Capitulo 4

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Hidan aún se estaba debatiendo en si hacer eso que tenía en mente o resistirse y resolver el problema de vivienda por su cuenta. Justo cuando creía que tenía un momento de soledad para su crisis existencial, su teléfono sonó, para colmo no sabía donde estaba el bendito dispositivo por lo que con desesperación buscó en todo el apartamento hasta que lo encontró debajo de sus sabanas y atendió con un molesto: 'Hola'. Le hablaban de su "trabajo" reclamándole por qué no había asistido esos días, también con la amenaza de que rebajarían aún más su pobre sueldo. El omega se excusó y colgó unos minutos después suspirando mucho más molesto que antes.

Hidan quería llorar, nunca había tenido tantos problemas al mismo tiempo, y eso que vivió una experiencia muy desalentadora siendo más joven. 

Revolvió la poca comida que tenía en su alacena y se calentó un plato de arroz con pollo frito que guardó del fin de semana pasado, a los 20 minutos se encontraba comiendo las sobras mientras revisaba sus redes sociales en su celular. Al terminar organizó toda la habitación y el baño; se puso una chaqueta grande ya que estaba haciendo frío, se colocó su gorro de invierno y sus zapatos y salió de allí. En el camino se preguntaba si lo que hacía era lo correcto, después de todo conoció a ese tipo hace dos días, pero al mismo tiempo era su mejor opción, solo tenía un día más para desocupar el apartamento y no tenía ninguna otra idea. 

Después de estar perdido como por 15 minutos, Hidan por fin se ubicó en frente de la puerta de la casa de Kakuzu. Su brazo amagó varias veces decidiendo si tocar el timbre o no, pensó que estaba a tiempo de irse pero se armó de valor repentinamente y llamó a la puerta, apenas hizo esto otra vez entró en crisis y aunque quería salir corriendo se quedó inmóvil en la entrada mientras un nervio recorría su cuerpo. Cuando volvió a tener control sobre sus acciones ya era tarde, tenía enfrente suyo la cara sorprendida de Kakuzu por verlo de regreso tan pronto.

- ¿Hidan? ¿Qué haces aquí? ¿Te pasó algo? - Preguntó preocupado por él, cosa que conmovió al peliblanco.

- Y-yo... - Se sentía avergonzado y no pudo hablar.

- ... ¿Quieres pasar? Así me dices que sucede - Le dijo con una pequeña sonrisa, el menor volvió a sentir esa rara sensación de calidez y sonrió involuntariamente, agradeciéndole por dejarlo entrar. 

Kakuzu no quiso hostigarlo, así que solo dejó que Hidan se sentara en el sillón de la sala mientras preparaba algo de café para ambos. Ninguno habló cuando el moreno llevó las tazas con la bebida, solo se tomaron lentamente y por sorbos el tinto que estaba aún caliente, de vez en cuando viéndose de reojo por alguna señal de que el otro quisiera empezar la conversación. Cuando el omega terminó de beber, dejó el pocillo en la mesa de cristal frente suyo y observó al contrario con los ojos algo llorosos.

- Yo... - Kakuzu se sentó derecho y dejó su taza de café en la mesa también para escucharlo - F-fui desalojado de mi casa, bueno, del lugar donde vivo... - Unas cuantas lagrimas empezaron a salir - T-te lo juro que no te lo pediría si no fuera necesario pero... -

- ¿Necesitas donde vivir? - Preguntó el mayor, el otro asintió apenado y evitando verlo. Kakuzu suspiró - Si eso es lo que pasa, no hay ningún problema - 

- ¡¿D-de verdad?! - Aún con algunas lagrimas levantó la vista y en sus ojos se notó una pizca de esperanza y felicidad - Te lo prometo que no será por mucho tiempo, y ayudaré en lo que pueda aquí, te lo pagaré cuando tenga más dinero y - El alfa le tapó la boca con la mano claramente para que dejara de hablar.

- No es necesario que me pagues nada - Se apartó de él con un leve sonrojo - Y puedes quedarte aquí todo el tiempo que sea necesario... Pero tengo una única condición - 

- ¿Q-qué? - Preguntó con algo de miedo el peliblanco

- Que dejes tu trabajo - 

- ¡¿QUÉ?! ¿P-por qué lo haría? Yo necesito conseguir dinero para vivir por mi cuenta y no - Kakuzu otra vez le tapó la boca, esta vez con cara de enojo.

- No puedes considerar eso como un trabajo. Probablemente sea lo único que tu conozcas, pero hay muchas más cosas que puedes hacer para ganar dinero aún si no has estudiado - 

- ¿Cómo sabes que no he estudiado?  - Se apartó un poco de Kakuzu

- Yo... Tengo amigos que vivieron lo mismo que tú, ellos son huérfanos, y es totalmente obvio que si tienes que hacer tal cosa repugnante como vender tu cuerpo por un par de propinas, no has tenido la mejor infancia que digamos - El moreno se le vio melancólico recordando los malos momentos que pasaron sus amigos antes de conocerlo - Nada puede justificar que hagas eso, o que te obliguen a hacerlo. Quieres un lugar donde quedarte... yo quiero ayudarte - 

- K-Kakuzu... - Sus lagrimas se desbordaron, se sentía tan bien, sabiendo que iba a obtener un poco de su ayuda su corazón se alegró y por alguna razón se sentía más ligero, por fin tenía un buen motivo para dejar atrás ese burdel. Hidan sabía que sería difícil de ahora en adelante, pero eso era mejor que nada.

- ¿Entonces? - 

- A-a... Está bien, me iré del burdel - Sonrió 

- E-eso es muy bueno - El mayor secó la cara de Hidan y le dedicó una sonrisa - Verás que todo será mucho mejor - 

- Gracias Kakuzu - 












Aparición épica después de cule desaparición, en fin, espero lo hayan disfrutado, nos leemos luego.(∪.∪ )...zzz

ₓₓ Eʀᴇs ᴅɪғᴇʀᴇɴᴛᴇ ₓₓ  KakuhidanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora