Un lirio y una rosa

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- Chaeng... 

- Lo siento Hyeri - dije secando mis lágrimas - Siento arruinarte la noche pero... tengo que irme - ella asintió abrazándome.

- Sé que no vas a explicarme nada de lo que te pasa, pero... estoy aquí ¿sí? - asentí abrazándola con fuerza.

- Gracias - besé su mejilla y tomé mi chaqueta antes de salir por la puerta de atrás.

Caminé dando tumbos, sintiendo un peso sobre mi corazón. Ella estaba tan hermosa... tan cambiada... Y yo... negué con la cabeza. No, no y no, lo prometiste.

- ¿Huirás de mí otra vez? - cerré los ojos con fuerza. Esto tenía que ser una broma. Aceleré el paso sintiendo cómo ese olor tan característico me seguía hasta sujetarme del brazo. - ¿Por qué? ¿Por qué haces esto? - me aprisionó contra su cuerpo... sus ojos observando tan de cerca los míos. - ¿Por qué huyes siempre de mí? ¿Por qué apareces cuando menos te espero? ¿Por qué cuando creo que puedo volver a caminar, apareces y todo lo que parecía recompuesto es simplemente un desastre sin ti?

- Lisa...

- Me he vuelto loca buscándote, tratando de encontrarte, de saber por qué te fuiste... ¿qué fue lo que hice? Y debería odiarte, debería alejarme de ti para siempre, pero no puedo... mi corazón permanece atado a ti a cada segundo, como si estuviésemos destinadas la una a la otra. ¿Me he vuelto loca? ¿O es que tú también lo sientes? 

- Para... Lisa...

- No, no he podido reemplazarte. Un solo beso te bastó para tenerme en tus manos, y mierda... lo he intentado, pero no he sido capaz, no he podido besarla, no he podido amarla, no he podido hacer otra cosa que sonreír y asentir como un maldito robot. Y todo es porque vives aquí - se señaló la cabeza - y estás tatuada aquí - se señaló el corazón - a fuego... y no sé ni siquiera por qué.

- Porque vives en el recuerdo de Rosé... No soy ella y nunca lo seré. Aléjate de mí Lisa, solo te traeré desgracia. - traté de liberarme.

- Dame una sola razón Chae... una sola para odiarte, una sola para alejarme de ti.

- Tienes muchas que no quieres ver. Ni siquiera me conoces lo suficiente como para saber por qué me deseas... ¿eso no te parece patético? - lo siento... tengo que hacer que te alejes de mí...

Sus ojos me observaron por más tiempo del que pude siquiera darme cuenta. Traté de mantenerme fría, sabía perfectamente hacer ese papel.

La observé soltar el agarre sobre mis brazos con una pequeña sonrisa en su rostro. Mi corazón se partía, la tristeza en sus ojos era evidente. Quería correr hacia ella, decirle la verdad, pero no podía... yo debía proteger su vida.

- Estoy enamorada de ti Chaeyoung Park - dijo sin más. - Estoy enamorada de ti desde que te vi. Y sí... te pareces tanto a Rosé, y puede que ese haya sido el principal motivo por el que me haya fijado en ti. - sus ojos buscaron los míos. - Pero cuanto más intentaba alejarte de mi, más necesitaba estar cerca de ti. Sé que te conozco poco, que apenas sé de ti, pero lo que he visto es suficiente para mi corazón. Sé - sonrió - Sé que estás como una regadera, que cuando quieres eres la más fría del mundo, que podrías matar a alguien con esos ojos, pero que tu corazón es tan tierno y bondadoso como el de un ángel y hoy... - señaló el callejón - en este mísero callejón, con ese cielo estrellado tan maravilloso como testigo - apuntó hacia el cielo - solo quiero que lo sepas. Que aunque me alejes de ti eternamente, mi corazón no dejará de quererte y de amarte, por siempre... sin explicación alguna. - Se acomodó la chaqueta y recogió un mechón de su rubia cabellera. - Solo... solo quería que lo supieras.

Reminding you the taste of HeavenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora