¿Será Para Siempre?

Cajas.

Al siguiente día me había despertado casi a las seis de la mañana solo para tener tiempo de ordenar mi habitación ya que esta tarde vendría Akira a mi casa para empezar el proyecto. ¿Por qué tan temprano?, debido a la mudanza aún tenía un gran desastre en mi habitación. Caja por aquí, caja por allá y digamos que apenas he sacado un libro de esas cajas.

— Nisiquiera tengo su estúpido número.

Heidi— Tranquila Heaven, no te comerá viva esa chica.¿Por qué le tienes tanto miedo?

(Agarré cereal y lo serví en mi plato esperando por alguna respuesta que se me pasara por la mente.)

— No es nada Heidi, me da nervios tener que hablar con una chica que no conozco casi nada.

Heidi es más bien la única persona en la que puedo confiar. Normalmente le cuento mis problemas y los entiende muy bien pero esta vez no se me ha hecho nada fácil explicarle lo que me está pasando últimamente con esa chica. Siquiera sabe que tengo una acosadora en la escuela.

— Siento que te gusta.

— ¿Por qué todos están diciendo lo mismo?, Heid sabes muy bien que no me llevo con nadie del colegio.

— Lo decía de broma. Claro que lo sé pero Heaven, debés dejar de creer que toda la gente te va a hacer daño, hay gente que espera un amor o una amistad cómo tu.

Me quedé en completo silencio, otra vez decía la verdad. Tal vez Akira es esa persona. Heidi me dió un pequeño beso en la frente para luego irse de la casa y yo subí nuevamente a mi habitación para terminar de acomodar todo.

>>>

(Llamada de LaMari)

— ¿Hola?

— buenos dias Heaven.

— Buenos días, ¿qué pasó Marisol?

— Está la...estúpida de Akira — susurra— preguntado por tí. — vuelve a subir la voz—

— Eh..

Mi corazón se detuvo por un momento.

— ¿Puedes pasármela?

— Claro. — pasó el celular.
— ¡Hola Heaven!

— Akira que diablos haces en el local de Danza.

— Tú amiguita no me quiere pasar tú número hasta que confirmes que no te estoy molestando.

— Dile que te lo pase.

— Pásamelo Mari-huana.

— ¡Me llamo Marisol! — alterada.

— Marihuana. — ríe.

Rápidamente corté la llamada, dejé el celular sobre la mesa y seguí acomodando las cajas.

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2pm

Finalmente termine, me recosté un poco sobre mi cama para descansar pero de un momento a otro escuché unos cuantos sonidos que provenían de mi ventana. Pensé que era mi cortina golpeando la ventana pero al escuchar el mismo sonido por quinta vez me levanté molesta, abrí la ventana y comencé a gritar.

— ¿QUE RAYOS TE PASA?!

— Hola chiquita, ¿ya puedo pasar?

— ¿Cómo sabes dónde vivo?

— Tú amiguita Mari... Marihuana me ha pasado la dirección. Bueno más bien la obligué.

— ¿No me avisas que vienes tampoco?.

— Es tú problema si no leíste los mensajes.

Esta chica quería todo a su manera así que
le demostraré que conmigo no será así. Bajé al primer piso, salí de la casa, agarré a Akira del brazo y la llevé adentro.

— Mira si crees que puedes controlarme con tus estúpidas palabras de chica coqueta, pues fijate que conmigo no es así.

la miré con furia y la señalé con el dedo índice. Ella no enseñó ningúna emoción ni expresión, simplemente me miró a los ojos quedándose completamente seria.

— Así me gusta.

de repente comenzó a reír.

— ¡Ay!, cómo me encanta tu actitud cielito.

— No me llames cielito, no soy una de tus perras. — subí las escaleras.

— Ey tranquila, muy bien sabes lo que dijiste ayer: "cuando termine de hacer las cosas necesarias, puedes venir a mi casa". — voz burlona.

Cuando llegamos a la puerta de mi habitación me dí la vuelta rápidamente haciendo que Akira tropezara conmigo.

— ¿Que te he hecho?— preguntó echándose hacia atrás.

Fueron tantas las ganas de decirle que me ha estado arruinando la vida.

— Solo me molestó que lanzaras piedras a mi ventana. Hay una enorme puerta y un precioso timbre para que puedas tocar. — dije calmada.

— Lo siento, ¿si?

— Ya olvídalo, empecemos a hacer el proyecto antes de que llegue se me vayan las ideas.

El proyecto no fue tan malo, tenías que hacer
una cartulina sobre un país/isla que te haya tocado, nos tocó Puerto Rico. Lo más entretenido de esto es que mientras lo hacíamos ambas hablábamos sobre las cosas que nos interesaba de Puerto Rico. Sin duda una de las mejores culturas.

Me encantaría algún día poder visitar sus playas.
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