i. hechada a los lobos

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-¿Enserio? ¿Ya está elegido?- Me quejé mirando el vestido que tendría que ponerme para la cosecha

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-¿Enserio? ¿Ya está elegido?- Me quejé mirando el vestido que tendría que ponerme para la cosecha. Estaba tendido sobre las blancas sábanas de la cama recién hecha.
-Madre ha insistido- Escuché la voz de Belona
Me di la vuelta y allí la encontré; apoyada en el marco de la puerta ya preparada. Mi hermana se acerca con cautela, las botas de tacón resuenan por el suelo de mármol. Nunca hemos tenido la mejor relación, nuestras personalidades nunca han congeniado muy bien que digamos, siempre he pensado que es por la diferencia de edad, porque vamos... ¿a quien se le ocurre tener un hijo ocho años después de tener al primero?
-Ven, te ayudo a terminar
La dejé ponerme el vestido y cepillarme el pelo, mi hermana siempre a tenido mucho talento para estas cosas. Al terminar me colocó delante del espejo de cuerpo entero que estaba enfrente de mi cama. Admire su obra; el vestido me llegaba algo arriba de las rodillas y he de admitir que era precioso; color camel con encaje de flores y un delicado cinturón negro. Habría sonreído de no saber la verdadera intención de tan esmerado traje. Me abroché los zapatos del mismo color que el cinturón con ligero tacón y me dispuse a salir por la puerta cuando Belona me agarra del brazo e impide que vaya muy lejos.
-Lilith espera, sabes que no tienes que hacerlo- me dice, sé que es algo serio porque ha usado mi segundo nombre-No tienes que convertirte en el monstruo que ellos quieren
Yo la miro a sus ojos oscuros.
-No tengo elección Lyssandra
Y me marcho, dejándola sola frente al espejo. Que hoy más que nunca refleja todas nuestras diferencias.

El distrito 2 es sin duda una verdadera obra de arte arquitectónica, lleno de columnas de mármol y grandes plazas

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El distrito 2 es sin duda una verdadera obra de arte arquitectónica, lleno de columnas de mármol y grandes plazas. Las casas más sencillas cuentan con dos plantas. El centro, llamado el Elíseo*, lo forman el Principia* y los alrededores, donde viven los que trabajan en el negocio de los agentes de la paz. Mientras que en los Asfódelos*, que es como se conoce comúnmente las afueras, viven los trabajadores de las canteras. Camino por las familiares calles del lugar donde me crie con la cabeza bien alta. Veo a los padres despidiéndose de sus hijos recordándoles que deben hacerlos sentir orgullosos. Él mismo discurso que me han dado los míos antes de salir. Con eso en mente aprieto el paso hasta llegar a una casa que me es tan familiar como la mía propia, veo luz en la ventana del piso de arriba y llamo tres veces a la puerta. Antes de que me pueda apartar una figura bajita y delgada la abre y salta sobre mi, lejos de apartarme le devuelvo el abrazo con fuerza, deseando no soltarla nunca. Pero el tiempo corre y como no nos demos prisa no llegaremos nunca a la plaza.
-Has tardado mucho- Me recrimina la niña frente a mi
-No seas exagerada- Le contesto yo, fingiendo exasperación
-Si claro, y mis cuchillos son solo para cortar el pan
Sin poder evitarlo suelto una carcajada -Te he enseñado bien
Clove Annabelle Kentwell sonríe con orgullo y yo pienso que el día es más bonito de repente. Me coge de la mano y me arrastra lejos de su casa en dirección al Principia. La miro extrañada por su rapidez
-¿Estabas sola?- Le pregunto
Ella tarda lo suyo en contestar y cuando lo hace es en un murmullo casi inaudible
-No, pero ellos no van a venir. Dicen que la cosecha en realidad no sirve para nada si no voy a ser yo quien vaya a los Juegos- Hace una pausa y yo contengo mis ganar de hacer uso de mis cuchillos nuevos en Amelia y Félix Kentwell.-Que no van a perder el tiempo viendo como otros se llevan la gloria que yo debería reclamar.
Quiero volver por donde hemos venido y dejarles claras cuatro cosas a esos que se hacen llamar padres. Clove es solo una niña y ya le están metiendo esas ideas en la cabeza.
Era demasiado joven.
Demasiado joven para el final que se le había destinado
-Bueno, así nosotras no tendremos que perder el tiempo viendo sus
ridículas caras- Le digo en un intento de animarla
Ella intenta sonreír pero le sale una mueca. Cambia de tema y empieza a contarme sobre cómo a mejorado en el combate con cuchillos, yo sonrío orgullosa de ella y observo que ya estamos llegando a la plaza principal; el Principia, que es el núcleo del distrito 2. Es un espacio circular que bien puede ser la mitad del distrito, la entrada se compone de un par de altas columnas terminadas en un arco que las conecta. Normalmente estaría lleno de puestos vendiendo cristales, joyas, azulejos... pero ahora todo a sido retirado y en su lugar enfrente del Edificio de la Justicia han colocado el escenario donde se llevará a cabo el acto. Las cámaras hacen que te sientas completamente descubierto y los agentes de la paz controlan todos nuestros movimientos. Camino con la cabeza bien alta como si nada de eso me importara.
Porque no me importa
Apenas siento el pinchazo del que obtienen mi sangre para registrarme, mi atención está puesta en los demás chicos que ocupan sus puestos en la plaza; niños y niñas que mantienen los ojos fríos, la sonrisa arrogante y la frente en alto para no romperse. Al igual que yo
Le doy un sonrisa tranquilizadora a Clove mientras la veo alejarse hacia la fila de chicos de trece años, es una niña, pero ha sido educada igual que los mayores. «No muestres tu sentimientos, no llores, no te asustes.» Eso lo hacen los débiles, y los débiles no tienen cabida en este lugar.
Tal vez por eso yo iba a cometer tal locura
Observo desde la fila de jóvenes de dieciocho años el escenario, donde han colocado cinco sillas, un podio y dos enormes urnas de cristal. Dos de las sillas están ocupadas por la alcaldesa Willer y Angelina Find, la acompañante del distrito 2, recién llegada del Capitolio, con el rizado cabello rojo que supuestamente trata de imitar el fuego y ojos color bronce, parece ser la única que realmente está disfrutando.
Justo cuando el reloj de la plaza da las dos del Edificio de la Justicia salen Enobaria Golding y Dedinus Weller, vencedores de los 62 y 68 Juegos del Hambre respectivamente, estos se sortean con el resto de vencedores vivos para ser mentores de los tributos cada año. Los escolta mi padre, el Jefe de los agentes de la paz. Una vez están los cinco, la alcaldesa, se pone en pie y pronuncia el mismo discurso de todos los años el cual hace seis que no escucho.
-Bueno, bueno... ¡Felices Septuagésimos Juegos del Hambre! ¡Y que la suerte esté siempre de vuestra parte! -el irritante acento del Capitolio inunda lo que durante unos segundos fue el silencio cuando Angelina Find sube al podio y saluda a la multitud; chicos y chicas que le sostienen una mirada que quema como el fuego que trata de imitar su pelo. Habla sobre el honor que supone para ella estar allí, realmente eso si es cierto, en parte, todos los que se dedican a esto quieren representar al 2. El distrito que ha dado más vencedores. Supongo que es el ambiente de aburrimiento y fastidio lo que le hace proceder con la elección de tributos.
-Las damas primero -dice con una sonrisa mientras se dirige a la urna de las chicas, donde, como si de sangre en vez de tinta se tratara, hay siete papeletas con Enío Kill escrito. Quita una y vuelve al podio, cuando lea el nombre, una chica saldrá de su fila ofreciéndose voluntaria. Una joven decidida a convertirse en leyenda o morir en el intento.
Una lástima que esa chica tuviera que ser yo.
-Andrea Willow
La llamada sale de mi propia fila, es una profesional hecha y derecha. Tiene el cabello negro corto a la altura de los hombros y los ojos grises azulados fríos como la sonrisa que adorna su rostro. Sube al escenario con pasos firmes.
-¿Voluntarios?- pregunta Find, es obvio que a la cosechada no le hace gracia la pregunta. No quiere que le arrebaten la gloria
A pesar de la distancia siento la mirada de Belona sobre mí, no me doy la vuelta, en vez de eso conecto mis ojos con los de mi padre, idénticos, en los de él se ve claramente lo que me quiere gritar: No me decepciones.
La mirada de mi hermana es cada vez más intensa sobre mí
No tienes que hacerlo
Trae el orgullo a tu distrito
Te hemos entrenado para esto
No me decepciones
No tienes que ser un monstruo
Trae la gloria
Naciste para esto
Debo hacerle sentir orgulloso
No me decepciones

-¡Me presento voluntaria!

Aquellas palabras marcarían el principio de mi fin

*Elíseo: Paraíso al cual van los héroes después de la muerte*Asfódelos: Lugar al que van las almas que no han sido ni buenas ni malas, las que no son relevantes cuando mueren

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*Elíseo: Paraíso al cual van los héroes después de la muerte
*Asfódelos: Lugar al que van las almas que no han sido ni buenas ni malas, las que no son relevantes cuando mueren.
*Principia: Cuartel general de un campamento romano

Empezamos, la verdad no se como va a salir esto pero hay que intentarlo

Desde el infierno, una chica haciendo el intento de ser escritora

*. 🥀 *- The Red Queen - * 🥀 .*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora