e impulse a Brenner a la pared con mis poderes hasta que chocó con esta.

Muy bien, mis poderes si funcionaban, respire hondo.

-Te pregunté qué quién soy yo. - repetí con enojo.

Esta vez su cara si reflejo el miedo que sentía.

-¿Qué quieres saber específicamente?

-¿Dónde nací?

-No eres más que el experimento de un anciano que murió demasiado pronto como para cuidarte. - contestó con enojo.

-Explícate.- ordené.

-Foster era un científico que había perdido la cabeza hace mucho. Comenzó un experimento sin que nadie supiera más que su hija, el "Experimento Atenea". Adoptó a una niña y comenzó a experimentar con ella. ¿Adivinas quién es 005?

Estaba hablando de mí, yo era esa niña.

-Pero yo nací aquí.

Él negó con la cabeza.

-No, eso fue lo que yo te hice creer. - respondió obvió - Luego de que el viejo Foster muriera de un infarto al corazón, su hija me contacto, dijo que ella no podía hacerse cargo de una niña con tus cualidades.

-¿Y por qué creía que tu sí?- pregunté.

-En ese entonces ya trabajaba con algunos de tus hermanos, ellos aún eran pequeños. Supongo que ella sabía y por eso te dejó a mi cuidado. Cuando llegaste te sometí a lo mismo que tus hermanos para que pudiera criarte con normalidad junto a los demás y que no sospecharas nada. Eso explica porque tienes los mismos poderes que ellos.

Analice todo lo que me estaba diciendo en mi cabeza.

-Me atrapaste en una cárcel disfrazada de laboratorio, me ocultas cosas, - comencé a contar con mis dedos- y me torturaste. Y aun así no te arrepientes de nada. Me cuentas todo esto como si fuera algo normal, y común, pero manipulaste toda mi vida, ¿y sabes qué?, ya me canse.

-En cualquier momento llegarán personas armadas - me advirtió.

-Entonces esperemos a que lleguen.

-Te matarán.

En ese momento sentí pasos venir hacia nosotros, desvíe rápidamente la cabeza para ver quienes eran.

Al menos una docena de guardias entraron por el pasillo hacia nosotros. Todos armados.

Busque un recuerdo que me estimulará. Brenner me había facilitado eso, pensé en cuando me lastimaron en esa sala acolchada.

Me elevé en el aire, mire fijamente a los guardias y con un movimiento de cabeza les tire sus armas. Les estaba dando una oportunidad de escapar.

Se quedaron ahí, e intentaron acercarse.

Moví mi mano hacia ellos y los elevé en el aire. Estaban asustados, pero ya había sido amable. Los comencé a asfixiar, sus rostros estaban tornándose morados por la falta de oxígeno.

Cerré la mano en un puño, y sus cabezas comenzaron a explotar una por una.

Un hilo de sangre cayó por mi nariz. Mire a Brenner que seguía pegado a la pared.

-¿Vas a seguir mandando a más personas para intentar detenerme?

-Si es necesario, sí.- dijo mirando hacia las cámaras.

Con un movimiento de cabeza rompí todas las cámaras de la habitación.

-No te ayudarán.

-¿Sabes que Peter solo te está manipulando verdad?

-Tú no sabes nada.

-No me digas que te enamoraste de él - dijo burlón.

Preferí no contestar.

-A sique te enamoraste de él -dijo entre risas - ¿qué fue lo que hizo?, sabes que, prefiero no saber los detalles, pero te advierto que no permitiré que estén juntos. Los separaré, cueste lo que cueste.

-No... Porque si haces eso, yo mataré a todos en este lugar hasta que te quedes sin nadie.

-¿Y qué se supone que harán juntos?, ¿crees que tendrás una vida fuera de este lugar con él?

-No es asunto tuyo. Déjame tranquila. Aléjate- dije entre dientes.

-¿Y qué harás ahora?, ¿matarme?

-No Brenner, no te mataré.

Mi cuerpo comenzó a recibir una ola de descarga eléctrica y una luz azul se apoderó de mí. Automáticamente, mi cuerpo se elevó en los aires y las palabras salieron de mi boca sin control alguno.

-Cuando logres amar a alguien, tu vida será arrebatada, dejaras a esa persona indefensa y su vida correrá peligro. Nadie te ayudará, y morirás sin saber si esa persona logró salvarse o no. Y la duda te atormentará incluso después de la muerte. Esa será tu maldición, no te dejaré amar en paz. - escupí con enojo.

Mi cuerpo bajo de golpe, no estaba segura de que había sido eso.

Brenner me miraba estupefacto. Lo dejé tirado en el piso.

Lo ignoré y salí de ese lugar para buscar a Henry. Entré en varias habitaciones, pero no estaba en ninguna, hasta que un lugar vino a mi cabeza y me digí hacia haya.

Cuando llegué a la sala arcoíris lo vi, pero no estaba solo, se encontraba con 011 y a su alrededor más cadáveres...

Obsession or Love? || Peter BallardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora