Three Shots Fanfics [ Sukuita]

El Corazon de Escamas

- Espera Sukuna!.- sostuve al más grande por el brazo antes de que saliera de la casa.
- Apenas has estado aquí dos meses.- dije con pánico, el no podía irse, yo aún no me siento preparado para dejarlo ir. Sukuna suspiro y salió de la casa, yo aun me sostenía de su brazo y le seguía pidiendo que no se fuera.

- por favor haré lo que sea, pero no te vayas.- dije apunto del llanto, Sukuna se detuvo y me volteó a mirar. Se inclinó hacia mi rostro y me besó, abrí mis ojos anonadado, intenté huir pero él me tomo por la cintura y me pegó a su cuerpo, abrí mi boca intentando quejarme, pero el de inmediato introdujo su lengua. Enredo su lengua con la mía, se sentía tan bien, pero estaba muy confundido, él era mi chico especia. Sukuna se separó dejando un hilo de saliva entre nosotros, yo estaba algo jadeando, pero al ver que tenía el control de mi cuerpo me separé de él.

- Por eso es que me voy.- dijo mientras volvía a tomar su equipaje, por mi?. Sukuna continuó caminando en dirección a su cabello pero volvía tomarlo del brazo. El se detuvo y me volteó a mirar.

- Explícate Sukuna, por que me besaste?!.- estaba muy confundido ahora mismo y él me tenia explicar el porqué de ese beso.

- Pensé que tu inocencia no llegaría hasta este punto, pero veo que si.- lo mire impactado, mi inocencia no tiene nada que ver con esto..., o si?.

- Yuji desde que vine a vivir contigo lo único que hecho es coquetearte, por que me gustas.- al escuchar eso sentí como mi mundo se volteaba boca abajo.

- Y lo único que recibo es un trato infantil como si fuera  un niño de diez años, pero ya no lo soy, soy un hombre ya y lo viste con tus propios ojos ayer en la noche.- al escuchar eso me acorde de lo que sucedió ayer luego de verlo masturbarse, mis mejillas se sonrojaron al recordar el tamaño de su miembro.

- Yo enserio aprecio el querer que me tienes, pero yo no te amo de esa forma.- el volteó a mirar hacia otro lado, paso su lengua por el interior de su mejilla y me volteó a mirar otra vez.

- Cuando un dragón ama su corazón late con tanta rapidez y felicidad, que ningún humano podría resistir lo, pero cuando sabe que nunca va hacer correspondido ese latir se vuelve cada vez más doloroso y yo soy mitad humano Itadori yo no podría resistir el dolor de tu rechazo.- culmino Sukuna para luego ponerse enfrente mío.

- Amo como me vez, como si fuera un niño aún, pero lo que hago es engañarme a mi mismo pensando que me correspondes cuando es totalmente falso y se que no acabará bien.- Sukuna se veía sumamente herido y yo era el culpable.

- y yo odio la idea dé obligarte a amarme como tu pareja, así que creo que es mejor para ambos distanciarnos y- Itadori se puso de puntas y beso en los labios a Sukuna, el de ojos carmesí se sorprendió al sentir los dulces labios de Itadori nuevamente, si la primera vez se sintió estar en las nubes el segundo era como estar en el paraíso. Itadori se separo y miro a Sukuna.

- Podemos intentarlo.- susurró Itadori, para luego rodear el cuello de Sukuna y abrazarlo

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Entre a la casa con una canasta de fresas las puse en la mesa y observa a Itadori preparar la cena. Traía puesto una camisa holgada color almendra, con un pantalón marrón. Sonreí al verlo tan feliz, ya se había cumplido un mes desde que estábamos en una relación y nos ha ido muy bien, aunque Itadori aún sigue tímido en dar besos. Me acerqué a él, que se encontraba de espaldas y lo abracé.

Me sorprendí un poco al sentir los brazos de Sukuna rodeándome la cintura, pero aún así sonreí tímido. Me gusta cuando me abraza así, aunque aún no me acostumbro a sus besos en la nuca. El continuo besando me la parte de atrás de mi cuello y continué riéndome hasta sentir un empujón en mi trasero. Me quede callado al sentir aquella simulación de embestida, Sukuna continuo besándome sin notar que inconscientemente me estaba embistiendo. Mi rostro se calentó al instante luego de sentir algo muy duro contra mi trasero.