Capítulo 9

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- ¿Qué? - Hidan quedó petrificado ante la pregunta que le había lanzado de repente su acompañante - ¡¿D-de donde sacaste ese nombre?! - Le exigió una explicación bastante alterado.

- Hidan, calmate - Kakuzu se asustó por su reacción - Tu solo lo dijiste la otra noche que volviste a casa, creo que me confundiste con él y empezaste a llorar diciendo su nombre antes de dormirte - Se excusó. El contrario cambió su mirada defensiva por una de vergüenza y cayó agotado en el sofa.

- P-perdón por eso Kakuzu - Empezó a llorar - Yo... Quería decirte ¡Te lo juro! Pero... No lo sé -

- Tranquilo, tranquilo - El más alto se acercó para abrazarlo y dejar que soltara todo lo que tenía - Creo que te solté esa pregunta de repente. No debí hacerlo - Empezó a sisear pidiendo que se calmara y le explicara la situación, no quería seguir viéndolo sufrir y no saber como ayudarle.

Ambos fueron a la habitación de Kakuzu. Hidan fue recostado en el espaldar de la cama y arropado desde los pies a la cintura por el mismo Kakuzu, quien salió de ahí 15 minutos y volvió con un té en las manos para lograr tranquilizarlo. El peliblanco se sintió tan confortado y relajo todo su cuerpo aspirando el humo de la bebida para ayudarse. Con todo el ambiente cómodo, Hidan volvió a hablar.

- Kakuzu... Yo en realidad no estoy seguro de decirte esto... Es un tema que ya ni siquiera me concierne a mi - Comenzó tomando un sorbo del té.

- ¿Por qué dices eso? - El moreno acercó una silla al lado del contrario y se sentó a escucharle.

- Yo... Amm... Estuve en ese burdel desde los 13 años - Apartó la taza dejándola en la mesita de noche y empezó a contar su historia - Mis padres me abandonaron con tan solo 4 años en una casa abandonada cerca de la zona... La mujer que dirige el burdel me encontró metido entre los escombros, totalmente sucio y lleno de moretones. Mientras estuve allí, me clavé una gran estaca en el brazo - Mostró la gran cicatriz que estaba casi a la altura del hombro - Casi lo pierdo, pero me ayudaron a tiempo -

- Hidan, no tenía ni idea - Le dijo tomando su mano

- Lo que pasa es que el dueño gastó su dinero en la cirugía que me salvó la vida, y decidió que al crecer debía pagarle esa "deuda" -

- ¿Cómo se atreve? - Se preguntó enojado Kakuzu.

- Ja... Yo dije eso mismo cuando me pidió que trabajara allí, incluso traté de escapar varias veces, lo que me provocó múltiples golpizas y muchas más cicatrices. Al final, empecé "mis servicios" a los 14 - Los ojos del menor amenzaban con empezar a llorar al recordar esos momentos, el otro le sonrió, de esa misma forma cálida y linda que la primera vez que se vieron, así que respiró y prosiguió - Mi primera vez no fue tan mala como esperaba, al inicio me trataban de manera especial por ser el más joven, pero después de algo que me pasó, a partir de los 16 me empezaron a tratar como todos los demás. Ya no importaba quien era el cliente; si era un cerdo asqueroso, si era un anciano, si era alguien que nos estafó para no pagar, a todos los debía atender -

Hidan quedó en silencio al terminar el té. Kakuzu se sentó a su lado en la cama y lo abrazó cubriendo a ambos con la sabana - ¿Quieres continuar? - El omega asintió.

- Con el tiempo me fui acostumbrando, y ya sabía que cosas tenía que dejar de hacer para evitar una golpiza. Al cumplir 18 años, escuché a la jefa decirle al dueño que yo ya había contribuido más dinero del que gastaron en mi, pero él maldito le dijo que no me contara... Yo les daba más dinero que nadie más en el burdel, me mantuvieron allí solo por los ingresos, solo por que era uno de los más solicitados... No les importaba para nada como me sentía - El aura de enojo al rededor del peliblanco era demasiada, pero era calmada por la mirada comprensiva del alfa que lo rodeaba con los brazos.

- Debió haber sido muy duro... Yo conocí a Naruto gracias a su hermano adoptivo, Deidara. Ambos fueron acogidos en un burdel desde niños, era un lugar costoso, razón por la que eran aún más maltratados - Hidan se preocupó y lo observó atentamente - Deidara se sacrificó por su hermano y le ofreció a su jefe el trato de trabajar por ambos, todo para que Naruto no fuera tocado jamás -

- Vaya, eso es... -

- Si... Itachi los encontró un día en un hospital, Deidara fue golpeado por un alfa del burdel e Itachi se enamoró de él. Los ayudó de a poco e incluso yo los tuve aquí cuando escaparon... Fue lindo verlos tranquilos y sonrientes. Después Sasuke conoció a Naruto y el resto es historia -

- Ja, no pensé que Itachi fuera de los que se enamoran a primera vista -

- Jaja, yo tampoco, pero gracias a eso, los salvó - Ambos se sonrieron y Kakuzu recordó algo - Ah cierto... Lamento si te incomoda la pregunta, pero dijiste que después de algo que te pasó dejaron de tratarte bien... ¿Que fue eso? -

Hidan suspiró y le sonrió nervioso - Yo... Fui violado, fue parecido a lo que casi me pasó cuando me salvaste. De esa violación... Nació Hideo, mi pequeño hijo -

El alfa se apartó un momento y lo vio con sorpresa - ¿T-tuviste un hijo? -

ₓₓ Eʀᴇs ᴅɪғᴇʀᴇɴᴛᴇ ₓₓ  KakuhidanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora