Solo sé que arde

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Caminé de un lado a otro por esa habitación con el corazón acelerado. ¿En qué demonios estaba pensando cuando decidí volver?

- ¿Vas a decirme que no estás feliz de volver? - su voz sonó divertida mientras flotaba a escasos centímetros del suelo.

- Oh, por favor... para ya. No puedes simplemente aparecerte aquí, si alguien entra y me descubre hablando contigo...

- Error, ellos no pueden verme. - se encogió de hombros a la vez que extendía sus alas y se acercaba al gran ventanal.

- Eso es todavía peor. Ellos no pueden verte, y pensarán que soy una loca psicótica hablando con el estúpido viento. 

- Esa boca, Roseanne - me miró fijamente y sólo pude rodar los ojos.

- Ya te lo he dicho Jimin, no soy más Roseanne. Ahora mi nombre es Chaeyoung Park, entiéndelo. - bufé sentándome sobre la butaca y mirando hacia la gran ciudad.

Mi hermano negó con la cabeza y voló hasta arrodillarse junto a mí. Sentí su mano tomar la mía y un pequeño sentimiento de calidez me inundó.

- Jimin...

- Siento todo esto.

- No necesito tu compasión.

- No me estoy compadeciendo de ti, sé que este año ha sido muy duro. Pero encontraré la manera de que vuelvas a casa. - acarició mi mejilla.

- Eso no pasará nunca. - suspiré poniéndome en pie y mirando hacia el cielo. - Aunque Padre pudiera perdonarme y devolverme mis alas, mi corazón está roto. Ya no soy un ángel, ya no soy pura, solo soy una estúpida renegada atrapada en este mundo. 

Escuché a Jimin suspirar antes de volver a hablar. - Roseanne... yo debí ser castigado igual que tú, yo también me...

- No lo digas - lo miré con molestia. - No vuelvas a decirlo. Padre te permitió regresar y la responsabilidad fue mía. Teníais razón, yo no estaba preparada y me enamoré como una estúpida, eso es única y exclusivamente culpa mía.

- El amor...

- No quiero escuchar más sermones sobre el amor Jimin, por favor. Ya he tenido suficiente y sólo quiero descansar.

Un ligero toque en la puerta y un llamado hicieron a mi hermano desaparecer. - ¿Señorita Park?

- Hyeri, ¿Cuántas veces te he dicho que me llames Chaeng? 

- Sin duda, innumerables veces, pero ya sabe... debo mantener  la profesionalidad.

- Al diablo con la profesionalidad. Tú eres una buena amiga, más que mi asistente. Así que... evitemos hacer incómoda nuestra relación ¿quieres? - la morena asintió. - ¿Y bien?

- Ah sí, perdone... - carraspeé - perdona. He venido porque el Sr. Sehun la ha invitado a un partido de baloncesto. Ha dicho que era importante que vaya, debe dejarse ver por París.

Me palmeé la frente. - ¿Es que nunca entiende que no me interesa que la gente pueda verme?. Ya me ven cuando canto, no necesitan verme en ningún otro lado. - me acerqué a la nevera para tomar una botella de cerveza.

- Siempre es bueno para la promoción dejarse ver en sitios populares - dijo arrebatándome la cerveza - Y es muy pronto para empezar a beber.

- Creí que eras mi asistente, no mi Padre.

- Tu has dicho que soy tu amiga, ¿cambiaremos eso ahora? - sonreí levemente y ella pareció complacida.

- Está bien... - rodé los ojos y tomé mi teléfono para salir por la puerta seguida de Hyeri. 

Reminding you the taste of HeavenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora