El sonido de un golpe resonó, el impacto hizo que su cabeza se volteara un poco, el señor Seo miraba con desprecio y decepción a su único hijo, mientras su esposa solo lloraba en silencio, tensó la mandíbula, conteniendo el dolor antes de volver a mirarlo, controlando su enojo a la vez pero adolorido por la reacción de sus padres.
ChangBin sabía que su respuesta sería buena, no podía ocultarlo, aunque siempre le han brindado esa confianza, se sentía con toda la libertad teniendo miedo en el fondo, ahora solo ve sus miradas decepcionadas. El señor Seo negaba, suplicando que sea una broma, esas palabras fueron tan decididas y ChangBin jamás hizo una broma de mal gusto para molestarlos, resopló molesto, su cara se encontraba roja, no puede tolerarlo.
—No puedo creer que mi propio hijo haya salido siendo un maricón. — Soltó, su voz sonando grave y dura. — Pero no lo voy a permitir, no voy a permitir que seas homosexual.
—¿O qué? — Retó el menor, no podía quedarse con los brazos cruzados. — Soy su hijo, no pueden hacerme esto.
—¡No en esta casa y ni en esta familia! — Gritó con autoridad. — Sabes perfectamente que está mal y aún así te atreves decir que eres gay.
—Papá, no voy a permitir que me vuelvas alzar la mano. — Siguió manteniendo su postura. — Soy gay, pero no significa que soy débil. — Su voz sonó muy defensivo. — Será la primera y última vez que me pegas, ni te atrevas que te dé un golpe porque eres mi padre, no soy capaz de hacerlo.
—Puede que tengas agallas, pero tengo que enseñarte cual es tu lugar. Esto no se va quedar así, ChangBin. Buscaré un lugar donde tendrán que sanarte, y ahí te quedarás hasta que aprendas que amar a los hombres está mal. — El nombrado entre abrió la boca ofendido, descubriendo que será capaz de pasarse de esos límites.
—¿Piensas llevarme con los militares? — Soltó una amarga risa. — ¿O qué mierda vas hacer?
—¡No me respondas así!
—Mamá. — Volteó a verla. — Sé que no estoy solo en esto, solo es una preferencia y eso es normal.
—Con ella no busques protección. — Negó el mayor. — Será mejor que empiece desde ya, no toleraré que sigas con esa mentalidad, es mejor ahora antes que todo empeore ¡Y fin de la discusión!
ChangBin soltó un suspiro molesto, antes de retirarse y encerrarse en su habitación, cerrando la puerta de un portazo, pequeñas lágrimas salían por sus orbes, su respiración era pesada pero jamás se imaginó que sus padres son capaces de despreciarlo de esta forma, viendo que pueden llevarlo a un sitio donde "curarlos" las maneras estarán completamente mal, no sabe en qué consiste pero es mejor no permitir que lo lleven a otro sitio y dejarlo con el objetivo de volver a ser un hombre.
Se encuentra en la Universidad Nacional de Seúl, tal como ha deseado entrar, estudiando la carrera de sus sueños para ser un médico profesional. Desde pequeño la ha soñado, ya que solía ayudar a cuidar a su abuelo cuando empezó a enfermarse, diciendo que será un gran médico para sanar a todas las personas, incluyendo a sus abuelos para que puedan vivir más años y estén bien, sabe que las personas no son eternas pero más años de vida no suena mal. Tal vez se podría decir que sus objetivos quedaron por los suelos, pero no así, es el comienzo de una nueva oportunidad, pudo creer que las cosas van a seguir iguales, pero no le gustaría ver las personas que los consideró amigos empezaran a molestarlo, que cada vez que vea a su padre haya una discusión o cuando esté con su madre haya un silencio, no puede permitir que lo lastimaran en lo que buscan métodos para "sanarlo". Tomó su celular, marcando al número de la persona que llegó a su mente, al menos tiene personas que ama que no lo han rechazado.

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𝐂𝐮𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐥𝐚𝐬 𝐅𝐥𝐨𝐫𝐞𝐬 𝐅𝐥𝐨𝐫𝐞𝐜𝐞𝐧 [𝐂𝐡𝐚𝐧𝐠𝐥𝐢𝐱]
Genç KurguTan suave como los pétalos de una flor. Nuestros días se colorearon desde que nos conocimos. Me encanta ver el brillo de tus ojos, al igual que tus pecas forman una galaxia. Siempre estaré a tu lado, Lee Félix, no lo olvides. Cuando las flores flore...