Las clases finalizaron, Félix tendría que ir a la florería para hablar con la señora Soo con la elección de diseños para la decoración, ha hecho muchas combinaciones en sus bocetos, agregándole las flores favoritas de la futura novia, caminaba hacia la salida del campus para ir a la parada de autobús, ha salido un poco tarde y tenía hambre ya que hay una probabilidad que comenzarán con pequeñas pruebas, no supo de ChangBin después del almuerzo pero para nada han cruzado palabras, a la vez prestaba atención en la plática con sus amigos ya que no quería que el chico notara de sus sentimientos, se preguntaba si lo habrá notado o está haciendo bien tratar de no actuar con obviedad, tremendo desastre que hay en su mente, con suerte pudo concentrarse en las clases, no puede encontrar una oportunidad para la fiesta de RyuJin ya que no le gustaría bailar con él y no confía que HyunJin guardara silencio, lo que si admite es volverlo a ver y que suceda lo que su imaginación crea o lo que el tiempo le tenga preparado.
Se preguntaba cómo sería besarlo, con suerte no llegó a ese síntoma donde besaba una almohada o peluche solo porque el sueño era real, o simplemente dejarse en ese sueño estando despierto como JiSung le ha contado, hizo una diminuta mueca mientras sus manos jugaban con las correas de la mochila, quiere sentir ese maravilloso cosquilleo a pesar que a veces posaba su mirada en los labios de ChangBin, un poco resecos o manchados de chocolate, pero no perdían su color.
¿Qué debería hacer para llegar a ese momento? No tiene que ser tan pronto y mucho menos a la próxima que se vean.
Estaba tan apegado en sus pensamientos que no se percató la presencia de esos chicos, quienes comenzaron a seguirlo desde que salió del campus, aquellos estaban reunidos hablando de lo que sea, cambiando sus planes un poco para divertirse, riéndose bajo y murmurándose entre sí, YongMin tomó al rubio del hombro para obligarlo a voltearse, provocando que diera un sobresalto del susto, sonriendo burlón al percatar esa mirada de miedo con una pizca de odio.
—Hola florecita, ni un adiós dices. — Habló el chico evitando que Félix diera un paso más para irse. — Casi no te vemos, cuéntanos ¿El idiota de HyunJin ya es tú novio? O ¿Será MinHo?
—Déjame en paz. — Trató irse pero DongYul lo evitó.
—¿Por qué tanta prisa, preciosa? — Trató de tocarle la mejilla, el rubio lo evitó alejándose de él. — Podemos acompañarte a la florería, los negocios de nuestros padres están cerca ¿lo olvidas?
—No iría a ninguna parte contigo.
—¿De verdad? — Alzó una ceja mirando a dicho chico que había borrado su sonrisa. — Eso no lo decías cuando JungHwa te lo decía. — El nombrado cruzó mirada con Félix, detesta de como le recuerdan a ese sujeto y más verlo cada que lo molestan. — Solo por querer estar con él, aceptabas.
—Eso sucedió en la secundaria ¿Por qué sigues jodiendo con eso? — Soltó JungHwa. — Piensa en tu querido amigo que aún siente asco por jugar con este marica.
—Asco debería tener por querer llegar a besarte y hacer esos intentos. — Respondió Félix a la defensiva, mirando con odio hacia el pelirrojo. — Si no querías sentir asco ¿Por qué hiciste esa apuesta?
—Porque era divertido la cara de idiota que ponías, pero más de ver como sigues siendo la misma basura. — Respondió, acercándose a él para tomarlo del cuello de la camisa, el chico es un poco alto que él, a la vez ponía sus pies un poco de puntillas. — Ya sabíamos que eres un maricón, y jugar contigo nos divierte.
—J-JungHwa... — Balbuceó al sentir ese terrible miedo de ser golpeado. — S-Suéltame. — El chico negó, mientras el resto ansiosos lo que este podría hacer.
—Vamos, defiéndete. Veremos si tus golpes mejoraron, siempre me daban cosquillas y al primer golpe que te damos lloras. — Félix puede contener sus lágrimas, las cuales hacían que sus ojos picaran.
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𝐂𝐮𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐥𝐚𝐬 𝐅𝐥𝐨𝐫𝐞𝐬 𝐅𝐥𝐨𝐫𝐞𝐜𝐞𝐧 [𝐂𝐡𝐚𝐧𝐠𝐥𝐢𝐱]
Teen FictionTan suave como los pétalos de una flor. Nuestros días se colorearon desde que nos conocimos. Me encanta ver el brillo de tus ojos, al igual que tus pecas forman una galaxia. Siempre estaré a tu lado, Lee Félix, no lo olvides. Cuando las flores flore...